El Pensilvense | Ediciones septiembre de 2023
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El Pensilvense
Edición No. 42 - septiembre 20 de 2023
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El Pensilvense
Edición No. 41 - agosto 25 de 2023
VICTORIA, CALDAS, EXPINSTITUCIONALLORANDO TERRITORIO
1 . ALCALDIA DE VICTORIA
https://www.facebook.com/reel/626185852986309
2. HABLANDO CON EL ALCALDE
https://www.facebook.com/VictoriaCaldasAlcaldia/videos/2259352254263678?locale=es_LA
PEDACITO DE CIELO
Oscar Álvarez Devia
Fotógrafo Diego Vargas.
primera imagen es del parque central de victoria Caldas Rafael Uribe Uribe, donde invitamos a todos las personas que ya inician sus vacaciones de fin de año a que nos visiten y disfruten de un hermoso alumbrado y sitios turísticos acompañado siempre de la una excelente calidez humana por parte de sus habitantes.
Fuente: https://archivo.lapatria.com/lector-interactivo/que-foto/victoria-caldas-un-pedacito-de-cielo
CUENTOS DE COSIACA
A los pocos días volvieron a ver a Cosiaca en cuclillas ensuciando en la calle. Se le acerca el policía y le grita:
— Cosiaca! Aguarde y verá! Le voy a dar parte al señor alcalde!
–…em pueda désela toda… –respondió Cosiaca.
LA MUELONA
Antes de convertirse en endriago, la Muelona fue una mujer esbelta que animaba pendencias y garitos. Sabía leer la suerte, gozaba con las peleas de los gallos, y sobre todo enloquecía a los hombres con su voz nocturna y la risa salvaje que alumbraba la noche.
Ahora, celestina de los bosques, vaga por entre los ríos, acecha sigilosa por entre los pantanos, las encrucijadas y los árboles de tronco podrido. Bella como antes del hechizo, con la risa fastuosa y la voz de contralto, atrae de nuevo a los hombres. Antropófaga de los charcos, en noches sin estrellas, en crepúsculos estremecidos por la lluvia, los llama con insinuaciones de abismo. Entre los susurros y las adormideras, allí los devora con los dientes de bestia y la mandíbula feroz.
Cómplice de la mandrágora, seductora del Valle de los Helechos, nadie conoce mejor que la Muelona los secretos de la lujuria, los lazos de su risa maléfica y los precipicios. Por eso, sonríe malvada entre los cactus. Sabe que la atracción es irresistible, que de nada valen conjuros y talismanes ante la tentación de su presencia en medio de la tarde.
Fuente: https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-muelona/
VICTORIA, CALDAS
Parte 1/4
El día miércoles 13 de octubre salimos de la ciudad de Manizales siendo las 6.00 am, arribando al municipio de Victoria a las 10.30 am, y posteriormente nos alojamos en el hotel Victoria Plaza.
Iniciamos nuestra labor investigativa en el archivo central, ubicado en el palacio municipal (Alcaldía), atendidos por la jefe de esta dependencia la Sra. Diana Mireya Romero, quien ya tenía la lista de jueces con sus respectivos años de labor, además de esto, le solicitamos las actas de posesión de los jueces, a lo cual nos respondió que no estaba autorizada para facilitarnos dichos documentos, ya que el Dr. Jaime Enrique Sáenz en su visita al municipio solo había solicitado una lista con los nombres y fechas.
Aprovechamos que la persona encargada de manejar el archivo del consejo estaba cerca para solicitarle la información requerida, pero esta fue imposible recolectarla debido que el 15 de Septiembre del año 1983 ocurrió una toma guerrillera en venganza porque en una hacienda del municipio llamada "EL REFLEJO" fue detectado un laboratorio de cocaína y fueron incautados varios kilos de esta, fueron guardados en el edificio donde funcionaba la alcaldía y el juzgado, este edificio fue atacado por guerrilleros que dejó como consecuencia la destrucción del archivo municipal y fueron pocos los archivos que pudieron rescatar del feroz incendio que consumió el edificio.
Luego tomamos un receso para almorzar, alrededor de las 12 m, retomando nuestra labor a las 2 pm dirigiéndonos al juzgado municipal, atendidos por el Juez Orlando Rozo Duarte y el escribiente del juzgado Guillermo Moreno quien nos entregó una breve reseña histórica de algunos jueces que han pasado por este juzgado y también nos ilustro un poco de la vida de la Ex-Magistrada del Consejo Superior de la Judicatura Myriam Donato.
Fuente: https://osscaldas.gov.co/wp-content/uploads/ASIS/2021/asis-municipal-2021-Victoria-Caldas.pdf
HOTEL VICTORIA PLAZA
Parque principal
Calle 10 No. 5-54
Teléfono: 8552105
Fuente: https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20VICTORIA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 40 - agosto 18 de 2023
PEDACITO DE CIELO
Oscar Álvarez Devia
Fotógrafo Diego Vargas.
primera imagen es del parque central de victoria Caldas Rafael Uribe Uribe, donde invitamos a todos las personas que ya inician sus vacaciones de fin de año a que nos visiten y disfruten de un hermoso alumbrado y sitios turísticos acompañado siempre de la una excelente calidez humana por parte de sus habitantes.
Fuente: https://archivo.lapatria.com/lector-interactivo/que-foto/victoria-caldas-un-pedacito-de-cielo
CUENTOS DE COSIACA
Pillaron a Cosiaca sentao en media calle haciendo una necesidá y lo llevaron a la alcaldía.
El alcalde, que sabía lo pobre que era Cosiaca, le puso una multa de cinco centavos.
–Tome –dijo Cosiaca– ai tán sus cinco, y cinco más.
— De qué son estos cinco? –preguntó el alcalde.
–Ah, Y es que la orinada no la cobran?
LA MOJANA
¿Quién es La mojana? Una mujer de baja estatura, delgada, de cabellos dorados que llegan hasta el suelo. Tiene su vivienda hecha de piedra, ubicada debajo del mar. Allí se baña con una totuma de oro. Esta mujer rapta a los niños que entran a su terreno a bañarse y cuando ya los tiene en su poder los lleva a vivir con ella a su casa subacuática.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mojana/
RÍO PURNIO
Nace en la cuchilla de San Mateo, en la vereda La Italia, recorre el Municipio de este a Oeste hasta desembocar en el río Grande de la Magdalena, en el municipio de La Dorada. Es utilizado como sitio tradicional de recreación.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20VICTORIA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 39 - agosto 11 de 2023
BELISARIO RAMIREZ Y LA MONOGRAFÍA DE VICTORIA- CALDAS
Alfredo Cardona Tobón
Antonio José Restrepo, el famoso Ñito Restrepo de Antioquia, en sus ajetreos de diplomático e Europa, añoraba el aire tibio y húmedo de las riberas del rio Magdalena y ese llano feraz y de aire transparente de Victoria, donde uno se siente dueño del mundo y el alma se acerca con fervor casi religioso, a la naturaleza.
