El Pensilvense | Ediciones septiembre de 2023
Director: Abelardo Cano
Contacto: elpensilvense@gmail.com
Cel: 300 601 9901
El Pensilvense
Edición No. 42 - septiembre 20 de 2023
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El Pensilvense
Edición No. 41 - agosto 25 de 2023
MARULANDA: VIDEO INSTITUCIONAL
Marulanda, Caldas
1 . Apoyando la Cultura
2. Patinaje
https://web.facebook.com/reel/1451084308981859
3. Ejecución de obras
https://www.facebook.com/reel/1983171548767467
4. Intervención de fachadas
https://www.facebook.com/reel/994841378385630
VÍCTOR ZULUAGA GÓMEZ
El historiador Víctor Zuluaga Gómez nació en la población de Marulanda; el pregrado en Historia lo realizó en la Universidad Javeriana y luego cursó la Maestría en Ciencias Políticas, en la Universidad de los Andes. Se inició como docente de educación superior en las universidades Javeriana y Santo Tomás, en Bogotá. Después, se vinculó como profesor de tiempo completo de la Universidad Tecnológica de Pereira, donde desempeñó los cargos de Decano de la Facultad de Educación y Director de la Oficina de Investigaciones de la institución.
Algunos de los reconocimientos recibidos: La Gran Cruz de Risaralda, otorgada por la Asamblea del Departamento; la Medalla al Mérito Educativo, de la Asociación Iberoamericana de Educación; el Poporo de Oro, de la Fundación Idea Libre de Pereira y el Mérito Educativo, de la Universidad Católica de Pereira, entre otros.
https://sites.google.com/view/coleccionvzuluaga/v%C3%ADctor-zuluaga-g
A UNA VAQUITA TRISTE
Pablo Emilio Duque Restrepo
Allá en las mangas de la cabrera
Vi una vaquita llorar de pena
Con su voz triste, tan lastimera,
que hasta mi alma de pesar llena.
Rodeaba el sitio donde murió
Su ternerita, ya degollada,
Y ve su sangre allí regada;
Siente de muerte su horrible olor,
Sigue afanosa doquier llamando
Con su materno y hondo dolor.
Siente una angustia desconocida,
Busca incesante, con aflicción,
Con voz más triste y enronquecida
Por su continua reiteración.
Oye un ruidito por los rastrojos,
De pajarillos en la enramada,
Como tan pronto miran sus ojos
Vuelve y le llama, y no ve nada.
Y ya más débil en su esperanza,
En su profunda desilusión
Vuelve a llamarla con más tardanza…
Ya no la espera, por conclusión
Fuente: Transcrito del libro: Cantos De Roblalito – Pablo Emilio Duque Restrepo
LA BRUJA DE MARULANDA
Víctor Zuluaga Gómez
Teresa García era una mujer de vida alegre, asidua servidora en las casas de cita del Alto del diablo y de Arracachal en Marulanda Su afición por los hombres más guapos y de mejor estampa no conocía límites, no importa la edad o su condición social, y los conquistaba con zalemas y coqueteos o con maleficios. No se le escapaba ni uno. Ante los ruegos de esposas y novias el padre Melguizo intentó frenar a la "Duenda" García y lo que consiguió fue quedar en la lista de la hechicera. Teresa se la dedicó al sacerdote. Le ensuciaba la comida, no lo dejaba dormir, le rasgaba los libros, le deshilachaba la ropa y se le aparecía en pelota. Al fin el padre viajó a Medellín y consiguió el Cordón de San Nicolás con el cual logró amarrar la pelafustana en una de sus fechorías. Los feligreses quisieron quemar la bruja, pero ante sus lamentos y súplicas el padre Melguizo se conmovió y con dulces palabras consiguió el arrepentimiento de Teresa y la promesa de quemar los conjuros y tomar la senda de la virtud. Después de una confesión, parece que el diablo abandonó a la bruja Teresa y sin esa sed lujuriosa no retornó a los burdeles.
LA MOJANA
¿Quién es La mojana? Una mujer de baja estatura, delgada, de cabellos dorados que llegan hasta el suelo. Tiene su vivienda hecha de piedra, ubicada debajo del mar. Allí se baña con una totuma de oro. Esta mujer rapta a los niños que entran a su terreno a bañarse y cuando ya los tiene en su poder los lleva a vivir con ella a su casa subacuática.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mojana/
EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO
Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.
LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013
EL RECUERDO DE UN HOMICIDIO
Carlos Vidal trabaja en una pequeña finca, allí cría cerdos, tiene algunas vacas lecheras y galpones. Al preguntarle cómo está la situación en seguridad responde que "hace mucho tiempo no veo a esos señores por aquí". A los señores que se refiere es a los del noveno y 47 frentes de las Farc, que por años dominaron en este territorio.
Después recuerda "hace nueve años mataron a mi hermano Mauricio Vidal Muñoz. Sin razón llegaron y se lo llevaron y como a 100 metros de acá le metieron varios tiros. De eso nunca han investigado y el crimen se quedó así".
Milena, otra de las hermanas, también recuerda el homicidio de su familiar y dice que fueron años duros porque se vivía con el miedo de que en cualquier momento llegarían hombres armados y los matarían o les dirían que se fueran de su casa. Ambos hermanos se miran y coinciden en que en esa época les tocó aguantar porque "no había para donde irse".
Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, en ese entonces miembro del frente 47 y encargado de la seguridad del miembro del secretariado de las Farc, alias Iván Ríos, a quien asesinó y como prueba de ello anduvo con su mano hasta que se entregó a las autoridades, confesó que “había una política de que a quien fuera forastero había que matarlo, eso había que consultárselo a los jefes supremos, pero era la política”.
Carlos continúa en sus labores diarias como partir leña para el fogón y Milena en la crianza de sus dos hijos, uno de ocho y otro de dos años.
Aunque no sucedieron en Marulanda, en esta región recuerdan el secuestró de la inspectora de Policía de Samaná, cometido en un retén ilegal, y a quien liberaron ocho días después. También el asesinato de la exalcaldesa de Marquetalia, Rubiela Hoyos Loaiza, a ella primero la secuestraron y después la mataron. O los homicidios de Israel Trujillo Cardona, José Nicolás Montoya, Nelson de Jesús Orozco Valencia, quienes según la guerrilla no pagaban las denominadas vacunas.
De la mente tampoco se borra la toma al corregimiento de Montebonito, ocurrida el 4 de marzo de 2006, en la que cerca de 75 integrantes de los frentes 47 y noveno de las Farc destruyeron el 70% de la población y asesinaron a un policía y a otras tres personas, entre ellas una bebé de siete meses. Por este hecho hay 27 personas condenadas a penas de entre 40 y 60 años de cárcel, algunos se acogieron a sentencia anticipada y tuvieron rebajas en la pena.
OBJETOS ARQUEOLOGICOS TIESTOS
Es en conjunto lo más importante que en materia arqueológica se ha descubierto en el Municipio de Marulanda, principalmente en el sector de la Suecia en el corregimiento, encuentran en la Casa de La Cultura del corregimiento de Montebonito; Dichas piezas no se encuentran protegidas bajo urnas que las conserven en el tiempo, lo que coloca en peligro la conservación de dichos elementos.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 40 - agosto 18 de 2023
VÍCTOR ZULUAGA GÓMEZ
El historiador Víctor Zuluaga Gómez nació en la población de Marulanda; el pregrado en Historia lo realizó en la Universidad Javeriana y luego cursó la Maestría en Ciencias Políticas, en la Universidad de los Andes. Se inició como docente de educación superior en las universidades Javeriana y Santo Tomás, en Bogotá. Después, se vinculó como profesor de tiempo completo de la Universidad Tecnológica de Pereira, donde desempeñó los cargos de Decano de la Facultad de Educación y Director de la Oficina de Investigaciones de la institución.
Algunos de los reconocimientos recibidos: La Gran Cruz de Risaralda, otorgada por la Asamblea del Departamento; la Medalla al Mérito Educativo, de la Asociación Iberoamericana de Educación; el Poporo de Oro, de la Fundación Idea Libre de Pereira y el Mérito Educativo, de la Universidad Católica de Pereira, entre otros.
https://sites.google.com/view/coleccionvzuluaga/v%C3%ADctor-zuluaga-g
A UNA VAQUITA TRISTE
Pablo Emilio Duque Restrepo
Allá en las mangas de la cabrera
Vi una vaquita llorar de pena
Con su voz triste, tan lastimera,
que hasta mi alma de pesar llena.
Rodeaba el sitio donde murió
Su ternerita, ya degollada,
Y ve su sangre allí regada;
Siente de muerte su horrible olor,
Sigue afanosa doquier llamando
Con su materno y hondo dolor.
Siente una angustia desconocida,
Busca incesante, con aflicción,
Con voz más triste y enronquecida
Por su continua reiteración.
Oye un ruidito por los rastrojos,
De pajarillos en la enramada,
Como tan pronto miran sus ojos
Vuelve y le llama, y no ve nada.
Y ya más débil en su esperanza,
En su profunda desilusión
Vuelve a llamarla con más tardanza…
Ya no la espera, por conclusión
Fuente: Transcrito del libro: Cantos De Roblalito – Pablo Emilio Duque Restrepo
LA BRUJA DE MARULANDA
Víctor Zuluaga Gómez
Teresa García era una mujer de vida alegre, asidua servidora en las casas de cita del Alto del diablo y de Arracachal en Marulanda Su afición por los hombres más guapos y de mejor estampa no conocía límites, no importa la edad o su condición social, y los conquistaba con zalemas y coqueteos o con maleficios. No se le escapaba ni uno. Ante los ruegos de esposas y novias el padre Melguizo intentó frenar a la "Duenda" García y lo que consiguió fue quedar en la lista de la hechicera. Teresa se la dedicó al sacerdote. Le ensuciaba la comida, no lo dejaba dormir, le rasgaba los libros, le deshilachaba la ropa y se le aparecía en pelota. Al fin el padre viajó a Medellín y consiguió el Cordón de San Nicolás con el cual logró amarrar la pelafustana en una de sus fechorías. Los feligreses quisieron quemar la bruja, pero ante sus lamentos y súplicas el padre Melguizo se conmovió y con dulces palabras consiguió el arrepentimiento de Teresa y la promesa de quemar los conjuros y tomar la senda de la virtud. Después de una confesión, parece que el diablo abandonó a la bruja Teresa y sin esa sed lujuriosa no retornó a los burdeles.
