El Pensilvense | Ediciones septiembre de 2023
Director: Abelardo Cano
Contacto: elpensilvense@gmail.com
Cel: 300 601 9901
El Pensilvense
Edición No. 42 - septiembre 20 de 2023
Salamina Caldas
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Himno de Salamina
https://www.youtube.com/watch?v=rPu8j_V9Ayg
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Pavimentación del Parque de San Félix
https://www.facebook.com/alcaldiasalaminaconstruyendoconfianza/videos/6008469825926137
SALAMINA Y LA LITERATURA
Con la publicación del libro Historias médicas de una vida y una región reimpreso después de 63 años por los descendientes del doctor Jaime Mejía Mejía, Salamina cuna de cultura, recuperó una de sus más importantes producciones literarias. En la literatura, diferente que en la arquitectura, la destrucción y la salvaguardia, tienen un impacto diferente: un libro se reimprime, pero un edificio desaparece dejando un vacío insuperable.
La importancia de este libro radica hoy en ser la voz de un testigo de la Colonización Antioqueña, todo aquel que quiera conocer ese fenómeno social más allá de unos problemas alrededor de unas concesiones de tierras como se propagó equívocamente y por varias décadas hablando de la lucha entre el hacha y el papel sellado, en la obra del doctor Mejía encontrarán una ventana abierta de par en par donde, con inteligencia y un lenguaje original, este hombre nacido de 1861, describe su vida desde un ángulo médico que automáticamente suplanta la usual egomanía de las autobiografías. Mejía, así como lo afirma en el título de su obra, teje una historia ligada al transcurrir de sus años; de su terruño en plena fase fundacional y la articulación de estos dos bloques dando como resultado una visión, que se podría calificar como moderna, de hechos del pasado que conocemos solamente fragmentados por la historia tradicional.
Mejía con ojos abiertos describe una región perfectamente ligada a lo rural donde la faena agrícola se traslapa con la investigación científica de forma natural sin crear turbulencias o ser producto de la excentricidad. Vive Mejía algo que es típico de nuestra mentalidad antioqueña: la naturaleza que deja honda huella en nuestra alma por medio del trabajo en el campo. Leo a Mejía y se me viene a la mente mi abuelo Jorge Hoyos Robledo y como el sentía toda una cosmovisión alrededor de las fincas y lo que crecía y sucedía en ellas. Plantea Mejía una ecología que dista de la actual, ya que surge de otra inquietud, pero coincide en la conclusión que se centra en proteger.
Al ser militante del partido liberal, las descripciones que hace de las guerras civiles acontecidas en la región como la del 76 o la del 85, enriquecen nuestro conocimiento de esos hechos constituyendo una especie de historia política de la Colonización Antioqueña que no se ha podido decantar debido a la falta de información como la que ofrece este testigo presencial.
El leguaje usado por Mejía es difícil de definir y con decir que es castizo no se capta la esencia. Tiene Mejía un talento para narrar y se podría decir que en él se perdió, así como se perdió en su coterráneo Juan B. López, unos grandes narradores. La razón es sencilla: estos señores no le dieron la importancia que hoy le damos a este género. Ellos se desgastaron escribiendo en periódicos debatiendo la política diaria, aplazando seguramente la redacción de unas obras duraderas y de envergadura. Ambos finalmente hicieron el intento, pero las 400 páginas que nos dejaron cada uno, no soportan el peso de los miles que regaron en docenas de periódicos de las más variadas cualidades y orígenes, fungiendo sus libros como llamativas muestras de lo que pudiera haber sido. Leer a Mejía es leer a Tomás Carrasquilla, es leer a Rafael Arango Villegas, solamente que tratan de temas opuestos, los une eso sí, la idiosincrasia antioqueña. Complementa Mejía la visión de estos grandes de las letras nuestras aportando la visión médica que no se limita al cuerpo, sino palpa el alma. Comparten estos hombres el humor traducido en cariño que le tienen a los protagonistas de sus novelas. Ellos escriben con pasión, pero no son categóricos; juegan con lo colectivo y lo individual de los móviles de los hechos que viven sus personajes y traslucen sentir una gran satisfacción al hacerlo.
Leer a Mejía es hacer un viaje a pie por el alma antioqueña y las montañas agrestes que le sirven de hábitat y en ese recorrido conocer una sociedad en plena ebullición que estaba acumulando las vivencias para sustentar mitos y convertirse en leyenda.
Muere este apasionado médico en 1952 dejando atrás un legado que se funde con las construcciones en bahareque del maestro Eliseo Tangarife; las directrices del padre Barco; los poemas de doña Agripina Montes del Valle y el ímpetu del Batallón Salamina y que resuena con alegría a medio día con las campanadas de la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción.
Si para celebrar los 150 años de la fundación de Salamina sus líderes, incluyendo al médico Jaime Mejía, se habían propuesto realizar 66 obras y empezaron 7 años antes a planificar y tramitar su realización, hoy, que no existe un comité de importancia siquiera, con publicar la obra de este gran hombre, la familia Mejía que patrocinó este trabajo editorial, puso una marca importante para ambientar esa destacada fecha. A ellos todos les doy las gracias por escoger al libro como elemento para cimentar esta diciente fiesta.
Fuente:
https://www.lapatria.com/opinion/columnistas/pedro-felipe-hoyos-korbel/salamina-y-la-literatura​
DE REPENTE
Uriel Giraldo Alvarez
De repente
las cosas que detesto me apasionan y soy feliz
acudiendo puntual
al trabajo
y tomar el urbano
es una grata experiencia
y el olor en los buses
es un olor de fiesta
y de pronto
mirando por entre los altos edificios
me percato
de que el sol brilla y
las nubes se estremecen
con su cálido cosquilleo
y se explayan eufóricas
y yo me pongo eufórico
y me da por hablarle
al compañero de asiento
y preguntarle por su mujer y sus hijos
Él me habla
de su niña que va a la escuela y ya deletrea su nombre
pienso entonces en los niños
que bellos son los niños
dónde han estado
que apenas ahora me doy cuenta de lo bellos que son
Sonrío
El mundo es distinto
Sonrío
La gente me mira
sorprendida
Yo me sorprendo de sus
rostros
que secos qué fríos
que lúgubres sus rostros
Mentalmente repaso
la vida de esos rostros
repletos de soledad
en sus tripas y en sus almas
aún llevan su diaria
pesadilla
rígidamente ceñida en sus rígidas miradas
Se me trueca entonces
la ternura en compasión
y compasivamente los
comprendo
mientras me va inundando
la tristeza.
CUENTOS DE PEDRO RIMALES
Por allá más adelante, topó Pedro Rimales un hombre que llevaba una manada de marranos y le dijo:
-¿Pa ónde vas con mis marranos? ¡Aguardate y verés!
-¿Sus marranos? ¡Más harto! Estos marranos no son suyos. Son de un señor que los manda a vender a la feria.
-¡No m’hijo! Estos marranos son míos: mire la marca y verá.
-¿Y qué marca tienen?
- Un hoyito debaju’e la cola.
Miraron la marca en cada marrano, y, como todos tenían, el arriero los entregó y se fue de guida, no fuera y lo cogieran andando con marranos robaos.
Entonces Pedro Rimales se fue pal pueblo y los vendió a la carrera, pero puso la condición de que le devolvieran las colitas apenas los mataran.