La tierra de Victoria embrujó a Ñito como sucedió con el conde Podewils y las decenas de alemanes y belgas, que a principios del siglo veinte se dedicaron a transformar la selva, casi indómita, en valiosas haciendas ganaderas.
Victoria tiene algo distinto al resto de las comarcas caldenses: mitad paisa, mitad tolimense, es un poblado calentano con raíces en la serranía que marca sus horizontes. Es el pueblo con el pasado de una campesina pizpireta sin pergaminos ni apellidos pomposos y un presente sin grandes realizaciones, pero eso sí, con el presentimiento de un futuro, que quisieran soñarlo las comunidades del erosionado norte y del quebrantado occidente del departamento.
Cuando Belisario Ramírez González llegó a Victoria ese primero de mayo de 1960, también se vio envuelto en la magia victoriana. Fue otro extraño acercamiento de esa tierra con un hombre de ancestros paramunos, quien cambió su plaza de maestro en Manizales para empezar a rodar por los parajes del extremo oriente de Caldas, hasta afincar definitivamente sus querencias en Victoria.
Belisario fue como un novio enamorado de Victoria que no perdía la oportunidad de estar a su lado. Algún día probó fortuna en el poblado de Risaralda y regresó a Victoria como personero municipal. Luego remontó vuelo a Carimagua, en los llanos orientales, donde como Ñito Restrepo sintió nostalgia de los charcos de Doña Juana, de Fierritos, de la ceiba del parque. Al fin ancló en Villamaría, donde siempre pensó y vivió en función de Victoria.
Escribrir un libro de historia local es tarea de quijotes, pues no se cosechan laureles ni dividendos económicos. Y si uno se aventura a escribir la historia de una población sin cronistas, sin hechos portentosos, donde no hay dones ni potentados, sino pueblo raso, es más que una quijotada.
Más de treinta años de labor silenciosa, tenaz, sacrificada… necesitó Belisario para legar a la posteridad un resumen de la vida victoriana. Debió sacudir polvo y polillas de los archivos parroquiales, notariales y oficiales para encontrar las huellas del pasado.
Su relato es tradicional, pleno de datos e información debidamente avalados. No pretende adentrarse en análisis sicológicos ni sociológicos; otros estudiosos aprovecharán las investigaciones de Belisario Ramírez para encontrar explicaciones y motivos. No urde tramas, ni novelas, simplemente relata. Y este es el objetivo de su libro: recoger los hechos y la memoria cotidiana.
Belisario recoge un pasado que empezó con los Pantágoras, los marquetones y los palenques, esos valientes americanos que prefirieron la muerte a la esclavitud y que infortunadamente sepultaron sus genes en las cenizas de los caseríos devastados. Nos recuerda la odisea de aquellos españoles que buscaron el vellocino dorado en las tres aldeas de Victoria y la lucha de paisas pobres tolimenses sin tierra que dieron la vida al caserío que vegetó durante muchos lustros, aislado de un Caldas lejano y ausente.
La historia de Colombia no se escribe exclusivamente en el parlamento ni en las avenidas bogotanas; tampoco es la historia de los grandes hombres, o más bien de los personajes con vitrina. La Historia de la Patria se construye, también en los caminos, en las veredas, en las aldeas que van sumando para constituir la realidad nacional.
Son las historias regionales las que descubren el alma de la Patria; es en obras como la de Belisario Ramírez donde se puede palpar el sentimiento de un pueblo para poder prospectar su futuro.
Vemos, como en Victoria, son los educadores y los burócratas quienes han llevado la responsabilidad de su destino, en otras partes son los comerciantes, o los militares o los líderes campesinos. Aquí notamos la vocación pacifista de la comunidad y quizá, también, la falta de una identidad que aglutine o prepare al municipio para afrontar el reto del progreso, que vendrá de Bogotá o de Medellín, cuando esas metrópolis saturen sus vecindades.
Con l monografía de Victoria y su libro “Periodismo en la Provincia” Belisario Ramírez aporta dos importantes obras que enriquecen el acervo cultural de Caldas.
Esta obra realizada con amor, con seriedad y sin pretensiones, como lo reitera su autor, es la mayor herencia que puede darle un hijo a su tierra. Ojalá en estas páginas se inspiren las nuevas generaciones victorianas para dar a su municipio el lugar que merece por su gran ´potencial y económico.
Ojalá sea este libro el eco que impida olvidar a un gran hombre, que, sacudido por todas las tormentas de la vida, siempre tuvo lugar para Victoria a través de toda su existencia.
Fuente: https://historiayregion.blogspot.com/2017/02/belisario-ramires-y-la-monografia-de.html
CUENTOS DE COSIACA
Una vez se encontraron en un camino Cosiaca y Quevedo y se pusieron a hablar de las ruanas. Cada uno decía que tenía una mejor que la del otro, por vieja que estuvieran las dos. Al fin, resolvieron cambiar. Cambiaron y se despidiero. Al fin, resolvieron y llamó a Cosiaca. Y este le dijo:
— Nada! Trato es trato…
–No – contestó Quevedo: -Yo no me voy a echar atrás: lo que quiero es que me explique por cuál de estos huecos se mete la cabeza…
LA MANO PELUDA
Ay de ti chiquillo si no entraste al baño antes de ir a dormir, será mejor que ruegues para que la noche pase rápido porque si se te ocurre abandonar tu cama para desocupar tu vejiga, seguramente no podrás volver a ella.
No causa terror si se tratase de un extraño monstruo o una figura bestial, no lleva cuernos, cola ni lanza fuego, pero su elemental figura horripilante hace que todo aquel que se la encuentre a su paso desee no haber nacido, es la mano peluda, esa que cuando la encuentras camino al baño, en la penumbra de la madrugada, desmiente que solo es una leyenda porque te hará vivir el infierno en la tierra.
Varios chicos han visto un puño de terror debajo de su cama, pues al buscar sus pantuflas, estas han cambiado de lugar y al agacharse para tomarlas bajo las tablas, sus propios ojos no pueden dar crédito a lo que ven y sus cuerpos simplemente quedan petrificados por el horror que esa cosa sin nombre que los ataca inmisericordemente causa, no con la intención de asustarlos para que vuelvan a la cama sino para acabar con sus jóvenes existencias.
Lo que originalmente era una advertencia de los padres para que sus hijos no se fuesen a dormir sin entrar al baño, se convirtió en relatos de niños y progenitores aterrados por la presencia cada vez más frecuente de una mano del doble del tamaño normal de la de un adulto, cubierta de pelos de alguna extraña fiera, con uñas largas, afiladas y horrendas pero humana, sí, muy humana.