LA MOJANA
¿Quién es La mojana? Una mujer de baja estatura, delgada, de cabellos dorados que llegan hasta el suelo. Tiene su vivienda hecha de piedra, ubicada debajo del mar. Allí se baña con una totuma de oro. Esta mujer rapta a los niños que entran a su terreno a bañarse y cuando ya los tiene en su poder los lleva a vivir con ella a su casa subacuática.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mojana/
EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO
Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.
LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013
EL RECUERDO DE UN HOMICIDIO
Carlos Vidal trabaja en una pequeña finca, allí cría cerdos, tiene algunas vacas lecheras y galpones. Al preguntarle cómo está la situación en seguridad responde que "hace mucho tiempo no veo a esos señores por aquí". A los señores que se refiere es a los del noveno y 47 frentes de las Farc, que por años dominaron en este territorio.
Después recuerda "hace nueve años mataron a mi hermano Mauricio Vidal Muñoz. Sin razón llegaron y se lo llevaron y como a 100 metros de acá le metieron varios tiros. De eso nunca han investigado y el crimen se quedó así".
Milena, otra de las hermanas, también recuerda el homicidio de su familiar y dice que fueron años duros porque se vivía con el miedo de que en cualquier momento llegarían hombres armados y los matarían o les dirían que se fueran de su casa. Ambos hermanos se miran y coinciden en que en esa época les tocó aguantar porque "no había para donde irse".
Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, en ese entonces miembro del frente 47 y encargado de la seguridad del miembro del secretariado de las Farc, alias Iván Ríos, a quien asesinó y como prueba de ello anduvo con su mano hasta que se entregó a las autoridades, confesó que “había una política de que a quien fuera forastero había que matarlo, eso había que consultárselo a los jefes supremos, pero era la política”.
Carlos continúa en sus labores diarias como partir leña para el fogón y Milena en la crianza de sus dos hijos, uno de ocho y otro de dos años.
Aunque no sucedieron en Marulanda, en esta región recuerdan el secuestró de la inspectora de Policía de Samaná, cometido en un retén ilegal, y a quien liberaron ocho días después. También el asesinato de la exalcaldesa de Marquetalia, Rubiela Hoyos Loaiza, a ella primero la secuestraron y después la mataron. O los homicidios de Israel Trujillo Cardona, José Nicolás Montoya, Nelson de Jesús Orozco Valencia, quienes según la guerrilla no pagaban las denominadas vacunas.
De la mente tampoco se borra la toma al corregimiento de Montebonito, ocurrida el 4 de marzo de 2006, en la que cerca de 75 integrantes de los frentes 47 y noveno de las Farc destruyeron el 70% de la población y asesinaron a un policía y a otras tres personas, entre ellas una bebé de siete meses. Por este hecho hay 27 personas condenadas a penas de entre 40 y 60 años de cárcel, algunos se acogieron a sentencia anticipada y tuvieron rebajas en la pena.
OBJETOS ARQUEOLOGICOS TIESTOS
Es en conjunto lo más importante que en materia arqueológica se ha descubierto en el Municipio de Marulanda, principalmente en el sector de la Suecia en el corregimiento, encuentran en la Casa de La Cultura del corregimiento de Montebonito; Dichas piezas no se encuentran protegidas bajo urnas que las conserven en el tiempo, lo que coloca en peligro la conservación de dichos elementos.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 39 - agosto 11 de 2023
QUE NO SE ROMPA EL HILO, RETRATO DE MARULANDA
Por Sistema de Información para la Artesanía - Siart.
jueves 7 de marzo de 2019
Este corto documental dirigido por Alexander Ruiz, hace un llamado urgente para que volvamos la mirada sobre uno de los oficios más tradicionales del país: la tejeduría en lana.
“Que no se rompa el hilo” es un documental que conecta al espectador con la cotidianidad del municipio de Marulanda, en Caldas. Desde los primeros minutos, este cortometraje atrapa con imágenes y sonidos tan comunes a cualquier colombiano, como el resonar de los cascos de un caballo que recorre las calles del pueblo, o el balido de un rebaño de ovejas que cruza el pastizal.
Esa quietud que rodea las casas de bahareque y los campos de labranza en los pueblos colombianos; es el marco en el que Alexander Ruiz, comunicador social egresado de la Universidad del Quindío, revela la situación actual de la tejeduría en lana, oficio artesanal insigne de su pueblo, Marulanda; allí donde sólo la Cooperativa Ovina y el artesano Jesús Arango Riviera mantienen viva esta tradición.
Allí vivió su infancia y hasta los 15 años, cuando tuvo un accidente que le dejó ciego progresivamente; Alexander grabó para siempre en su memoria y en sus retinas desprendidas por un balonazo; los colores, las melodías y los oficios de su tierra marulandeña.
Él como otros jóvenes, viajó a Armenia y allí, mientras cursaba la clase de Televisión II, propuso dejar un archivo audiovisual que diera cuenta del tejido con lana en Marulanda. Seis meses dedicó a la realización de esta pieza; desde abril de 2015, él y aproximadamente 13 estudiantes más; se dedicaron a retratar este oficio artesanal en un documental que contó con el apoyo de la Universidad del Quindío; la Gobernación de Caldas; la Alcaldía de Marulanda y la Cooperativa Ovina del municipio.