Se fue con las colitas y las enterró en un pantanero muy grande y muy espeso que había en la entrad’el pueblo. De ai mandó llamar un carnicero y le dijo, mostrándole las colitas:
-Vea, hombre, los marranos que traia pa la feria. Yo que tenía que venderlos temprano pa volverme pa la finca. No me puedo demorar. ¿Usté por qué no los saca? Yo se los doy baraticos, pa que los desentierre.
El carnicero le ofreció la mitá de lo que pensó que valían, carculando por el tamaño de las colas. Pedro Rimales le aparó la caña y se largó.
El carnicero le mandó la razón a su ayudante pa que se viniera con unos recatones. Así que el ayudante vino y se metió a sacar el primer marrano, jaló la colita y se quedó con ella en la mano:
- ¡Tan podridos! – gritó.
-Podrido tarés vos! ¡Si se acaban d’enterrar!
Metieron las palas y recatones y no toparon nada.
-Ve aquel desgraciao, como me engañó. Aquí como que el único marrano que hay soy yo.
LA PIEDRA DE LOS MATRIMONIOS
Era una pareja joven de enamorados que estaba dispuesta a casarse y tener hijos, pero sus padres se interponían.
Los animales también son víctima de este espanto, que grita tan fuerte que los hace confundir al gritón con el arriero que los guía. Los jóvenes decidieron escaparse. Caminaron sin descanso hasta que llegó la noche y se refugiaron cerca de un camino conocido hoy como como el páramo de Bordoncillo.
A media noche mientras dormían escucharon una campanita, se despertaron y fueron a ver qué era. Había una capilla iluminada y abierta, ellos entraron. Allí había un sacerdote, así que decidieron casarse y refugiarse en la iglesia, pero al siguiente día quedaron convertidos en piedras.
Desde aquel día, a la salida de la iglesia, se ve a los novios y a un sacerdote convertidos en piedras. Y a este lugar llegan cientos de parejas que prenden velas rojas para pedir por su pronto matrimonio.
SALAMINA, UNA MIRADA A LA HISTORIA DE LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA
Por: Alfredo Molano
Parte 3 de 5
Un negro sabio me dijo un día en El Charco, Nariño, que para conocer un pueblo había que comenzar por la iglesia. Así hice en Salamina. No es una iglesia simple, como las de sus pueblos hermanos, sino una catedral construida en 1865 por Michel Martin, ingeniero inglés traído al país por la empresa Casa Gold Schmidt para explotar las minas de oro de Marmato y Supía. Las vigas interiores de la nave central son de 18,65 metros; la cúpula mide 34,40 metros. Es basílica menor y como tal tiene obispo: a la derecha del altar mayor están los emblemas del Papa, las llaves del reino y la tiara pontificia.
El órgano, de 320 flautas, fue fabricado en París; las campanas tienen en su aleación oro y piedras preciosas; la custodia y la corona de la Virgen –que están en la bóveda del Banco de la República– son de oro macizo. Es la catedral con la luz más amplia de toda la América hispana. En los corredores paralelos se encuentran, en sendos altares, dos imágenes muy queridas por los fieles: Jesucristo crucificado y la Virgen de las Mercedes. Es extraño que a los lados de cada uno de estos altares haya compases y triángulos, insignias de la masonería. El secreto está en que bajo el altar mayor se reunía en un patio discreto el Círculo Literario, que pertenecía a la logia de la zona.
La basílica tiene una obra de madera portentosa hecha por el maestro Eliseo Tangarife y sus discípulos a principios del siglo pasado, siendo cura párroco José Joaquín Barco Ángel. La pieza más valiosa y trabajada es el púlpito, labrado en madera de cedro rojo y decorado con una vid tallada sobre los pasamanos. El artesonado, el altar mayor y los confesionarios son todos hechos con cedro rojo, lo que da una sensación de armonía y unidad al conjunto.
Al salir de la catedral se entiende por qué Salamina es llamada “ciudad luz”. No porque se parezca a París, aunque en la mitad del parque tiene una pila de agua copia de la que hay en la plaza de la Concordia, traída en bueyes desde Honda, atravesando el páramo de Herveo. La razón es simple: la luz estalla. Uno se siente tentado a resguardarse de nuevo en la basílica como un pecador arrepentido, tentación que pasa cuando se observan las 14 manzanas muy bien conservadas que componen el casco antiguo del pueblo.
Fuente: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16283839
EL KIOSCO PLAZA PRINCIPAL
Los arabescos y filigranas y calados en madera han revivido la ornamentación del cemento que preside el kiosco para la buena presentación del parque y la 26 realización de los diferentes actos para los pueblos Salamineños. Fue remodelada por el señor Fabio Galvis con la colaboración de Carlos Londoño y Carlos Herrera.
Fuente: https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20SALAMINA.pdf
¡Hola amig@s!
No deseo ser una imagen en una pared, quiero ser un representante de nuestra región en el Concejo Municipal, hablando, respaldando, reclamando y velando por lo nuestro; siendo la voz de mis coterráneos de San Félix - Salamina que, desean defender a capa y espada los derechos adquiridos por ser miembros de esta comunidad.
¡Gracias por su apoyo!
UNIDOS SÍ PODEMOS
El Pensilvense
Edición No. 41 - agosto 30 de 2023
Salamina Caldas
-
Himno de Salamina
https://www.youtube.com/watch?v=rPu8j_V9Ayg
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Pavimentación del Parque de San Félix
https://www.facebook.com/alcaldiasalaminaconstruyendoconfianza/videos/6008469825926137
Jorge Enrique Esguerra Leongómez
Ciudad Luz
Salamina, al igual que todo el territorio colonizado por antioqueños, conservó y aún mantiene rasgos de sus costumbres originarias. En esta población, la llamada cultura “paisa”, sin embargo, comenzó a tener desde muy temprano visos de autonomía en sus manifestaciones literarias y artísticas, los mismos que influyeron en la constitución de los valores caldenses. Se le ha dado el nombre honorífico de Ciudad Luz, porque esos aportes le han valido un reconocimiento más allá de sus fronteras regionales. Literatos de gran valía tuvieron allí su cuna, entre muchos, la poeta Agripina Montes del Valle (1844-1915), el investigador médico y escritor Emilio Robledo Correa (1877-1962), el cronista y narrador Juan Bautista López (1869-1936), el poeta y prosista Tomás Calderón (1891-1955) y el presbítero e historiador Guillermo Duque Botero (1913-1989).
Además, el campo en el que Salamina hoy recibe reconocimiento, incluso internacional, es en el de su patrimonio construido, sustentado en un sistema liviano y flexible, el bahareque, que se consolidó en esa región debido a su resistencia en los fuertes eventos telúricos. Así, dentro del marco de una “cultura sísmica local”, sus artífices principales, constructores empíricos, supieron interpretar cabalmente las influencias estilísticas que llegaban fundamentalmente de Europa, gracias a los intercambios establecidos por la exportación de café. Por eso, su resultado no puede ser considerado como herencia antioqueña, sino que tiene su desarrollo propio en Caldas, en cuyo ámbito a Salamina se la ha considerado como exponente calificada. Hoy, sus emprendedores habitantes propenden por mantener ese invaluable patrimonio construido, que está amenazado por el mal entendido “progreso”, que ha llevado a destruir edificaciones históricas en beneficio de lo nuevo, así como por los agentes patógenos y el inexorable paso del tiempo.