Inicialmente se escondía bajo las camas pero se le ha visto en grandes ventanales, resguardando tras las puertas e incluso en los baños, por eso muchas veces esa mano deja a su paso un rastro de agua; cuando la mano aprieta, hace sentir un hielo mortal que al imprimirle una fuerza sobrenatural puede sumergir lo que agarra en una lava de volcán infernal.
arios niños desaparecieron luego de que la mano peluda los atrapó, chicos insolentes que desafiaron la autoridad y ahora derivan en el limbo; otros pocos a los que la mano apretó, lograron zafarse con una dificultad teñida de sangre, sus extremidades fueron lisiadas seriamente y marcadas con una impronta del más allá.
Dicen que la mano peluda gusta de los lugares cercanos al desierto de La Candelaria en el departamento de Boyacá, muy cerca de Ráquira y Villa de Leyva, varios conventos de la zona se encuentran como sus escondites predilectos y cuando hiere a un niño, se debe tratar igual que un ataque de feroz serpiente, si no se atiende pronto puede cegar la vida de su infante víctima.
Hoy o mejor, esta misma noche, muchos chiquillos pedirán a sus hermanos mayores compañía para ir al baño, ese lugar al que rebeldemente renunciaron antes de ir bajo las cobijas y cuyo acto es motivo de profundo arrepentimiento. Muchos niños han presentado problemas renales debido a que han preferidos soportar horas y horas con sus tripas a punto de estallar que tener que ir a un pequeño viaje de unos cuantos pasos, pero con una agonía larga como camino al infierno.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mano-peluda/
VICTORIA (Caldas).
Martes 8 de enero de 2013
Victoria ¿en el departamento de Caldas? Ve, yo recuerdo un municipio homónimo en el Valle, pero de Caldas, no lo había oído mencionar.
Después de dos horas y media de viaje procedente de Samaná, en donde amanecí esta madrugada, a las ocho de la mañana me bajé en la plaza de este municipio caldense.
Por lo que veo, Victoria es un pueblo de pocos años. Casi todas las edificaciones de la plaza principal, incluida la iglesia y la alcaldía, fueron hechas en cemento armado.
Sin embargo, se conservan algunas casas con el estilo de la colonización antioqueña, pero con techo de zinc.
Aquí en Victoria hace calor, estamos más o menos al mismo nivel del Magdalena, entre Honda y La Dorada.
En el costado norte de la plaza, está el Centro Administrativo, de dos plantas y en el sur, la iglesia, pequeña, pero construida con gusto.
Se ve bien cuidada y limpia y tiene una baldosa antigua de diseño hermoso y poco común.
Yo he fotografiado muchos mosaicos, pero estos sí no los había visto nunca. No más por esas baldosas, valió la pena venir.
Lo destacable en Victoria, será la ceiba gigante en el centro del parque, cuyo tallo no lo abrazarían las extremidades extendidas, de tres hombres juntos.
Hermosas ramas, ahora con pocas hojas, se elevan más de 20 metros sobre el piso.
En la panadería ‘El Grano de Oro’, desayuno con huevos pericos, café y almojábana. Lo primario fue que, me sirvieron los huevos con cuchara, como único cubierto.
De todas maneras, este es un pueblo de poco comercio, tranquilo y ordenado.
Tiene una Casa de la Cultura, a una cuadra de la plaza, moderna, pero con un problema de humedades cuando llueve, debido a fallas en la construcción de los techos y sus desagües.
El alcalde de Victoria, hasta el 2015, es el señor Juan Eduardo Caicedo Hoyos y hasta el 2019 Juan Alberto Vargas Osorio.
En este municipio hay en total nueve mil victorianos, de los cuales en el casco urbano viven cuatro mil y los cinco mil restantes son campesinos.
En la esquina de la carrera 5 con calle 9 está una de las pocas casas antiguas que quedan, con paredes y aleros en tabla y techo de zinc.
Victoria de ufana de ser un municipio verde donde los visitantes pueden disfrutar de muchos ríos y balnearios naturales, pues esta es una zona de gran riqueza hídrica.
Buscando un sitio que tuviera vista sobre todo el pueblo, subí a una de las casas altas ubicadas detrás de la iglesia, para fotografiar al menos la ceiba del parque y las torres de la iglesia.
En horas de la mañana, basta subir a los barrios que están arriba en los cerros orientales, para desde allá, formarse una idea del casco urbano de Victoria.
A las diez de la mañana salí hacia el cruce, a 23 kilómetros, en una buseta que anduvo por varias calles buscando los pasajeros, antes de salir.
Ya en el cruce me bajé sobre la autopista Medellín-Bogotá. No quise llegar hasta La Dorada, pues pierdo tiempo y dinero. Además, aquí le pondré la mano a los carros que vea con buen potencial de que me lleven a hasta Medellín.
Continuamente pasan vehículos de todo tipo, creo que no será difícil conseguir transporte.
Al rato paró una buseta semejante a mi Super Carry, pero ésta de fabricación china. Venían allí unos amigos de un barrio de Bello, quienes salieron de Bogotá a las seis de la mañana.
Qué bendito conductor tan correlón. Pero eso sí, el hombre maneja muy bien, en todo el viaje no hubo ningún susto, a pesar que se pasaba a las tractomulas, en el momento preciso.
Di gracias a las 4:30 de la tarde, cuando me bajé de esa camioneta cerca de Zenú. Allí tomé varios buses, para llegar hasta mi casa.
RÍO PONTONÁ
Nace en la Vereda El Bosque y es reconocido porque posee excelentes sitios para la pesca.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20VICTORIA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 38 - julio 28 de 2023
MEMORIAS DE MADRE LUNA
Kassandra Villarreal
Se dice que las leyendas son anécdotas tergiversadas de quienes las han vivido; sin embargo, para Helena Riveira una leyenda tomará forma al descubrir la existencia de legendarias y extrañas criaturas.
Tras un matrimonio fallido y el nacimiento de su pequeña hija, Elizabeth; Helena tendrá que luchar por salir adelante como madre soltera. No obstante, ella deberá enfrentarse a un extraño hombre que asegura ser su amante, uno elegido por la diosa Selene, y que usará como moneda de cambio a Elizabeth para doblegar su voluntad obligándola a casarse con él, y en el proceso, ella descubrirá que este hombre es en realidad el monstruo de una leyenda.
Kenai Lowell, Alfa dominante del clan que lleva su linaje, logra encontrar a su pareja destinada por la Diosa lunar; sin embargo, la joven ha llegado tarde a su vida y es madre de un fruto prohibido: Elizabeth. Ahora, él se verá obligado a tomar a la niña como rehén para usarla como garantía a su favor, y así conseguir dominar a la rebelde y desobediente Helena.