Para conocer la esencia de esta pieza audiovisual y sus protagonistas, conversamos con Alexander Ruiz Morales.
¿Por qué destacar específicamente el oficio de la tejeduría en lana?
En Marulanda, la lana ha sido muy tradicional y hace parte de su historia; pero por el tema generacional y de la nueva industria, se ha ido acabando. Así que la idea era destacar ese tesoro vivo que tiene el municipio. Un tesoro que va a desaparecer en su forma artesanal; y si no lo conservan, también puede hacerlo en su forma industrial. Por eso quise retratar la situación, para que las nuevas generaciones puedan ver esa tradición de su tierra.
¿Además de la Cooperativa Ovina de Marulanda, Jesús Arango y su esposa, Ana Obeida Patiño, son los únicos artesanos dedicados al oficio?
Sí, ellos son los únicos y creo que todavía se mantienen trabajando la lana artesanalmente. Su empresa es independiente de la Cooperativa y tejen en una escala más pequeña pero mucho más manual, porque quienes trabajaban así la lana, ya están muy viejos o han muerto.
¿Qué sucede con el relevo generacional en el oficio?
Los pelados de allá no quieren seguir este proceso… y no sólo en la lana, también se ve en el campo en general. Las fincas de Marulanda ya no tienen quien las trabaje, porque los jóvenes están emigrando a la ciudad.
¿Cómo fue trabajar con el artesano Jesús Arango?
Como él me conoce desde niño, conoce a mi familia y a mis padres; fue muy fácil trabajar con él. Al principio él no quería hacer el documental, nos decía: “no… pero qué van a hacer eso…” Su esposa también era poco receptiva, pero conversando, logramos convencerlos. “Chucho” es una persona que tiene un gran conocimiento y un gran legado que lastimosamente, se va a perder en algún momento. Sólo quedarán las manos de él y de la gente del pueblo.
¿Y cómo fue su experiencia, en el proceso de realizar el documental?
La experiencia fue muy interesante y fue un reto para mí, porque yo salí de Marulanda a los 12 o 13 años. Pero hay un elemento muy importante y es que tras quedar ciego a mis 15 años, este documental me dio la oportunidad de retratar los recuerdos de mi niñez.
¿Cuál es el concepto de la selección musical?
El documental tiene un toque melancólico porque quiere mostrar a través de la melodía, que algo se va a perder, así que quisimos generar ese concepto y esa sensación de tristeza. La banda sonora fue hecha por estudiantes de la Universidad del Quindío y en algunos momentos, la música se torna un poco más alegre y esperanzadora, pero cuando vemos a doña Julia por ejemplo, pues se torna melancólica porque ella lloró cuando le rompieron el telar.
¿Cómo apelar a los sentimientos, para hablar de la tejeduría en Marulanda?
Los sonidos ambientes son muy importantes porque con ellos nos damos cuenta cómo es el pueblo, que tan solo o silencioso es. A través de estos sonidos, que nos damos cuenta cómo es el entorno de Marulanda y cómo funcionan, por ejemplo, las faenas de los recolectores de ovejos.
Pero la fotografía también evoca sentimientos; por eso manejamos retratos, teniendo en cuenta que los rostros de los entrevistados se daban para eso. Quisimos generar expectativa, por ejemplo, con la imagen del pueblo, por eso no quisimos mostrarlo al inicio del documental y en cambio, lo dejamos para el final e hicimos un paso de tiempo (timelapse).
¿Después de realizar el documental, cuál su percepción sobre el oficio?
Debido a las nuevas dinámicas de la economía y la tecnología, estos oficios artesanales, no solo en Marulanda sino en cualquier parte del país, tienden a desaparecer y si las técnicas o las formas de comercialización no se adaptan o actualizan, se van a perdiendo.
¿Qué le ha dicho la gente de Marulanda sobre este documental?
A las personas de Marulanda les gustó mucho, pues esta es la realidad que se vive. He recibido buenos comentarios de quienes viven y no en el municipio, porque por medio de este documental ven ese lugar que dejaron hace muchos años y recuerdan muchas cosas de su niñez, recuerdan a los paisanos como don “Chucho”, que llevan toda su vida en Marulanda.
Personas de diferentes partes del país también lo han visto; en Montes de María, Sucre y Bolívar, donde mostramos el documental, muchas tejedoras de Antioquia y del mismo Carmen de Bolívar, al ver el trabajo de don “Chucho”, quedaron asombradas y admiradas.
¿Qué le diría a Artesanías de Colombia, en pro de la preservación del oficio?
Yo le diría que apoyemos y nos preocupemos más por los artesanos que se dedican a esta labor para que no abandonen prácticas como las capacitaciones.
¿Qué sigue ahora?
El documental ya pasó por todas sus fases y luego de presentarlo en varios festivales, lo publicamos en YouTube para que más personas puedan verlo y apreciar lo que se hace en Marulanda. Para mí lo más importante es que tenga como precedente y archivo audiovisual de la tejeduría en lana de Marulanda; por eso, quiero agradecerles a todas las personas que hicieron parte de este proyecto.
“Que no se rompa el hilo” es también un llamado de urgencia a que las nuevas generaciones marulandeñas, se animen a conocer y preservar el oficio de la tejeduría en lana, una tradición que, así como dice Alexander Ruiz, es un “tesoro vivo de Marulanda”.