Bibliografías:
[1] Manuel Uribe Ángel, Geografía general y compendio histórico del Estado de Antioquia, Imprenta de Victor Goupy y Jourdan, París, 1885, p. 379.
2 Juan Bautista López, Salamina. De su historia y de sus costumbres, Biblioteca de Escritores Caldenses, Manizales, 1944, t. 1, p. 13.
3 El presbítero Guillermo Duque Botero, quien aporta las fuentes escritas, erróneamente niega la “traslación” al desconocer la tradición oral, además de la realidad geográfica, porque afirma que las dos localidades, Sabanalarga y Encimadas, eran la misma (Guillermo Duque Botero, Historia de Salamina, Biblioteca de Autores Caldenses, Manizales, 1974, t. 1, pp. 35-39).
4 Hemos demostrado cómo los propios documentos escritos que aporta el padre Duque para tratar de negar la “traslación” lo que hacen es corroborar la tradición oral, además ratificada por las cartografías antiguas. (Jorge Enrique Esguerra y Beatriz Sierra, Caminos y fundaciones. Eje Sonsón-Manizales, Editorial Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2018, pp. 143-152.
5 Jorge Enrique Robledo Castillo y Diego Samper, Un siglo de Bahareque en el Antiguo Caldas, El Áncora Editores, Bogotá, 1993, p. 42.
6 Rafael Pombo, “Las sacerdotisas. Conversación á propósito del libro de la señora Montes del Valle. Prólogo”, en Agripina Montes del Valle, Poesías de Agripina Montes del Valle, Imprenta de Vapor de Zalamea Hermanos, Bogotá, 1883, t. 1, p. iii.
Fuente:
https://www.revistacredencial.com/historia/temas/salamina
ACAPITES
Álamo D’Zubia
“…Oh viajeros del tiempo!
leeréis los relatos de la bella virgen,
la Princesa amada de los Quimbaya,
ahí, entre frailejones, rocas y témpanos,
los espíritus que moran el Tabuchía
os contarán las purezas de Ipiaré-Ebachí…”.
“…Acompaña ahora, Cóndor, a este poeta
que hurga con vehemencia las valijas del tiempo
por si acaso en ellas hallara siquiera vestigios
de aquel pueblo bravío, que fuera tragado
por las fauces inconmensurables del olvido.
¡Ah! Mi extinto pueblo Carrapa,
¿Por qué caminos de incertidumbre…”
“…Canta, Lira mía, con sones de fiesta.
Vierte tu hilaridad sobre este territorio
que una vez, con generosidad, acogió
a ese pueblo ya desvanecido…”
“…Su mente se puebla de imágenes aborígenes.
Aparece, Chuscurucua, oteando con sigilo
entre el ramaje de un cámbulo apasionado
y, Sanguitama, desde la cima de un peñasco
apunta sus flechas contra los fantasmas
abominables del invasor…”
“…Tropieza su visión, un poco más allá,
con la mirada de Chambiricua, anhelante,
hilvanando la esperanza de un renacer
para el pueblo Picara y su tradición.
Tras las neblinosas cortinas del tiempo,
enfermos de olvido, heridos de soledad,
Ancora y Aupirimi interrogan la inmensidad…”
“…y retumba el grito angustioso y angustiador
que se fuga de las entrañas del pueblo Pozo
tras cada tarascazo con que los canes asesinos
desgarran músculos y miembros aborígenes.
Ahí está, erguido, derrotado pero erguido,
el magnífico Pimaraque…”.
“…tal vez el espíritu Pozo
juguetea al son de las sinfonías de la luz…”
“…En otra cumbre, nostálgico, sin aliento,
sobre las laderas del Paucura,
yace Pimaná apacentando sus recuerdos…”
“…Acude aquí, ahora, Cóndor amigo.
Señor de los silencios. Amo de las alturas.
Mira cómo el caudal de mis añoranzas
se topan, entre estas breñas amadas,
con el esplendor del pueblo Cuy-cuy .
Ve el áureo brillo que engalana sus gentes…”
“…Se testigo, cóndor amerindio,
del valor de estos hombres excelsos
que bajo ninguna tortura entregó el secreto.
Exalta, Cóndor, a Pipintá y su pueblo:
Por su orgullo, su hidalguía, su dignidad…”
CUENTOS DE PEDRO RIMALES
Iba Pedro Rimales recorriendo, cuando lo acosó una necesidá de las grandes. Muy tranquilo se fue ensuciando en medio del camino y de ai se quitó del cuello el pañuelo rabuegallo y tapó con él lo que había hecho. Después se quitó el sombrero, lo puso encima con harta mañita, y se sentó al pie a esperar…
A nada pasó un hombre en un caballo muy bonito y Pedro Rimales le dijo:
–Oiga, mi dón: hágame el bien y me presta ese caballo un momentico yo voy a traer una jaula. Acabo de coger aquí el pájaro más lindo del mundo: el pajarito de los siete colores. Vea: bájese y ponga la mano aquí, encima del sombrero, no vaya y se me vuele.
El hombre le prestó el caballo y Pedro Rimales se montó. Pero antes de irse, le encargó otra vez:
–Allá se lo dejo, pues; no me demoro. ¡No me lo vaya a dejar volar… Cuidao!
–Váyase tranquilo, señor.
Pedro Rimales le pegó un fuetazo al caballo y salió despedido, Y el otro ai, en cunclillas, esperando.
Pasó mucho rato y él ai… hasta que le fue dando como dudita; "ej,
ese sería que se robó el caballo? ¿Demorase tanto? Ej, ¿qué será que no aparece…? Yo siempre voy a ver ese pajarito de los siete colores…
Y ai mismo fue levantando el ala del sombrero con mañita, hasta que tocó el pañuelo; metió la mano por debajo… y apenas rozó lo que había vuelto miseria sacudió el mano duro: ¡guape! Y se dio contra el canto de una piedra. Fue tanto el dolor que, sin pensalo, se llevó los dedos a la boca, ¡a chupárselos!
Ai quedo varao en medio camino, limpiándose la mano en la gramita de l’orilla, escupiendo seguido y diciendo:
– Ve aquel hombre, carajo, ¡cómo no sólo me robó el caballo sinó que me dejó aquí comiendo mierda!
LA MUELONA
Antes de convertirse en endriago, la Muelona fue una mujer esbelta que animaba pendencias y garitos. Sabía leer la suerte, gozaba con las peleas de los gallos, y sobre todo enloquecía a los hombres con su voz nocturna y la risa salvaje que alumbraba la noche.
Ahora, celestina de los bosques, vaga por entre los ríos, acecha sigilosa por entre los pantanos, las encrucijadas y los árboles de tronco podrido. Bella como antes del hechizo, con la risa fastuosa y la voz de contralto, atrae de nuevo a los hombres. Antropófaga de los charcos, en noches sin estrellas, en crepúsculos estremecidos por la lluvia, los llama con insinuaciones de abismo. Entre los susurros y las adormideras, allí los devora con los dientes de bestia y la mandíbula feroz.
Cómplice de la mandrágora, seductora del Valle de los Helechos, nadie conoce mejor que la Muelona los secretos de la lujuria, los lazos de su risa maléfica y los precipicios. Por eso, sonríe malvada entre los cactus. Sabe que la atracción es irresistible, que de nada valen conjuros y talismanes ante la tentación de su presencia en medio de la tarde.