Ambos se verán enfrascados en una lucha de ideales, en donde ella no acepta las leyes que rigen a los licántropos y solo quiere recuperar a su hija, y él no acepta un no por respuesta, llevándolos a cometer errores que traerá consecuencias a futuro, no solo para ellos, sino también para todos aquellos que están a su alrededor.
¿Todavía crees que las leyendas son solo historias inventadas y extravagantes?
Déjate llevar hasta lo más profundo de sus recuerdos; de sus memorias...
Espacio reservado para su poema
No importa si usted no es el autor, si conoce poemas escritos por personas de Victoria o, referentes a
este municipio, ayúdenos a engrandecer esta sección. No olvide enviar los créditos correspondientes.
Por favor envíelo a www.elpensilvense.com
CUENTOS DE COSIACA
· Iba Cosiaca por la calle y al verlo un hombre al que le debía un cuarto, le gritó:
-El cuarto, Cosiaca. ¿El cuarto?
-"Honrar a padre y madre"… -contestó corriendo.
LA MANCARITA
Es una mujer despeinada, de cabello largo, tiene un solo seno en la mitad del pecho y un cuerpo muy peludo. Le gusta vivir en zonas selváticas.
Dicen que en las noches grita de una manera aguda y espeluznante, mientras se acerca a las casas de la zona, Sin embargo, le teme a los animales y a la gente, pues con solo verlos sale despavorida.
La Mancarita también está representada en un salvaje que imita el llanto de la mujer, la voz del hombre y el llanto de los niños, con el fin de llevárselos.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mancarita/
RIO LA MIEL
Es la segunda fuente hídrica más importante del oriente de Caldas, después del río Magdalena. Es atractivo por ser la base para la construcción del proyecto Hidroeléctrico La Miel que se encuentra en su fase final de ejecución, en Norcasia. A su paso por Victoria sirve de límite con Samaná y forma un cañón que posee una buena muestra de flora y fauna nativas de esta subregión.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20VICTORIA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 37 - julio 21 de 2023
INFORME DE CAMPO VICTORIA CALDAS
Luis David Trejos Palomino
ARQUEOLOGÍA AMBIENTAL, INTRODUCCIÓN
Entender los procesos de formación del suelo y el ambiente en el pasado es fundamental para estudiar las ocupaciones humanas arcaicas, es por ello que este informe comprende los sitios estudiados de Victoria Caldas y todo lo que se comprende en él, (como el Magdalena Medio), que si bien, pueden ayudar a indicar cambios en el ambiente en el pasado, también ayudan a entender las posibles dinámicas humanas en el sitio a partir de estos cambios ambientales.
Así pues, entender la actividad humana a partir de los suelos y de los procesos que permanecen “encapsulados” en el ambiente, ayudan a generar una lectura más amplia y correcta del contexto histórico de estas actividades. En este sentido se estudiaron los suelos de los sitios visitados ya que poseen una gran cantidad de historial de actividad humana (como asentamientos humanos y evidencia de artefactos) permitiendo entender la posible interacción entre humano y
medio-ambiente.
El Magdalena
Medio
Por su posición y características geográficas es considerado como la ruta de poblamiento más viable desde el norte hasta el sur. (Reichel-Dolmatoff, 1978; Correal, 1988; Ardila y Polítis, 1989).
Evidencias artefactuales, evidencias de megafauna y flora en el sitio ofrecen recursos para la
supervivencia humana, que generan hipótesis sobre posibles ocupaciones humanas, así también se comprenden otras evidencias (como cuevas, campamentos y las huellas de uso en abrigos rocosos). Esta formación es resultado del levantamiento tectónico causado por la presión
convergente de las placas de Nazca y Sudamericana, que resulta en un piedemonte occidental del
valle del rio de la magdalena, a la altura de los municipios mariquita y Honda, en el Tolima y La Dorada y Victoria en caldas (Bermúdez Restrepo, pág. 1)
Fuente: https://www.studocu.com/co/document/universidad-de-caldas/arqueologia-ambiental/informe-de-campo-en-arqueologia-ambiental/2682720
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EL NUEVE DE ABRIL DE 1948
Alfredo Cardona Tobón
Hace 72 años Alipio Bedoya recorrió las calles de Victoria montado en su caballo rucio gritando a todo pulmón bajo la lluvia: ¡Mataron a Gaitán¡¡Mataron a Gaitán ¡
La triste noticia del asesinato del líder popular reunió a los liberales frente a la alcaldía y en la atmósfera se sentía no solo la rabia y la sed de venganza sino el temor del ataque de las poblaciones conservadoras de la serranía.
Por la radio se azuzaba a las masas, se decía que en Bogotá estaba colgado de un farol el cadáver del presidente Ospina, que los sacerdotes disparaban al pueblo desde los campanarios y que el poder había quedado en manos de los liberales.
A las siete de la noche del nueve de abril se constituyó en Victoria, Caldas, una Junta Revolucionaria presidida por Luis Eduardo Isaza siguiendo el ejemplo de Honda, la Dorada, Santuario, Balboa, Pereira y muchos pueblos, ciudades y villorrios de Colombia.
Pablo Barón en calidad de comandante de la fuerza motorizada de Victoria, compuesta por dos volquetas, un camión y un yip Willys, movilizó avanzadas hacia las veredas y organizó retenes en Cañaveral, San Mateo, Boquerón, Hamburgo y los Mangos para prestar vigilancia permanente y atajar a quienes a la voz de “Alto quien vive” no respondieran en voz alta “Revolución”.
Pero los acontecimientos en Victoria iban atrás de los sucesos nacionales. En Bogotá el Ejercito y los voluntarios chulavitas empezaban a controlar la situación el sábado diez de abril, mientras en el poblado calentano apenas se acercaban los campesinos liberales a ponerse a disposición de la Junta Revolucionaria y a concentrarse en la escuela de niñas donde se constituyó el “Escuadrón de Macheteros” bajo las órdenes de Jorge Villamil.
En las horas de la tarde del día diez de abril Julio Cifuentes vestido de militar, con sable y una boina recorría las calles empedradas en un brioso caballo blanco como si fuera un general de brigada e Isidro Hernández realizaba entrenamientos militares al lado de la ceiba del parque, sin loros ni pájaros ante el atronador ruido de órdenes y toques de cornetas.
Victoria hervía, pero a diferencia de localidades vecinas como Armero donde asesinaron al párroco y en San Diego en donde retuvieron al padre Daniel, en Victoria no se desató la violencia. En la mañana del domingo 11 de abril se celebró una misa campal y el doctor Cataño leyó la Oración por la Paz pronunciada meses antes por Gaitán en la Marcha del Silencio donde se pidió al régimen de Ospina Pérez el respeto por la vida.