¿Ya conoce nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbase!
Si usted es artesano radicado en este departamento, recuerde que puede contactar al Laboratorio de Innovación y Diseño del Quindío, a través del correo electrónico: labquindio@artesaniasdecolombia.com.co.
A UN TOCHECITO
Pablo Emilio Duque Restrepo
Oh tierna avecilla que lloras la ausencia
De tus compañeros con fúnebre canto,
En cuya aflictiva fatal advertencia
Miras ya perdido tu plácido canto.
Ya no eres como antes que alegre y contento volabas,
Cantabas el dulce concierto;
Por eso la angustia modela tu acento
Haciendo que triste se escuche en el huerto.
El vuelo invisible de acérrimas balas
A los de tu especie troncharon la vida;
Por eso, en si busca, batiendo las alas,
Clamores levantas de angustia sentida
Fuente: Transcrito del libro: Cantos De Roblalito – Pablo Emilio Duque Restrepo
CUENTOS DE COSIACA
Vió Cosiaca unas mujeres muy flacas charlando en la puerta de una casa y entonces preguntó:
— A cómo la carne?
— Respete! –contestaron las muchachas–. Esto no es una carnicería.
–Ah –respondió él–, como veo los guesos en la puerta…
LA MANCARITA
Es una mujer despeinada, de cabello largo, tiene un solo seno en la mitad del pecho y un cuerpo muy peludo. Le gusta vivir en zonas selváticas.
Dicen que en las noches grita de una manera aguda y espeluznante, mientras se acerca a las casas de la zona, Sin embargo, le teme a los animales y a la gente, pues con solo verlos sale despavorida.
La Mancarita también está representada en un salvaje que imita el llanto de la mujer, la voz del hombre y el llanto de los niños, con el fin de llevárselos.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mancarita/
EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO
Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.
LA PATRIA | MANIZALES
Octavio Llano Ruiz, ovinocultor, tuvo que escapar de su municipio durante tres años, pues ya no aguantaba más las extorsiones y el miedo a que algún día lo asesinaran. Hace cinco años, cuando los grupos salieron de esta parte de Caldas, vio que podía volver a su tierra.
"La idea fue volver a organizar las tierras y reestablecer nuevamente la ganadería, no solo ovina sino bovina y también hacer cultivos. Las tierras se habían olvidado y ni los trabajadores ni los dueños podían volver a sus tierras, debido a la situación que tuvimos", expresa.
Al igual que Octavio, Alfonso Patiño también expresa que la gente ha venido recuperando la confianza y que esto ha sido un proceso difícil después de tantos años de violencia e incertidumbre. "Se han establecido nuevos hatos lecheros y se han recuperado algunas tierras para los cultivos. Se hace necesario continuar el repoblamiento del sector rural, ya que muchas tierras quedaron solas ante el desplazamiento forzado de los campesinos", afirma.
LA PATRIA consultó con Alfredo Sarmiento, exdirector de la Unidad Nacional de Consolidación Territorial, sobre la oferta institucional que hay para los departamentos afectados por el conflicto armado y donde la Fuerza Pública ha tratado de retomar el control.
Según él, el Gobierno definió nueve zonas de acción entre las cuales Caldas no aparece. La razón, según fuentes cercanas a esa dependencia, es que se priorizaron las regiones que más han sido afectadas por el conflicto armado, y definieron que este departamento, en particular el oriente, no clasificaba si se comparaba con las que sí incluyeron.
Las regiones escogidas son Montes de María (municipios de Bolívar y Sucre), Catatumbo (Norte de Santander), Nudo del Paramillo (municipios de Antioquia y Córdoba), Cordillera Central (Tolima), Cauca (municipios de Cauca y Valle), Arauca, Macarena-Caguán (municipios de Meta y Caquetá), Putumayo y Tumaco.
Por otra parte, Mauricio Andrés Restrepo, alcalde de Marulanda, dice que poco a poco se viene recuperando la confianza inversionista. "Ya los campesinos están retornando normalmente a sus actividades productivas. Se respiran nuevos aires de tranquilidad, ya que nuestro pasado fue difícil tanto en la cabecera municipal como en el corregimiento de Montebonito, quienes sufrieron las inclemencias de la violencia".
También, Jorge Montoya, jefe de la Unidad de Seguridad y Convivencia de la Gobernación de Caldas, explicó que hay un plan de acción con las víctimas que se implementará este año a través del Comité de Justicia Transicional con el que se busca caracterizar a las personas golpeadas por el conflicto sobre sus necesidades ya sean productivas o de reparación.
Alcibíades Flórez, herrero de Marulanda, expresa que durante el conflicto se fue del municipio. Ahora retornó y realiza su oficio.
IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES
Es una edificación religiosa que se ha ido deteriorando y reconstruyendo con los años, por esto conserva materiales y espacios que corresponden a distintos períodos del siglo XX. La última gran intervención se realizó en el año 2000 e incluyó la construcción de una nueva torre campanearía. Estilísticamente es una obra ecléctica con formas y detalles que recuerdan el románico y el neoclasicismo.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 38 - julio 28 de 2023
A UN TOCHECITO
Pablo Emilio Duque Restrepo
Oh tierna avecilla que lloras la ausencia
De tus compañeros con fúnebre canto,
En cuya aflictiva fatal advertencia
Miras ya perdido tu plácido canto.