Fuente: https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-muelona/
SALAMINA, UNA MIRADA A LA HISTORIA DE LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA
Por: Alfredo Molano
Parte 2 de 5
A SALAMINA POR TIERRA
De Manizales a Salamina, el descenso es vertiginoso hasta el puente sobre el río Guacaica; en pocos minutos el clima cambia y los cultivos de café escasean. La carretera se hizo sobre el trazado del Camino del Norte, construido por colonos antes de la fundación de Manizales, de sur a norte, en sentido contrario a la colonización, lo que hace suponer que en realidad fue un mejoramiento de la trocha de los colonos. La carretera vuelve a subir hasta un punto llamado Las Guacas, donde, según se dice, había muchas sepulturas de indios. La búsqueda de guacas fue uno de los resortes de la exploración geográfica empírica llevada a cabo más por guaqueros que por campesinos.
Al remontar la cuchilla, la vertiente se llena de parcelas cafeteras. Quizá por haber sido un camino de a pie se conserva hoy la buena costumbre de mantener las rondas de las quebradas y las orillas de los caminos con árboles que procuran humedad y sombra. Los quiches crecen en los troncos. Se diría que a cambio del hospedaje guardan el agua que el palo necesita en los veranos. En contraste, Cartón de Colombia tiene algunos cultivos de pino debajo de los cuales no hay ni cucarrones ni mariposas. Literalmente, no se da ni agua.
Al voltear una curva aparece, sin anuncio, Neira. Como su hermano gemelo, Aránzazu, no conserva de los días de la colonización sino unas pocas edificaciones en franco deterioro. La catedral tiene un aire musulmán; en la primera planta, como en las mezquitas, funciona un mercado.
A Salamina llegué cuando la tarde caía con esa morosidad que hace ver de cobre el lomerío que la rodea y la sustenta. El pueblo, construido en la cúspide de un cerro, fue Cantón del Sur y Prefectura, y durante la primera parte del siglo XIX dominó la economía de la región.
“En la cúspide de esa mole gigantesca –escribió Manuel de Pombo en 1852–, la población exhibe sus casas entretejadas y desiguales y sus calles trazadas en declives rápidos… Un nido de águilas encaramado en un peñasco. Salamina, Caldas, es hermana de otros pueblos con nombres griegos como Salento, La Tebaida, Tesalia, a los que fueron muy dados los colonos antioqueños y que todavía están vigentes en la llamada cultura greco-quimbaya”.
Fuente: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16283839
COLEGIO DE LA PRESENTACION
Este colegio se encuentra construido desde el 13 de abril de 1893, estando como Párroco el padre José Joaquín Barco y como alcalde el Doctor Rafael Vélez Macias. La Hermana María Escolástica inició la construcción del actual edificio del colegio. GENERALIDADES El Colegio de La Presentación es una institución de carácter oficial, dirigido y orientado por las Hermanas de la Caridad Dominicas de La Presentación, propietarias de la planta física, el personal docente que opera pertenece a la nómina oficial FED. Se encuentra ubicado en el centro histórico de Salamina y su trayectoria de 112 años educando y capacitando a la mujer Salamineña le ha merecido el reconocimiento y valoración de sus procesos formativos e instructivos cimentados en los principios y valores humanos y cristianos a la luz de las orientaciones de Marie Poussepin y los principios filosóficos personalizantes que atienden a todas las dimensiones de la persona. En el año 2004 la institución contaba con 516 estudiantes entre preescolar, básica primaria, básica secundaria y media vocacional. Posee bellos jardines ubicados en frente de La Iglesia de las Mercedes. En este colegio se educaron las generaciones más prestantes de la mujer Salamineña.
Fuente: https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20SALAMINA.pdf
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El Pensilvense
Edición No. 40 - agosto 18 de 2023
Jorge Enrique Esguerra Leongómez
Inicio de la vida urbana en medio de conflictos
El distrito parroquial de Salamina nace simultáneamente con los conflictos agrarios que caracterizaron a la región en esa época, originados por el despojo de las parcelas de cientos de familias campesinas que las estaban cultivando cuando Aranzázu tomó posesión de esas tierras, en 1824, y las expandió de hecho hasta la frontera sur de Antioquia (el río Chinchiná), en 1829. Por eso, el primer desarrollo de Salamina fue muy lento, debido a que los pobladores comenzaron a salir en busca de tierras libres del dominio de González, Salazar y Compañía, nombre que tomó la sociedad acaparadora de baldíos. Uno de los que emigró hacia el sur, en 1837, fue Fermín López, quien sentó las bases agrarias para el posterior nacimiento de Manizales y fundó Santa Rosa de Cabal.
Mientras Juan de Dios Aranzázu ejerció como gobernador de Antioquia (1832-1836) y presidente de la república encargado (1841-1842), impuso su poder regional en Salamina por intermedio de su tío materno, Elías González, quien adelantó una labor despótica contra los campesinos. Dado que la recién fundada población quedó involucrada en el acontecer político nacional, fue escenario en las guerras civiles del siglo XIX. En 1841 y en 1879 se libraron allí combates, al constituirse en una de las plazas fuertes del sur de Antioquia.
Fuente:
https://www.revistacredencial.com/historia/temas/salamina
ELEGÍA
Fernando Mejía Mejía
Nadie puede llegar a la penumbra
Donde tu cuerpo es lirio de ceniza;
Y donde sólo la tiniebla alumbra.
.
Toda esa soledad que se desliza
Por tu sangre en el sueño sumergida.
Mientras en un temblor se paraliza
Tu mirada de nieve.
.
La escondida
Rosa que anduvo siempre en el desvelo
De tu tránsito, ahora carcomida
Por un sollozo de jazmín de hielo;
.
Y ya sin girasol la luna vierte
Un torrente de nubes en tu pelo
Quiero en tus ojos de gacela inerte
Dejar mi llanto de melancolía,
Pero sé que vas sola con la muerte...
.
Tu silencio es la voz de mi elegía,
Y tu cal es la hiel de mi tristeza,
Y tu reposo es cruz de mi agonía.
Quisiera estar donde tu muerte empieza
Para mirar las formas de mi herida
Por el cristal sin luz de tu belleza...
¡Ay! Si pudiera estar en la partida
Tierra donde te quedas silenciosa;
Pero ya en mi palabra turbia anida
Una espina de llama temblorosa!
https://pueblospatrimonio.wordpress.com/tag/poemas-de-salamina/
CUENTOS DE PEDRO RIMALES
A Pedro Rimales le gustaba mucho dormir hasta bien tarde. Y la mamá se levantaba a hacer oficio a las cuatro de la mañana. Y le dijo a Pedro:
–Pedro: levantate, que el que tres horas antes de amanecer se levanta, se aumenta su salud y su capital se adelanta.
Y Pedro le contestó:
El que tres horas antes de amanecer se levanta, pierde de dormir un sueño y cualquier bulto lo espanta.
LA MOJANA
¿Quién es La mojana? Una mujer de baja estatura, delgada, de cabellos dorados que llegan hasta el suelo. Tiene su vivienda hecha de piedra, ubicada debajo del mar. Allí se baña con una totuma de oro. Esta mujer rapta a los niños que entran a su terreno a bañarse y cuando ya los tiene en su poder los lleva a vivir con ella a su casa subacuática.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mojana/
SALAMINA, UNA MIRADA A LA HISTORIA DE LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA
Por: Alfredo Molano
(24 de agosto 2015, 10:55 p. m.)
Parte 1 de 5
En 1982 se logró que el territorio fuera declarado Monumento Nacional.