Ante los rumores de un ataque, la Junta Revolucionaria solicitó apoyo a sus copartidarios de Honda y La Dorada. A las cinco de la tarde la gente se arremolinó en la calle principal y la banda de música acompañó con sus acordes a cien voluntarios de Honda que llegaban a reforzar las fuerzas victorianas.
A medida que llegaban noticias de Bogotá y Manizales y era evidente el declive del levantamiento popular en todo el país, cundió el nerviosismo en Victoria, cuyos habitantes empezaron a pensar lo peor con las retaliaciones y el desquite de los contrarios. Estallaron crisis de nervios y ante la escasez de víveres y el temor a los conservadores locales, los hombres llegados como refuerzos desde la Dorada pretendieron saquear los establecimientos comerciales de los oponentes políticos, pero fueron detenidos en su intento por la Junta Revolucionaria que no solo protegió los negocios sino la integridad física de los conservadores a quienes asilaron en sus casas.
Para mantener unida la comunidad y bajar el estado de tensión que la agobiaba la Junta Revolucionaria organizó un acto público. Frente a la Casa Consistorial se levantó un tablado y mientras unos vigilaban el resto de la población presenció el espectáculo amenizado por Arcesio Ocampo, Antonio Martínez y otros bambuqueros. El acto concluyó con Chucho Valenzuela, un formidable cuentista que habló de las increíbles aventuras del inglés Alberto Millican, un descubridor de orquídeas, famoso en Inglaterra, que recorrió los Andes colombianos, se radicó en Victoria, participó en la política y murió asesinado en una cantina de la localidad en julio de 1899.
David Jiménez fabricó bombas con cachos retacados con pólvora y metralla y con escopetas decomisadas en el sitio de Marsala el grupo de Boquerón reforzado por el Escuadrón de Macheteros trabó combate con una columna motorizada que avanzaba en medio de la noche. Tras media hora de balacera y de estallido de bombas los victorianos se dieron cuenta que no estaban enfrentados a los conservadores sino a un pelotón del ejército en tránsito hacia San Diego.
Fuente:
https://historiayregion.blogspot.com/2020/04/en-victoria-caldas.html
EL CONEJO Y LA ZORRA
Agustín Jaramillo Londoño
Categoría: Tío Conejo y otros animales
Fecha: tuesday 01 de january del 1963
Una vieja tenía al pie de su casita, en el campo, una huerta en la cual crecían toda clase de legumbres y muchas frutas deliciosas. Y ocurrió de pronto la vieja comenzó a darse cuenta de que le estaban robando y haciendo daños.
–eso debe ser ese maldingo conejo. ¡aguarde y verá! –dijo. y se puso a ver cómo hacía para cogerlo. si lo atisbaba de día, el conejo vea comer de noche. sí lo atisbaba toda la noche, el conejo venía de madrugada, cuando ya a la vieja se le cerraban los ojos del sueño.
entonces la vieja resolvió ponele una trampa. hizo un muñeco grande cera y en la mano le colocó un quesito fresco, que con verlo no más se hacía agua la boca.
al medio día llegó el conejo a robar zanahorias, repollos, remolachas y maicito ¡cuando... vio semejante negro! al principio se asustó mucho... pero al momento vio qu’el negro no se movía y entonces se resolvió a decirle:
–negro... dame un poquito de quesito a ver si está bueno...
pero el negro no se movía.
–¡negro! ¡negro!... dame quesito pa probar...
el negro, en santo silencio.
entonces el conejo gritó:
–¡negro cabezón! ¡que me des quesito!... oí, negro... ¡negro!
aguardó unos momentos y al ver qu’el del quesito no le contestaba, exclamó:
–¿ah, es que no me querés dar? Aguardate ai y verés. si no me das quesito te pego un pescozón, que te dejo viendo un chispero.
dicho y hecho: le dio un golpe con tanta fuerza, que se quedó pegao del muñeco, y por más que luchaba, no se podía soltar.
–largame, negro atrevido –gritaba el pobre conejo–. largame o te pego otro puño más duro todavía...
y recogiendo toda su fuerza le pegó con la otra mano al muñeco. las dos manos le quedaron pegadas.
–largame, maldingo negro. largame o te pego una patada en la espinilla. ¿no me largás? tomá.
y guape, le metió su buena patada, pero la pata se le quedó pegada al muñeco. el conejo jalaba lidiando por soltarse, pero todo era inútil. volvió a amenazar al muñeco con otra patada; el negro, claro, ¡qué caso le iba a hacer si era un simple muñeco!... el conejo le dio la otra patada y ahora sí quedó bien agarrao de patimanos.
a los gritos del conejo que pedía socorro, salió la vieja de la casita trayendo un costal. largó al tío conejo y lo metió entre el costal, mientras le echaba cantaleta sin descansar:
–bandido, sinvergüenzo..., será porque no me has dao guerra, ¡pero al fin te cogí! de ésta sí no te vas a escapar. ¡ya verás cómo ahora sí me pagas las verdes y las maduras! ¿yo te engordé en mi huerta? ¡pues yo te voy a comer!...
el pobre conejo temblaba metido entre el costal y sin saber qué hacer.
entró la vieja a la casita, colgó el costal de un clavo grande que había junto al fogón y montó la olla grande. sacó un cuchillo enorme y filudo y se puso a pelar revuelto para hacer un sancocho de conejo. echó en la olla papas, yucas, plátano verde, chócolos, zanahorias y alverjas. alistó yerbitas para sazonar el conejo y después cogió un machetico viejo que había en un rincón: “¡virgen del Carmen, favoréceme!” –decía pasitico el conejo–. “¡esta vieja me va a matar con ese mugre de machete!” pero la vieja había cogido el machete era pa ise al monte a traer chamizas pa encender el fogón. cuando la vieja salió, el conejo respiró ya un poco más tranquilo y se puso a pensar qué iba a hacer. cuando, en esas, vio que pasaba la zorra por allí cerca.
–¡tía zorra! ¡tía zorra!... –gritaba el conejo.
la zorra apenas miraba para todas partes, a ver quién la llamaba, pero no veía a nadie.
–¡tía zorra! ¡tía zorra!
–¿eh?... ¿quién me llamará?
–¡tía zorra!... soy yo: tío conejo...
–¿a ónde está usté escondido, tío?
–aquí... mire: estoy metido entre esta mugre de costal que hay colgao de la paré...
–¡imposible!
–sí... mire, tía zorra.
la zorra se fue acercando muy despacio, hasta que notó qu’el conejo se movía entre el costal.
–tío conejo: ¡usté siempre es muy ocurrente! ¿qué hace ai escondido? sin duda que está tramando alguna picardía...