Ya no eres como antes que alegre y contento volabas,
Cantabas el dulce concierto;
Por eso la angustia modela tu acento
Haciendo que triste se escuche en el huerto.
El vuelo invisible de acérrimas balas
A los de tu especie troncharon la vida;
Por eso, en si busca, batiendo las alas,
Clamores levantas de angustia sentida
Fuente: Transcrito del libro: Cantos De Roblalito – Pablo Emilio Duque Restrepo
MARULANDA EN ANÉCDOTAS
Por Gustavo Páez Escobar
19 de noviembre de 2021
En la plaza de Marulanda se encuentra un monumento al fundador del pueblo, general Cosme Marulanda. En el salón del Concejo está entronizado un óleo que lo presenta vestido de pantalón oscuro, ruana de paño, camisa blanca y con los pies descalzos, como era la moda en aquella época. En el libro Mi Marulanda inolvidable (1999), Josué López Jaramillo, su autor, hace emocionada evocación de su patria chica.
Él vivió allí gratos sucesos de su niñez y adolescencia, que recoge en el texto citado y amplía en nuevo libro con el relato de sabrosas crónicas rescatadas del olvido. En la portada reluce un ensoñador parque en el que aparece, como una bandera al viento, la majestuosa palma de cera, de alto cultivo en la región y que fue adoptada por ley como el árbol nacional de Colombia.
Estamos en Marulanda, pintoresco y apacible pueblo situado en lo más alto de la geografía caldense. Su territorio es montañoso, bucólico y de clima glacial, y tiene como tradición las ovejas que pastorean en los alrededores desde tiempos remotos, las que fuera de abrigar a los habitantes y constituir el mayor renglón económico, son un memorable emblema de la región.
Según cuenta Josué López, la población solo vino a conocer la energía eléctrica en 1940, al instalarse una pequeña hidroeléctrica sobre la ribera del río Guarinó. Así comenzó el vecindario a ver el crepitar de las estufas eléctricas, abandonando los malsanos y ancestrales fogones de leña.
Años después, se notó que en la vida local ocurrían muy escasas bodas y decesos. Parecía un pueblo inerte. Para despertar a la comunidad del marasmo, el párroco planeó la visita de la Virgen de Apicalá, hecho extraordinario que llevó a los vecinos a reparar las fachadas, los portones y las ventanas de sus viviendas.
La Virgen, acompañada de una corte de asnos retozones, viajó por los escarpados caminos que desembocan en el río Hondo, y de allí se trasladó en hombro de los habitantes hasta las calles del pueblo. Y explotó el júbilo general. A su regreso, la población la despidió con pesadumbre y gratitud, y desde la distancia la vio alejarse montada a caballo, para no irse al abismo. Esa es Marulanda: precipicio y cielo.
En febrero de 1944, año bisiesto, se estrelló un avión militar en el cerro Las Tres Marías, a 3.000 metros de altura, y murieron dos asesores de la Policía en Bogotá. Días más tarde, llegaron dos pesadas losas de piedra con los nombres de los muertos. Años después, en una remodelación del cementerio desaparecieron las tumbas y las lápidas, y hoy poca gente conoce el siniestro aéreo que estremeció a la localidad.
Lo que no cuenta Josué es quiénes eran esas tres Marías convertidas en cerro. Hoy, hacen parte del paisaje. Para terminar, mi amigo recrea la historia de los fantasmas que tanto abundan en la zona cafetera. Debo decir que mucho he gozado con las brujas de la tía Anafeliz, todo un personaje de la mitología regional.
escritor@gustavopaezescobar.com
Fuente:
CUENTOS DE COSIACA
Vió Cosiaca unas mujeres muy flacas charlando en la puerta de una casa y entonces preguntó:
— A cómo la carne?
— Respete! –contestaron las muchachas–. Esto no es una carnicería.
–Ah –respondió él–, como veo los guesos en la puerta…
LA MANCARITA
Es una mujer despeinada, de cabello largo, tiene un solo seno en la mitad del pecho y un cuerpo muy peludo. Le gusta vivir en zonas selváticas.
Dicen que en las noches grita de una manera aguda y espeluznante, mientras se acerca a las casas de la zona, Sin embargo, le teme a los animales y a la gente, pues con solo verlos sale despavorida.
La Mancarita también está representada en un salvaje que imita el llanto de la mujer, la voz del hombre y el llanto de los niños, con el fin de llevárselos.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mancarita/
EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO
Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.
LA PATRIA | MANIZALES
Octavio Llano Ruiz, ovinocultor, tuvo que escapar de su municipio durante tres años, pues ya no aguantaba más las extorsiones y el miedo a que algún día lo asesinaran. Hace cinco años, cuando los grupos salieron de esta parte de Caldas, vio que podía volver a su tierra.
"La idea fue volver a organizar las tierras y reestablecer nuevamente la ganadería, no solo ovina sino bovina y también hacer cultivos. Las tierras se habían olvidado y ni los trabajadores ni los dueños podían volver a sus tierras, debido a la situación que tuvimos", expresa.
Al igual que Octavio, Alfonso Patiño también expresa que la gente ha venido recuperando la confianza y que esto ha sido un proceso difícil después de tantos años de violencia e incertidumbre. "Se han establecido nuevos hatos lecheros y se han recuperado algunas tierras para los cultivos. Se hace necesario continuar el repoblamiento del sector rural, ya que muchas tierras quedaron solas ante el desplazamiento forzado de los campesinos", afirma.