Salir de Manizales hacia el norte es echar una mirada a la historia de la colonización antioqueña pegada a la vertiente occidental de la cordillera Central: Neira, Aránzazu, Filadelfia, Salamina, Pácora, Aguadas, Abejorral, Sonsón.
La carretera que une estos pueblos, hoy pavimentada y bien mantenida, fue la trocha que los colonos abrieron para descumbrar selva y hacerse con la posesión de tierras que reclamaban como propias las grandes concesiones territoriales otorgadas por la Corona desde fines del siglo XVIII. La verdadera lucha de los colonos no fue contra una selva enmarañada sino contra la maraña de títulos de propiedad.
En las cercanías de Sonsón se estableció en 1787 la que Parsons considera la primera colonia del movimiento hacia el sur.
Antiguos mazamorreros, trabajadores sin tierra, esclavos libertos, vagos, ladronzuelos, pícaros fueron la primera ola colonizadora que llegó a Sonsón y Abejorral a fines del siglo XVIII y principios del XIX.
Se estrellaron contra la concesión real de Felipe Villegas sobre todos “esos países”, y se crio en ellos un semillero de litigios y enfrentamientos que desembocó en violencia abierta.
Después de Sonsón se establecieron las colonias de Abejorral (1808), Aguadas (1814), Pácora (1832) y Salamina. La colonización avanzaba hacia el sur –“Cauca arriba”– a medida que las nuevas tierras eran ocupadas o entraban en complicados litigios con los pretendidos propietarios.
Hubo también un frente de “colonización forzada” al sur del río Pozo con gentes que “no tenían rentas, ni bienes, ni oficios, ni beneficios”, en lo que más tarde se llamaría Salamina, fundada legalmente en 1825 sobre terrenos considerados baldíos o de utilidad pública.
En 1833 fue trasladada a su ubicación actual, pero siempre dentro de la concesión Aránzazu, propiedad de la poderosa firma comercial González, Salazar y Cía. En Salamina las corrientes culturales y económicas de Cauca y Antioquia se enfrentaron. Inclusive en la región tuvo lugar la célebre batalla de Salamina (abril de 1841), donde el gobierno de Herrán derrotó a los rebeldes.
La colonización antioqueña tuvo que enfrentar, como queda dicho, las grandes concesiones de tierra, cuyo papel era obligar por la fuerza de la ley y de las armas a que la gente sin tierra trabajara esos enormes territorios. Pero era casi imposible mantener a raya la colonización, de tal manera que los trabajadores rebasaron los sistemas de arrendamiento, terraje, aparcería y jornaleo, por la simple razón de que había tierras disponibles y sobre todo fértiles, en particular las de la cara occidental de la cordillera Central, donde el café se daba muy bien y los árboles pepeaban con abundancia. Para completar, a fines del siglo XIX el precio internacional del grano se mantuvo en ascenso.
Estos hechos explican que en el Eje Cafetero, salvo en Fredonia, la gran hacienda cafetera al estilo de Cundinamarca y Tolima no echara raíces. Los grandes concesionarios no pudieron hacer haciendas. Más bien terminaron por parcelar las propiedades reconocidas por el Estado, una vez que los gobiernos entregaron a las colonias grandes globos de terreno para la fundación de pueblos y el asentamiento de colonos.
El café fue controlado no por terratenientes sino por comerciantes exportadores que terminaron fundando la Federación Nacional de Cafeteros. De todas maneras, el cultivo parcelario del café contribuyó no solo al nacimiento de la industria y a su crecimiento, sino también a crear un campesinado libre, asomo de una democracia real.
Fuente: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16283839
CASA DE LA CULTURA “RODRIGO JIMENEZ MEJIA”
PROPIETARIO: Alcaldía Municipal de Salamina. LA CASA DE LA CULTURA RODRIGO JIMENEZ MEJIA o casa del DIABLO perteneció a la familia de Don SILVERIO ALZATE, la casa fue construida en tapia y bahareque, consta de dos plantas con amplios corredores en su parte interna y externa, su segundo piso está construido en bahareque y posee diferentes balcones en madera con bellos calados que son una impresionante expresión del gusto por la talla en madera de los habitantes del municipio, la casa tiene 110 años y su construcción duro 8 años, dentro de la casa se pueden encontrar bellas tallas en madera y calados, su patio central tiene forma de hexágono y la técnica de 25 construcción de este patio está basada en la utilización de pequeñas piedritas que fueron acomodadas minuciosamente, es una casa bellamente adornada gracias a una influencia antioqueña en donde el manejo de espacio, luz y confort es la constante. Dentro de esta institución se celebran constantemente actividades de carácter social, cultural. La casa de la cultura en el momento se encuentra administrada por la Fundación Calicanto ONG quien es la que vela por la realización de actividades culturales con toda la población del sector urbano y rural del municipio. Dentro de la casa encontramos igualmente una excelente pinacoteca que es el disfrute de propios y visitantes, al igual que una bella exposición antropológica donde se muestran las diversas manifestaciones artesanales de nuestros primitivos.
Fuente: https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20SALAMINA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 39 - agosto 11 de 2023
Jorge Enrique Esguerra Leongómez
Eslabón de mercados regionales: el café
Una vez superados los grandes conflictos de tierras, en 1853, Salamina se convirtió en un centro importante en lo político y económico. De depender inicialmente del cantón de Sonsón, comenzó a adquirir preeminencia regional cuando fue capital del Departamento del Sur de Antioquia, en 1864. En verdad, su progreso fue muy notorio como eslabón importante de la red de mercados agropecuarios que se consolidaron en lo que hoy es el norte de Caldas, muy en relación con las minas de oro del occidente. Pero lo que le dio mayor empuje económico fue la presencia del café en la región, hacia finales del siglo XIX, que fue incorporado en las pequeñas y medianas fincas campesinas de ladera y estimuló así, aún más, el comercio de la arriería.
Después de la creación del Departamento de Caldas, en 1905, con Manizales como capital, Salamina se consolidó como ciudad cafetera importante de esa jurisdicción. El plátano y la caña panelera complementaron su actividad agrícola y la ganadería de los valles de San Félix alcanzó importancia departamental. Todo este desarrollo se logró sobre la base de los caminos de herradura que comunicaban Medellín con Manizales y el río Magdalena, vínculo que se perdió cuando las troncales del ferrocarril y de las carreteras evadieron esa ruta tradicional. Sin embargo, llegó a tener después un efímero desarrollo en pequeñas industrias, entre las que se destacó la del chocolate.
Fuente:
https://www.revistacredencial.com/historia/temas/salamina
A FERNADO MEJIA, HIJO DE SALAMINA
Antonio Mejía Gutiérrez
Su palabra era crucificada,
pero con la belleza de la redención;
su alma era un turpial enjaulado en las calles de tristeza,
y en las manos llevaba los cántaros de
la Vida llenos de agua limpia de sus versos.
Fernando Mejía Mejía, era como
la infancia de la montaña:
en sus hombros colgaban las orquídeas y
por el pecho le jugaban unas ardillas endecasílabas
A veces, en los ojos le aparecía el
brillo de un jaguar alejandrino.
Después de las penas y las piedras
siempre regresaba a la ternura.
.
Después de las guerras y las nieblas
siempre volvía a la esperanza.
Su corazón era tan grande,
que se murió de trino, cuando le reventaron las
coronarias al mismo Corazón de la patria.