–eh, ojalá tiita... esa vieja que me tiene aquí preso.
–no sería porque estaba rezando el rosario...
–no tía, yo no hice nada malo. es que esa vieja me invitó a comer y me puso una gallina gorda, y aquí me tiene y dice que no me deja ir hasta que no me coma la gallina gorda, y usté sabe que a mí no me gusta eso...
–¿verdá? pues vea, tío conejo: si quiere yo me como la gallina...
–si no le choca...
–yo me la como con mucho gusto... pero... ¿cómo hacemos? vea: yo me meto entre el costal y cuando la vieja diga que, si me voy a comer la gallina, yo le digo que bueno. y me la como.
muy bien. convinieron así el plan y la zorra sacó al conejo del costal y se metió ella. el conejo colgó otra vez el costal en la paré y después salió corriendo y se fue.
al rato llegó la vieja con las chamizas, prendió candela, l’echó l’agua a la olla y la montó al fogón. así que el agua estuvo hirviendo a borbotones, cogió el costal y lo vació de golpe sobre la olla. cayó la zorra de cabezas entre el agua, dio un resoplido del dolor y pegó qué alaridos tan espantosos. de tres brincos estuvo fuera de la olla.
la vieja no entendía cómo el conejo se le había volado y por qué había salido del costal una zorra. la zorra, furiosa con la vieja, y la vieja, apenadísima con la zorra, tan apenada tanto, que se fue y le trajo una libra de mantequilla y le dijo:
–tome, tía zorra. Úntese mantequilla en las quemaduras pa que no le ardan tanto.
después le explicó que al que quería sancochar era al conejo porque se le estaba comiendo la huertecita hacía tiempos. la zorra también contó lo que le había dicho el conejo y cómo la había engañado, a ella, que era tan avispada.
–¡nada, tía zorra! ¡es que ese conejo es un diablo! váyase pa su casa y que le unten la mantequilla con harta mañita... con harta mañita, a ver si no bota el pellejo.
salió la pobre zorra, que no daba paso, y se fue camino adelante. cuando... por allá, se encuentra nada menos que al tío conejo.
–¡ah... sinvergüenzo, vagamundo, pícaro... atrevido! ¿conque una gallina gorda, ¿no? aguadarte y verés.
–y el conejo muy tranquilo:
–¿qué le pasó, tía? ¿por qué viene tan estropiada? ¿está mudando el pelo?
–¿mudando el pelo? ¡vos me las pagás! mirá como salí de la olla... ¡de la olla que te tenían preparada pa vos! ¡condenso!
–¿pa mí? ¡imposible!...
y se puso a conversar el conejo y a decile a la zorra que él no tenía ni idea de lo que tramaba la vieja, y que ella era la responsable de todo. y por último le preguntó que para qué llevaba allí esa mantequilla.
–para hacérmela untar en las espaldas... que estoy en carne viva... el conejo puso cara de compasión.
–¡pobrecita! –gemía–. a ver yo le unto la mantequilla...
–pero con harta mañita...
–demás, tía... con harta mañita. agáchese pues...
se echó en el suelo la zorra, bocabajo, y el conejo entonces se le orinó encima. apenas sintió el ardor de los orines la zorra dio un berrido tremendo y salió corriendo como alma que lleva el diablo.
y el conejo apenas se carcajeaba y decía:
–el más collarejo es el que se deja engañar dos veces del mismo conejo...
después, se sentó en una barranquita a comer mantequilla y a riese... a reíse y a comer mantequilla, muy tranquilo.
LA MADRE DE AGUA
Es un ser anfibio que prefiere vivir la mayor parte del tiempo bajo el agua. Allí, en las profundidades de los ríos, entre las algas, recorre sus viviendas de obsidiana y de despojos de crustáceos. En este lugar, como una ninfa acuátil, apoyada en un bastón de coral, desteje la red de su amargura. Con la mirada perdida busca a su joven amante indio, al hijo que fuera arrojado a la corriente por el abuelo español que nunca aprobó su amor por el aborigen.
Madre del río, pequeña sonámbula de los silenciosos arrecifes, además de su inclinación por la transparencia, las nubes y los pájaros, la Madre de Agua desea a los niños. Con sonidos de caracol, con mensajes de mariposa de cristal, con ramos de flores blancas que alumbran en recámaras de sílice, los atrae hasta el borde del río.
Aquellos que han visto los visajes de su rostro, en los espejos del agua, enferman y sin poder olvidar corren al abismo en busca de los cabellos de oro y del espejismo de la cantora de ojos azules.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-madre-de-agua/
LOS PANTÁGORAS
Los indios Pantágoras eran guerreros esencialmente, en defensa de sus terrenos se enfrentaron a sus vecinos lo Panches, Gualíes y los Colimas en combates feroces. Por lo extenso de su territorio, se les llegó a denominar NACION PANTAGORA, porque comparados con los Quimbayas, Pijaos, pozos y Armados, dominaban en terrenos dos o tres veces mayores, imponiendo costumbres. Bajo su dinámica se fueron levantando otras tribus menores que respondían a sus principios y creencias. En la Zona de Oriente de Caldas, se formaron tres tribus con las mismas costumbres de los Pantágoras, estas fueron LOS AMANIES, LOS SAMANAES Y LOS MARQUETONES. Otro grupo recibió el nombre de los Palenques, debido a sus fortalezas construidas en forma de Palenques para resistir el ataque de los españoles. Todos ellos eran descendientes de los Indios Caribes y por tal RAZÓN CONSERVABAN SU ESPÍRITU GUERRERO. Los Pantágoras acostumbraban a deformar el cráneo con tablillas que lo apretaban duramente y algunos se hacían una corona inmensa en la cabeza, en señal de valor, estos recibieron el nombre de CORONADOS. Como no cultivaban el algodón, cosa que sí hacían los Panches y otras tribus vecinas, la mayoría del tiempo, se la pasaban desnudos o cubiertos apenas con pequeños taparrabos que confeccionaban en forma rudimentaria. En las Fiestas que eran escasas, se tenían el rostro de achiote y se teñían de negro. Aunque no tenían un cacique que les ordenara lo que debían hacer o que pusiera orden en la Tribu, se guardaban respeto entre todos, no ofendiéndose. Sus viviendas eran inclinadas. Las sepulturas las construían en el interior de sus casas. Cuando morían colocaban su cuerpo en una hamaca y prendiéndole fuego en diferentes partes, hacían huecos pequeños para que allí cayera la sangre, luego lo colocaban envuelto en varias mantas en un ataúd que ellos mismos hacían en 13 forma tosca, pero no lo enterraban inmediatamente. Lo conservaban entre los suyos y cuando el cuerpo estaba bien seco lo enterraban en su propia vivienda. Lo que variaba poco entre las diferentes tribus eran las costumbres alimenticias. Mientras los Amanies practicaban la Antropofagia, Los Pantágoras no comían carne humana, es más condenaban a quienes la consumían. Los Amanies suplían la falta de sal con el ají o con el agua salobre de ciertas fuentes”. Para conservar fresca la carne humana, la secaban al fuego y la guardaban molida en tarros de guadua “ de donde la sacaban a la hora de las comidas.”