LA PATRIA consultó con Alfredo Sarmiento, exdirector de la Unidad Nacional de Consolidación Territorial, sobre la oferta institucional que hay para los departamentos afectados por el conflicto armado y donde la Fuerza Pública ha tratado de retomar el control.
Según él, el Gobierno definió nueve zonas de acción entre las cuales Caldas no aparece. La razón, según fuentes cercanas a esa dependencia, es que se priorizaron las regiones que más han sido afectadas por el conflicto armado, y definieron que este departamento, en particular el oriente, no clasificaba si se comparaba con las que sí incluyeron.
Las regiones escogidas son Montes de María (municipios de Bolívar y Sucre), Catatumbo (Norte de Santander), Nudo del Paramillo (municipios de Antioquia y Córdoba), Cordillera Central (Tolima), Cauca (municipios de Cauca y Valle), Arauca, Macarena-Caguán (municipios de Meta y Caquetá), Putumayo y Tumaco.
Por otra parte, Mauricio Andrés Restrepo, alcalde de Marulanda, dice que poco a poco se viene recuperando la confianza inversionista. "Ya los campesinos están retornando normalmente a sus actividades productivas. Se respiran nuevos aires de tranquilidad, ya que nuestro pasado fue difícil tanto en la cabecera municipal como en el corregimiento de Montebonito, quienes sufrieron las inclemencias de la violencia".
También, Jorge Montoya, jefe de la Unidad de Seguridad y Convivencia de la Gobernación de Caldas, explicó que hay un plan de acción con las víctimas que se implementará este año a través del Comité de Justicia Transicional con el que se busca caracterizar a las personas golpeadas por el conflicto sobre sus necesidades ya sean productivas o de reparación.
Alcibíades Flórez, herrero de Marulanda, expresa que durante el conflicto se fue del municipio. Ahora retornó y realiza su oficio.
IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES
Es una edificación religiosa que se ha ido deteriorando y reconstruyendo con los años, por esto conserva materiales y espacios que corresponden a distintos períodos del siglo XX. La última gran intervención se realizó en el año 2000 e incluyó la construcción de una nueva torre campanearía. Estilísticamente es una obra ecléctica con formas y detalles que recuerdan el románico y el neoclasicismo.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 37 - julio 21 de 2023
A UNOS OJOS NEGROS
Pablo Emilio Duque Restrepo
Si en el negro profundo de tus ojos
Hay un haz de dormidas inquietudes
Y en una floración de laxitudes
Son palacios tus tímidas cabañas.
También hay en tus trémulas pestañas
Los sonrientes ensueños de la vida,
Y otra vez, de senda florecida
Son palacios tus tímidas cabañas.
Fuente:
Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo
MARULANDA EN ANÉCDOTAS
Por Gustavo Páez Escobar
19 de noviembre de 2021
En la plaza de Marulanda se encuentra un monumento al fundador del pueblo, general Cosme Marulanda. En el salón del Concejo está entronizado un óleo que lo presenta vestido de pantalón oscuro, ruana de paño, camisa blanca y con los pies descalzos, como era la moda en aquella época. En el libro Mi Marulanda inolvidable (1999), Josué López Jaramillo, su autor, hace emocionada evocación de su patria chica.
Él vivió allí gratos sucesos de su niñez y adolescencia, que recoge en el texto citado y amplía en nuevo libro con el relato de sabrosas crónicas rescatadas del olvido. En la portada reluce un ensoñador parque en el que aparece, como una bandera al viento, la majestuosa palma de cera, de alto cultivo en la región y que fue adoptada por ley como el árbol nacional de Colombia.
Estamos en Marulanda, pintoresco y apacible pueblo situado en lo más alto de la geografía caldense. Su territorio es montañoso, bucólico y de clima glacial, y tiene como tradición las ovejas que pastorean en los alrededores desde tiempos remotos, las que fuera de abrigar a los habitantes y constituir el mayor renglón económico, son un memorable emblema de la región.
Según cuenta Josué López, la población solo vino a conocer la energía eléctrica en 1940, al instalarse una pequeña hidroeléctrica sobre la ribera del río Guarinó. Así comenzó el vecindario a ver el crepitar de las estufas eléctricas, abandonando los malsanos y ancestrales fogones de leña.
Años después, se notó que en la vida local ocurrían muy escasas bodas y decesos. Parecía un pueblo inerte. Para despertar a la comunidad del marasmo, el párroco planeó la visita de la Virgen de Apicalá, hecho extraordinario que llevó a los vecinos a reparar las fachadas, los portones y las ventanas de sus viviendas.
La Virgen, acompañada de una corte de asnos retozones, viajó por los escarpados caminos que desembocan en el río Hondo, y de allí se trasladó en hombro de los habitantes hasta las calles del pueblo. Y explotó el júbilo general. A su regreso, la población la despidió con pesadumbre y gratitud, y desde la distancia la vio alejarse montada a caballo, para no irse al abismo. Esa es Marulanda: precipicio y cielo.