CUENTOS DE COSIACA
Al entrar Cosiaca a alguna de nuestras poblaciones que se hallaba parada en la puerta de una casa y a la cual le dijo:
“¿A cómo tiene la carne mi señora?”
Ésta indignada le repuso: “¿Acaso tengo yo carnicería?”
Por lo cual le replicó el primero: “Como veo los huesos en la puerta creí que la carne estaría adentro”
http://triflenew.blogspot.com/2014/01/cociaca-y-pedro-rimales.html
LA MANO PELUDA
Ay de ti chiquillo si no entraste al baño antes de ir a dormir, será mejor que ruegues para que la noche pase rápido porque si se te ocurre abandonar tu cama para desocupar tu vejiga, seguramente no podrás volver a ella.
No causa terror si se tratase de un extraño monstruo o una figura bestial, no lleva cuernos, cola ni lanza fuego, pero su elemental figura horripilante hace que todo aquel que se la encuentre a su paso desee no haber nacido, es la mano peluda, esa que cuando la encuentras camino al baño, en la penumbra de la madrugada, desmiente que solo es una leyenda porque te hará vivir el infierno en la tierra.
Varios chicos han visto un puño de terror debajo de su cama, pues al buscar sus pantuflas, estas han cambiado de lugar y al agacharse para tomarlas bajo las tablas, sus propios ojos no pueden dar crédito a lo que ven y sus cuerpos simplemente quedan petrificados por el horror que esa cosa sin nombre que los ataca inmisericordemente causa, no con la intención de asustarlos para que vuelvan a la cama sino para acabar con sus jóvenes existencias.
Lo que originalmente era una advertencia de los padres para que sus hijos no se fuesen a dormir sin entrar al baño, se convirtió en relatos de niños y progenitores aterrados por la presencia cada vez más frecuente de una mano del doble del tamaño normal de la de un adulto, cubierta de pelos de alguna extraña fiera, con uñas largas, afiladas y horrendas pero humana, sí, muy humana.
Inicialmente se escondía bajo las camas pero se le ha visto en grandes ventanales, resguardando tras las puertas e incluso en los baños, por eso muchas veces esa mano deja a su paso un rastro de agua; cuando la mano aprieta, hace sentir un hielo mortal que al imprimirle una fuerza sobrenatural puede sumergir lo que agarra en una lava de volcán infernal.
arios niños desaparecieron luego de que la mano peluda los atrapó, chicos insolentes que desafiaron la autoridad y ahora derivan en el limbo; otros pocos a los que la mano apretó, lograron zafarse con una dificultad teñida de sangre, sus extremidades fueron lisiadas seriamente y marcadas con una impronta del más allá.
Dicen que la mano peluda gusta de los lugares cercanos al desierto de La Candelaria en el departamento de Boyacá, muy cerca de Ráquira y Villa de Leyva, varios conventos de la zona se encuentran como sus escondites predilectos y cuando hiere a un niño, se debe tratar igual que un ataque de feroz serpiente, si no se atiende pronto puede cegar la vida de su infante víctima.
Hoy o mejor, esta misma noche, muchos chiquillos pedirán a sus hermanos mayores compañía para ir al baño, ese lugar al que rebeldemente renunciaron antes de ir bajo las cobijas y cuyo acto es motivo de profundo arrepentimiento. Muchos niños han presentado problemas renales debido a que han preferidos soportar horas y horas con sus tripas a punto de estallar que tener que ir a un pequeño viaje de unos cuantos pasos, pero con una agonía larga como camino al infierno.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mano-peluda/
RECURSOS CULTURALES
Salamina fue reconocida como monumento nacional según resolución 002 del 12 de marzo de 1982 por su belleza arquitectónica y urbanística sobresaliente y sin par, dentro de lo que los especialistas han llamado arquitectura popular o arquitectura sin arquitectos; La impronta de la Arquitectura Antioqueña ha detenido el tiempo en Salamina, de ahí su atractivo. Un precioso conjunto de casas de bahareque, cubiertas con tejas de barro, con aleros que pretenden darle sombra a 12 las desniveladas calles, moldea un ambiente único, que solamente se vive y se respira en Salamina. Los balcones adosados en lo alto, pintados de brillantes colores y engalanados con vistosas flores, así como los portones, adornados con incrustaciones barrocas, dan una idea de la perfección con que los artesanos Salamineños trabajaron en tiempos pasados la madera. Otros de los atractivos de la arquitectura Salamineña son los interiores de las casas solariegas. Cada uno de sus moradores trata de reunir, en un acogedor recinto, naturaleza y arquitectura. Pilares y barandales de madera, una pila en medio del patio, helechos colgantes y macetas florecidos enmarcan un aspecto de la paz y la calma en que viven los salamineños.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20SALAMINA.pdf
LA CASA DEL DEGUELLO
Familia Isaza Mejía son los actuales dueños. Es una casa amplísima que es digna representante del empuje y la fortaleza de toda una raza, esta casa consta de dos plantas con amplios corredores en su interior, su fachada esta adornada con un amplio balcón en madera de estilo español que se ha conservado a través del tiempo, la casa fue construida en la última mitad del siglo pasado por Don Agustín y Don José Ignacio Llano dignos exponentes de su generación. esta edificada en Tapia que es la representación típica arquitectónica del Municipio, la tapia es la mezcla de elementos naturales como la tierra, la argamasa, guadua, incluso la sangre de toro era utilizada para brindar más consistencia a la mezcla de materiales es lo que hoy para nosotros seria el cemento, al igual que las distintas casas típicas del municipio conservan todos los elementos que se consideraban como esenciales para la construcción de las casas como la amplitud de sus corredores, piezas, solares, jardines, etc., esto buscando que en el momento de formar su familia gozara de un amplio espacio para educarse pues se consideraba que las casas y muy especialmente el comedor era el primer lugar para la educación de la familia. Esta casa posee una historia muy particular que nos habla acerca del combate sostenido en Salamina el 22 de marzo de 1879, entre 200 hombres comandados por el general Cosme Marulanda y 600 veteranos de guerra que estaban al mando del general Valentín Daza cuyo resultado fue la muerte de 80 combatientes que fueron degollados en el Zaguán de esta casa para posteriormente ser exhibidos en la vida pública como símbolo de poder de victoria, aquella batalla que sucedió en esta casa, cuenta la historia que fue tan encarnizada y violenta que los gritos de los combatientes perdurarán en el viento y en la casa.
Fuente: https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20SALAMINA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 38 - julio 28 de 2023
SALAMINA, UNA MIRADA A LA HISTORIA DE LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA
Alfredo Molano
Especial para EL TIEMPO - 24 de agosto 2015
Parte 4 de 4
SALAMINA POR TIERRA
Eran gentes oriundas de Boyacá, más exactamente de Chiquinquirá, Ráquira, Saboyá, Carmen de Carupa, Gachantivá, Puente Nacional; liberales que la policía chulavita y la cuadrilla de Efraín González –protegido por los dominicos– perseguían, maltrataban y asesinaban desde el 9 de abril de 1948. Huían hacia el norte de Tolima –Santa Isabel, Murillo– y el nororiente de Caldas –Páramos de Letras y Herveo– para tumbar monte, hacer carbón y sembrar papa en haciendas. Llegaron como agregados de los terratenientes. Hicieron compañía con los propietarios para sembrar papa, trigo y cebada; les enseñaron a cultivar horizontalmente y de arriba para abajo. Las buenas cosechas atrajeron a otros parientes o paisanos de los recién llegados. La colonia boyacense creció con rapidez. Las compañías con los ricos terminaron en compras de tierra. Los padres misioneros de La Consolata construyeron la iglesia y fundaron un seminario menor.