. Como cultivaban en sus propios huertos maíz, papa, frutas, verduras, plátanos, preparaban sus alimentos con estos productos. Además, se alimentaban de hojas de zapallo y de cogollos ternos cocidos. Bebían un vino especial que extractaban en forma rudimentaria de la palma real. Con el maíz hacían arepas, bollos y mazamorra y además la chicha era sus bebidas preferidas. Los alimentos los preparaban en vasijas de barro, que ellos mismos fabricaban en sus labores de orfebrería. Complementaban su alimentación con la caza de animales salvajes, además de practicar la pesca. Los autores de la Monografía de Samaná sostienen que cultivaban naranjas, guayabas, aguacates y bananos. Los Samanaes contraían matrimonio con sus mujeres bajo los ritos indígenas, pero podían tener varias esposas. Según el número de hermanas tuviera cada indio. Entregaban sus hermanas a cambio de otra mujer perteneciente a la misma tribu para hacerla su esposa. La estabilidad en el matrimonio dependía de las buenas relaciones sexuales, no de los lazos afectivos, establecieron causales de disolución matrimonial. Entre ellas se puede mencionar la poca atención de la mujer a la presentación del marido, su inexperiencia para cocinar, el no cuidar a los hijos y su falta de sensibilidad para pintar. En cambio, el adulterio no era considerado falta grave, este era permitido siempre y cuando se realizara con indios de la misma tribu. Respecto a las armas, era común el uso de grandes arcos que disparaban flechas envenenadas con el cocimiento de animales ponzoñosos. Cavaban zanjas hondas y allí colocaban dardos y estacas de guaduas que servían de trampa a los enemigos, eran tan valientes que prefirieron echarse al río, antes que darse por vencido antes los conquistadores. Sus viviendas eran verdaderas fortalezas, eran construcciones levantadas en las cimas de los montes, resguardadas por gruesos tablones que impedían el fácil acceso del enemigo. Esta fue la razón por la cual a los españoles les dio tanto trabajo someterlos, como si esto fuera poco a las casas les hacían pequeñas troneras de donde podían disparar sus flechas contra los invasores, sin que éstos pudieran verlos. Se han encontrado algunas urnas funerarias, elementos de orfebrería, cerámicas de uso decorativo, recipientes domésticos, volantes para hilar rodillos hachas de piedra, y estampadas. Los recipientes domésticos encontrados tienen forma ovoidal y alcanzan hasta medio metro de altura. A orillas del río Samaná cerca del corregimiento de Arboleda, bautizada como el poema de Samaná que tien4 casi 4 metros de altura y en ellas se encuentran talladas, como un mosaico, figuras geométricas, plantas humanas, pequeñas hojas y un grupo de figuras indígenas en diferentes tamaños que, según los entendidos por su acabado, demuestran el uso de finos buriles para realizarlos.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20VICTORIA.pdf
RIÓ GUARINÓ
El nacimiento de este río es en la vereda El Páramo del municipio de Marulanda; su cauce baña tierras de los municipios de Manzanares, Marquetalia, Victoria y La Dorada, hasta desembocar en el río Grande de La Magdalena. En buena parte de su recorrido define el límite geográfico con el departamento del Tolima. A su paso por Victoria es utilizado para la pesca y el canotaje (tramo bajo); en sus cercanías se ubican San Pedro y la hacienda Santa Clara que son frecuentemente visitados y poseen zona de camping.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20VICTORIA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 36 - julio 14 de 2023
Diversidad de reptiles asociados a tres áreas contrastantes en un bosque seco tropical (La Dorada y Victoria, Caldas).
FLOREZ JARAMILLO, Luz Angela y BARONA CORTES, Eliana.
rev. cienc. [online]. 2016, vol.20, n.spe, pp.109-123. ISSN 0121-1935.
En la actualidad los bosques secos tropicales constituyen uno de los ecosistemas más amenazados en el Neotrópico. Así mismo, la diversidad faunística y en especial el grupo de los reptiles que alberga este ecosistema es pobremente conocida. El objetivo fue caracterizar la diversidad de reptiles de la hacienda La Española (Caldas, Colombia). Se diferenciaron tres unidades de paisaje: áreas de minería, sistemas silvopastoriles y áreas de bosque. Se implementó el muestreo de relevamiento por encuentro visual (REV). En el área de bosque se obtuvo el mayor número de especies (18) y mayor registro de individuos (108) en comparación con el sistema silvopastoril (16 especies, 44 individuos) y el área de minería (12 especies, 38 individuos). Las curvas de acumulación de especies y los indicadores de riqueza evidencian que se requiere un mayor esfuerzo de muestreo para caracterizar la comunidad de reptiles en su totalidad. La estructura y composición de reptiles fue significativamente diferente entre la cobertura boscosa y las zonas intervenidas, sin embargo, la presencia de cerca del 50% de las especies en los tres hábitats revelan la importancia de empezar a evaluar los diferentes tipos de coberturas (naturales y transformadas) que componen el paisaje y dilucidar cómo estos podrían constituir un elemento importante para la conservación y manejo de la diversidad en paisajes seminaturales
Palabras clave: fragmentación; minería; silvopastoril; reptiles; bosque seco.
Fuente:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0121-19352016000300006&lng=es&nrm=iso
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LA RISA DE LAS MULAS
Era Pedro Rimales arriero, y en ese trajinar tenía un colega con el que se hacían chanzas pachunas.
Pedro y su colega tenían cada cual su recua de mulas, y en una ocasión se encontraban en una posada donde iban a pasar la noche.
Se acostaron temprano, y a media noche se paró el colega y fue al corral donde estaban las mulas de Pedro y les cortó la cola; en la madrugada se levantó Pedro y al ver lo ocurrido, fue al corral de las mulas del colega y les cortó los labios.
Cuando se levantó el colega, le dijo a Pedro:
__ Oiga Pedro, que le pasó a sus mulas que se les cayó el rabo.
__ No sé; pero lo que me tiene arrecho es que las mulas suyas se están riendo de las mías. Vaya cállelas
LA ENTACONADA
“PILAS PUES MIJO QUE DE PRONTO SE LE APARECE LA MECHUDA ESA”
La advertencia nunca sobra, es una manera de alejar un peligro inminente que junto con persignarse y darle un beso a la santa cruz que se carga colgando en el cuello, aleja las malas compañías y especialmente las malas apariciones que andan siempre atentas y a la caza de incautos que se atreven a jugar con el mal sin saber que, con tanto fuego, seguro hay gran quemadura.