Los boyacenses se enriquecieron con el cultivo de la papa y se adueñaron de su comercialización en Salamina y el norte de Caldas. Abrieron negocios en las plazas de mercado y ampliaron sus propiedades en San Félix. En épocas de cosecha salían del pueblo 200 camiones que abastecían la demanda de la región y de Medellín. Se cultivaron también trigo, cebada y hortalizas.
La prosperidad fue tan grande, que en los años 60 comenzaron a comprar casas solariegas en Salamina, pero, poseídos del espíritu del desarrollo, las remodelaron a su gusto: construcciones planas en cemento armado, ventanas pequeñas y rejas de metal. No fueron pocas las casas que tumbaron del todo para levantar las nuevas construcciones que destrozaron la homogeneidad de la arquitectura de colonización cafetera.
Pese al intento de modernización urbana desarrollada por los boyacenses, Salamina se conserva. En 1982 Darío Ruiz logró que el pueblo fuera declarado Monumento Nacional.
En Salamina la historia del país no ha pasado en vano, deja su huella.
Fuente:
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16283839
ALCOHOGRAFÍA
Oscar J. Serna
Yo ya venía preparado,
listo a triunfar en la vida,
hijo de padres humildes
guerreros sin descansar;
lucharon cien mil batallas para su prole educar
y poder darle a la patria
hombres buenos sin igual.
Mi taita un hombre de campo, mi madre dama sin par
trabajando hombro con hombro para poder levantar
quince retoños que Dios
les habría de designar,
para que fueran su estirpe y su linaje heredar.
De esa manada de quince el catorce había de ser
muchacho de grandes sueños, de anécdotas por doquier, de correrías y juguetes,
de lápiz, libro y papel
y un rol de artista metido en el alma de aquel ser.
El futuro era brillante
pal joven en su labor,
pues entre el verde del campo o al lado de un profesor
iba pasando los días
de alegría y sin dolor,
sin nada más que importara, que vivir el día de hoy.
Con el transcurrir del tiempo creyó hallar el gran amor, en juergas con sus amigos
entre humo, vino y licor; noche joven de alegría, medianoche confusión,
fuerte, diciendo me quedo, frágil, diciendo me voy.
El gusto por la bebida pronto se hizo familiar, no faltaba nunca excusa para poder celebrar
o expresarle a una vecina; cuánto la podía uno amar; frase que sin el elixir
no se podía pronunciar.
El amor por el guarito
se imponía a cualquier cosa, el deber o el compromiso pasaba a segundo plano y si una cita tenía
con la mama o el hermano, ya no importaba incumplirla con tal de seguirle el paso, a la rumba que al momento no me exigía ni descanso, y en la cual destilaría
mi carisma en el alcohol; más vano era aquel intento de artificiosa alegría,
pues mi ser se consumía lo mismo que aquel licor.
Tanto daño hizo el alcohol por mucho y variado tiempo, que, al pensar en el momento en la dañina sustancia,
se siente la repugnancia
que varios años de vicio
llevaríanme al precipicio
de una vida incontrolada, dejando otra desgarrada; la de quien tanto quería, un hijo y esposa mía
quienes perdiera al instante del momento delirante,
incoherente y de locura
y en el que por poco llego a una muerte prematura.
Cuando la muerte sentía y mi casa era el infierno;
cuando el suicidio en mi mente era desbordante invierno; una luz fuerte y brillante
a mis ojos enceguece
y una gran comunidad
para salvarme aparece.
Mi gran poder superior
mis rezos habían escuchado, ya que a tan buena hermandad habíame encaminado;
grupo de hombres y mujeres de equilibrio emocional,
de valores incontables
y gran fuerza espiritual.
Allí recobré la vida;
mi convicción de existir; allí un Dios muy amoroso me permitió resurgir
a una gama de servicios y gran posibilidad
de volverme mensajero de esta gran comunidad.
Jamás creí que en el mundo hubiera felicidad
y que fuera dada gratis en una gran hermandad, donde hombres y mujeres en abrazo fraternal
conquistarán nuevas vidas, sin recompensa esperar.
Gracias compañero amigo de apoyo incondicional, por llevarme de tu mano y enseñarme a caminar
por una senda segura donde el miedo ya no existe, pues el amor es más fuerte y la esperanza persiste en llevarme a un horizonte de paz y serenidad,
donde con gran regocijo encontré la sobriedad para que sea compartida con toda la humanidad y se cumpla este legado como gran finalidad.
Fuente: Un Poema y Una Historia – Oscar J. Serna
Jorge Enrique Esguerra Leongómez
Una fundación comunitaria
La tradición oral de la fundación de Salamina alude a la “roza en comunidad”, allá en Encimadas, que se constituía en el sustento alimentario de pancoger, mientras los asociados ejercían las labores, conocidas desde la Colonia, de delinear la traza en cuadrícula, que tenía la plaza en el centro, y construían, con lo que les proporcionaba el entorno boscoso, las primeras armaduras de guaduas, tierra y cagajón (el tradicional bahareque), así como techos de paja maciega o astillas de cedro, que servirían indistintamente para el culto religioso, las oficinas judiciales o las primeras viviendas urbanas. A mediados de 1827 se estaban realizando esas labores, seguramente bajo la dirección de quienes, según las fuentes habladas, figuran como fundadores, entre quienes se destacan Fermín López, por su protagonismo en los inicios del poblado, y Juan José Ospina, por ser el realizador del trazado y por relacionar el nombre de Salamina con la célebre batalla homónima de la antigua Grecia. También afirman esas referencias que estos dos colonos, junto con otros, y asociados con José Ignacio Gutiérrez, habían intentado dos años antes fundar la población en Sabanalarga, y que después, debido a “los reducidos avances del caserío”, resolvieron trasladarla a Encimadas, hecho que los historiadores han llamado “la traslación”.
Sin embargo, lo que aclaran las fuentes escritas es que Gutiérrez era el comisionado y tío político del supuesto heredero de la colonial Concesión Aranzázu, Juan de Dios, quien había logrado hacerse titular en forma espuria esa merced de tierras realengas en plena República. Además, su padre, Jesús María, quien la había recibido en 1801 del rey de España, había incumplido el compromiso de cultivarla, uno de los requisitos productivos que la Corona imponía a los concesionarios. Como Juan de Dios era parlamentario y residía en Bogotá, había conseguido allí hacer firmar por las autoridades –incluido el presidente, Francisco de Paula Santander– un decreto de fundación para Sabanalarga, en 1825, con el nombre de Salamina y con los mismos límites de la antigua Concesión. Así, Aranzázu fracasó en su intento fundacional personalista en Sabanalarga, porque donde prosperaban las condiciones comunitarias para construir un núcleo urbano era en Encimadas.
Fuente:
https://www.revistacredencial.com/historia/temas/salamina
CUENTOS DE COSIACA
Al entrar Cosiaca a alguna de nuestras poblaciones que se hallaba parada en la puerta de una casa y a la cual le dijo:
“¿A cómo tiene la carne mi señora?”
Ésta indignada le repuso: “¿Acaso tengo yo carnicería?”
Por lo cual le replicó el primero: “Como veo los huesos en la puerta creí que la carne estaría adentro”
http://triflenew.blogspot.com/2014/01/cociaca-y-pedro-rimales.html
LA MANCARITA
Es una mujer despeinada, de cabello largo, tiene un solo seno en la mitad del pecho y un cuerpo muy peludo. Le gusta vivir en zonas selváticas.
Dicen que en las noches grita de una manera aguda y espeluznante, mientras se acerca a las casas de la zona, Sin embargo, le teme a los animales y a la gente, pues con solo verlos sale despavorida.
La Mancarita también está representada en un salvaje que imita el llanto de la mujer, la voz del hombre y el llanto de los niños, con el fin de llevárselos.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mancarita/
MINERÍA:
En el Municipio se tienen manifestaciones de cuarzo, sílice y manganeso. Ante la oficina de asunto mineros de la Gobernación de Caldas, se encuentran vigentes dos licencias para la explotación de cuarzo y minerales asociados, en un área de 460 has y dos más para la explotación de oro en 5.261 has. En trámite, se encuentra dos. Uno para explotar oro y uno para la explotación de cuarzo. Existió una explotación, sin buenos resultados, para la búsqueda de esmeraldas en la parte media de la cuenca del Río Pocito, en la vereda del mismo nombre. Del río Chamberí, se extraen materiales como gravo, gravilla, arena y piedra, destinados a la industria de la construcción. Esta explotación se realiza en forma manual, con permiso otorgado por CORPOCALDAS en una extensa longitud del río
Fuente: https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20SALAMINA.pdf
CAPILLA CRISTO REY
La primera piedra fue colocada en 1.925 por el padre Rafael Ramírez. Es el padre Luís Alzate Calderón, quien le pone el título de Cristo Rey. En 1.931 llegan las imágenes de Cristo Rey y de María Santísima e igualmente en este año s e inicia la construcción del altar por don Urbano Gallego en madera de cedro negro con adornos de nacarina y marquetería. La capilla de Cristo Rey es la primera en Colombia dedicada al reinado social de Cristo. La iglesia tiene forma de Cruz Excelsa. El campanario fue construido en el tiempo del padre Alzate y bendecido por Rubén Isaza Restrepo.
Fuente: https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20SALAMINA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 37 - julio 21 de 2023
SALAMINA, UNA MIRADA A LA HISTORIA DE LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA
Alfredo Molano
Especial para EL TIEMPO - 24 de agosto 2015
Parte 3 de 4
A SALAMINA POR TIERRA
Al salir de la catedral se entiende por qué Salamina es llamada “ciudad luz”. No porque se parezca a París, aunque en la mitad del parque tiene una pila de agua copia de la que hay en la plaza de la Concordia, traída en bueyes desde Honda, atravesando el páramo de Herveo. La razón es simple: la luz estalla. Uno se siente tentado a resguardarse de nuevo en la basílica como un pecador arrepentido, tentación que pasa cuando se observan las 14 manzanas muy bien conservadas que componen el casco antiguo del pueblo.
Más allá de la admiración que producen los balcones pintados sin miedo al color, el equilibrio del trazo desafiando las pendientes, los balcones en hierro forjado hechos para resistir el tiempo y la guerra, la densa neblina que envuelve misteriosamente el pueblo y no deja ver el otro lado del parque, el encanto que tienen los expendios casi clandestinos de leche cruda, están las tallas en madera de portones, puertas interiores y soleras de los comedores hechas por Tangarife y sus discípulos Custodio Saraza, Arnoldo Peláez, Rogelio Arce, Juan de Dios Marulanda y Fernando Tapia.
El trabajo de este grupo excéntrico y creativo de ebanistas y carpinteros constituye la llave del hechizo de Salamina. De lo portentoso hecho en maderas finas son excepcionales los mascarones que presiden los dinteles de las puertas, como el del negro Teban, el mandadero del maestro, que preside la entrada de la Casa de la Cultura.
Las casas de la aristocracia tenían patios interiores con naranjos y orquídeas. Originales son las llamadas soleras en los comedores: espacios abiertos al oriente para que el sol entrara con fuerza y se colara por los visillos de la puerta que da al corredor, donde estaban las obras de madera más importantes de la casa: calados finísimos, postigos, mascarones y marcos decorados. La obra de Tangarife es una equilibrada y sagaz mezcla entre un alambicado barroco y una especie de art nouveau llamado por los conocedores ‘barrocotangarinismo’. Además de tallador y ebanista, Tangarife fue también arquitecto.
Frente a la catedral está situada la casa del Degüello, un caserón colonial de paredes de tapia pisada levantadas por tapieros traídos de Antioquia. Fueron las trincheras donde resistió el general conservador Cosme Marulanda, con 200 hombres, el asalto del general radical Valentín Daeza, al mando de 600 veteranos. Se trató de una de las tantas guerras civiles regionales; tuvo lugar entre enero y marzo de 1879 y enfrentó la invariable alianza del conservatismo y la Iglesia contra el liberalismo radical. Se cuenta que los liberales doblegaron a Marulanda, degollaron a 80 de sus soldados y expusieron los cuerpos en el parque central. Un parque bellísimo que el cura Barco al final del siglo quiso convertir en un jardín botánico público donde sembró ceibas, madroños, araucarias, palmas de cera, higuerones, guayacanes, gualandayes, tulipanes y mangos, que aún se conservan. Al amanecer, cuando la neblina invade el parque, los árboles, las bancas y la pila se diluyen.
Salamina no fue solo una plaza militar importante por donde pasaron los ejércitos y trasegaron las guerrillas desde la guerra de los Supremos hasta la de los Mil días. El pueblo tuvo un batallón propio, llamado de Salamina, que libró numerosos combates hasta ser disuelto después de la batalla de Palonegro en mayo de 1900. Funcionaron también el Banco de Salamina, la empresa de teléfonos, la fábrica de gaseosas Frescola Salamina, la de chocolates Tesalia y la de cerveza La Perreña.
Paradójicamente, la decadencia de la pequeña ciudad comenzó con la llegada en 1922 del primer automóvil, que sus habitantes esperaban con febril ansiedad desde 1912 cuando el alcalde mandó destruir los anchos andenes y prohibió los aleros para hacer más cómodo y seguro el tránsito de vehículos automotores.
Cuando la carretera se inauguró, a los pueblos de la comarca –Aguadas, Pácora, Aránzazu, Neira, Las Mercedes, Filadelfia– llegaron también los camiones para surtir almacenes y tiendas, y el comercio de Salamina entró en una lánguida decadencia. Arruinada, la aristocracia local no pudo transformar sus viejos caserones de bases fuertes de tapia pisada –algunas en calicanto– y de paredes altas y flexibles de bahareque en construcciones rectilíneas y pesadas en cemento, como lo hicieron sus pares en los otros pueblos.
La arquitectura de las 14 manzanas antiguas se conservó intacta hasta la época de la Violencia, que en Salamina no fue sangrienta pese a que los partidos tradicionales se enfrentaran con encendidas piezas oratorias en la plaza pública. Las cosas no pasaron de lo que llamaron aplanchadas o ataques con yataganes o con la parte plana de las peinillas. No obstante, en Salamina se vieron unos hombres fuertes, carirredondos y sanguíneos que hablaban como pasando por encima de las palabras y que estaban llegando al corregimiento de San Félix, donde los ricos tenían haciendas enormes con unas pocas vacas lecheras de raza normanda, peludas y lentas.
BIENVENIDA