La entaconada o la mechuda es la representación de la belleza femenina que abunda por las montañas y ríos de la geografía colombiana, especialmente en las altas y escarpadas montañas del departamento de Antioquia, lugar en donde arrieros colonizadores sin miedo a nada, pero con fidelidad al altísimo, abrieron caminos para que el mundo que había pasado el océano, pudiese traer sus progresos a estas tierras tan creyentes pero tan alejadas de lo nuevo en épocas en todo parecía añejo.
Esos arrieros que con un brazo consentían a su amorosa ninfa y que con el otro dominaban la rula, con su valor cortaban maleza, tumbaban monte y con el hacha hacían de la madera la materia prima para su arquitectura única y amplia porque su prole nunca dejaba de ser numerosa.
Esos mismos arrieros gozaban de un tiempo de descanso luego de largas faenas de agricultura, ganadería y emprendimiento y las noches pasaban con un lento tic tac del reloj entre el tapetusa y el aguardiente, la guitarra y los cantos que comenzaban a destemplarse con el número de las copas que se alojaban entre pecho y espalda.
En medio de la alegría aguardientera se escuchaba un taconeo que lograba apaciguar la música, pero acelerar las pasiones de los hombres, entonces aparecía la mujer más hermosa jamás vista por esas tierras, una mujer que parecía ser de aquí y de allá pero que nadie podía asegurar conocer su procedencia.
¡Cuidado con la entaconada!, así vociferaban algunas viejas beatas desde los balcones mientras se daban la bendición y pedían que bajaran la música porque muy temprano en la mañana debían levantarse para la misa de seis, muchos preferían hacer oídos sordos a esas viejas cansonas y seguir disfrutando de las mieles del romance mientras rodeaban con sus brazos abridores de trochas el cuerpo delicado y provocativo de la aparición celestial.
Ya las cantinas no eran lugar para un romance más avanzado porque, aunque esos eran sitios de perdición, quienes lo frecuentaban aún sentían temor de Dios y pagando sus cuentas o poniendo su firma por lo fiado en un cuaderno, se iban para sus casas rezando por la suerte de quien con la entaconada se alejaba.
La hermosa mujer se ponía muy cariñosa con su nuevo galán pero su cuerpo comenzaba a adquirir el tamaño de una bestia, era tan demoniaca su figura que hasta el más bravo de los arrieros quedaba paralizado como animalejo en trampa montañera, entonces la macabra mujer ya no taconeaba, sus pezuñas eran las mismas patas del maligno y los incautos hombres aparecían muertos a la orilla del río o simplemente golpeados a más no poder, muchos de los que sobrevivieron, todavía pierden el control y parecen poseídos cuando escuchan el sonido de un par de tacones; eso pasa por no tener presente ese: “cuidado con la entaconada”.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-entaconada/
COMIDAS Y BEBIDAS TIPICAS
Nuestra cocina proviene de los indígenas que cultivaron el maíz, de los conquistadores españoles que trajeron el cerdo, de los colonos antioqueños que nos enseñaron a cultivar y preparar el fríjol, de un grupo de emprendedores que implantaron el café, de nuestras inmensas posibilidades del trópico de producir frutas y vegetales y de los tecnicismos modernos que nos han enseñado a conservarlos.
GUACAMOLE
Receta adoptada de la tradición mexicana y perfectamente adaptada a nuestros hábitos alimentarios actuales. Es una interesante mezcla de aguacate y cebolla, que, junto con los otros ingredientes, le confiere un gusto especial e intenso al plato. El aguacate es un fruto tropical cultivado en victoria y que lo hace famoso, es así como el guacamole se produce en Victoria y se comercializa en conservas hacia las diferentes regiones del país.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20VICTORIA.pdf
RÍO DOÑA JUANA
Principal recurso hídrico de Municipio; nace en la Vereda La Italia y desemboca en el río Magdalena. Es la fuente básica para abastecer algunos acueductos rurales y el acueducto de la zona urbana. A su paso por el territorio local va conformando un paisaje de gran belleza que es reconocido por propios y visitantes. En este sentido, es permanentemente utilizado para actividades recreativas como la pesca y el baño en sus aguas cristalinas.
El Pensilvense
Edición No. 35 - julio 7 de 2023
ABRAZANDO EL MIEDO: EL COMBUSTIBLE PARA CRECER Y SUPERAR NUESTROS LÍMITES
Carlos Andrés Negrette Bolívar
El #miedo es una emoción universal que todos experimentamos en diferentes momentos de nuestras vidas. A menudo, se nos enseña a evitarlo y verlo como una debilidad. Sin embargo, te invito a considerar una perspectiva diferente: el miedo puede ser un motor poderoso que impulsa nuestro crecimiento personal y nos permite superar los límites humanos.
Enfrentar el miedo nos ayuda a desarrollar resiliencia y determinación. Cada vez que superamos un obstáculo o nos aventuramos en lo desconocido, fortalecemos nuestra confianza en nosotros mismos. El miedo se convierte en una señal de que estamos en el camino correcto, desafiándonos a crecer y expandir nuestros límites.
El miedo nos empuja fuera de nuestra zona de confort y nos desafía a enfrentar lo desconocido. Cuando nos atrevemos a abrazar ese sentimiento incómodo, descubrimos una fuerza interior que ni siquiera sabíamos que poseíamos.
Observa a aquellos que han alcanzado grandes logros: líderes inspiradores, artistas talentosos o atletas de élite. Detrás de su éxito, encontrarás historias de miedo y superación. Han aprendido a convertir su miedo en combustible, utilizándolo como una fuerza impulsora para alcanzar niveles más altos de excelencia.
Además, el miedo nos ayuda a aprender lecciones valiosas. Cada vez que nos enfrentamos a un temor, adquirimos experiencia y sabiduría. El miedo nos enseña a ser más humildes, a apreciar los pequeños pasos hacia adelante y a perseverar incluso cuando las cosas parecen imposibles.
Entonces, en lugar de evitar el miedo, te animo a abrazarlo. Permítele ser tu guía en el camino de crecimiento personal y profesional. Reconoce que el miedo es una señal de que estás desafiándote a ti mismo y que estás dispuesto a ir más allá de tus límites autoimpuestos.
Recuerda que el crecimiento ocurre fuera de tu zona de confort y que el miedo es un compañero constante en ese viaje. Atrévete a enfrentarlo, a aprender de él y a utilizarlo como un catalizador para alcanzar tus metas más ambiciosas.
Espacio reservado para su poema
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