En febrero de 1944, año bisiesto, se estrelló un avión militar en el cerro Las Tres Marías, a 3.000 metros de altura, y murieron dos asesores de la Policía en Bogotá. Días más tarde, llegaron dos pesadas losas de piedra con los nombres de los muertos. Años después, en una remodelación del cementerio desaparecieron las tumbas y las lápidas, y hoy poca gente conoce el siniestro aéreo que estremeció a la localidad.
Lo que no cuenta Josué es quiénes eran esas tres Marías convertidas en cerro. Hoy, hacen parte del paisaje. Para terminar, mi amigo recrea la historia de los fantasmas que tanto abundan en la zona cafetera. Debo decir que mucho he gozado con las brujas de la tía Anafeliz, todo un personaje de la mitología regional.
escritor@gustavopaezescobar.com
Fuente:
CUENTOS DE COSIACA
Pillaron a Cosiaca sentao en media calle haciendo una necesidá y lo llevaron a la alcaldía.
El alcalde, que sabía lo pobre que era Cosiaca, le puso una multa de cinco centavos.
–Tome –dijo Cosiaca– ai tan sus cinco, y cinco más.
— De qué son estos cinco? –preguntó el alcalde.
–¿Ah, Y es que la orinada no la cobran?
LA MANO PELUDA
Ay de ti chiquillo si no entraste al baño antes de ir a dormir, será mejor que ruegues para que la noche pase rápido porque si se te ocurre abandonar tu cama para desocupar tu vejiga, seguramente no podrás volver a ella.
No causa terror si se tratase de un extraño monstruo o una figura bestial, no lleva cuernos, cola ni lanza fuego, pero su elemental figura horripilante hace que todo aquel que se la encuentre a su paso desee no haber nacido, es la mano peluda, esa que cuando la encuentras camino al baño, en la penumbra de la madrugada, desmiente que solo es una leyenda porque te hará vivir el infierno en la tierra.
Varios chicos han visto un puño de terror debajo de su cama, pues al buscar sus pantuflas, estas han cambiado de lugar y al agacharse para tomarlas bajo las tablas, sus propios ojos no pueden dar crédito a lo que ven y sus cuerpos simplemente quedan petrificados por el horror que esa cosa sin nombre que los ataca inmisericordemente causa, no con la intención de asustarlos para que vuelvan a la cama sino para acabar con sus jóvenes existencias.
Lo que originalmente era una advertencia de los padres para que sus hijos no se fuesen a dormir sin entrar al baño, se convirtió en relatos de niños y progenitores aterrados por la presencia cada vez más frecuente de una mano del doble del tamaño normal de la de un adulto, cubierta de pelos de alguna extraña fiera, con uñas largas, afiladas y horrendas pero humana, sí, muy humana.
Inicialmente se escondía bajo las camas pero se le ha visto en grandes ventanales, resguardando tras las puertas e incluso en los baños, por eso muchas veces esa mano deja a su paso un rastro de agua; cuando la mano aprieta, hace sentir un hielo mortal que al imprimirle una fuerza sobrenatural puede sumergir lo que agarra en una lava de volcán infernal.
arios niños desaparecieron luego de que la mano peluda los atrapó, chicos insolentes que desafiaron la autoridad y ahora derivan en el limbo; otros pocos a los que la mano apretó, lograron zafarse con una dificultad teñida de sangre, sus extremidades fueron lisiadas seriamente y marcadas con una impronta del más allá.
Dicen que la mano peluda gusta de los lugares cercanos al desierto de La Candelaria en el departamento de Boyacá, muy cerca de Ráquira y Villa de Leyva, varios conventos de la zona se encuentran como sus escondites predilectos y cuando hiere a un niño, se debe tratar igual que un ataque de feroz serpiente, si no se atiende pronto puede cegar la vida de su infante víctima.
Hoy o mejor, esta misma noche, muchos chiquillos pedirán a sus hermanos mayores compañía para ir al baño, ese lugar al que rebeldemente renunciaron antes de ir bajo las cobijas y cuyo acto es motivo de profundo arrepentimiento. Muchos niños han presentado problemas renales debido a que han preferidos soportar horas y horas con sus tripas a punto de estallar que tener que ir a un pequeño viaje de unos cuantos pasos, pero con una agonía larga como camino al infierno.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mano-peluda/
EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO
Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.
LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013
EN CALDAS*
Los siguientes grupos armados ilegales tuvieron influencia en el departamento:
Autodefensas (240 integrantes)
- Frente Cacique Pipinta
- Frente Ómar Isaza
ELN (120 integrantes)
- Frente Cacique Calarcá
- Frente Martha Elena Baron
EPL (25 integrantes)
- Frente Óscar William Calvo
Farc (600 integrantes)
- Frente Aurelio Rodríguez
- Frente Leonardo Posada
* Datos del diagnóstico regional de la situación de derechos humanos en Caldas, realizado por la Vicepresidencia de la República. Desde el 2008 estos grupos dejaron de tener presencia en el departamento.
CASA DE LA CULTURA
Edificación hecha en bahareque, sirvió como casa de habitación del General Cosme Marulanda y posteriormente, sirvió como hotel del Municipio hasta los años 80 , siendo sus propietarios, la familia Granada, posteriormente al inicio de los años noventa un voraz incendio, la dejo en muy mal estado, hora es propiedad de La 19 Alcaldía Municipal quien la convirtió en lo que hoy es la Casa de la Cultura, donde se concentran todas las actividades culturales; además cuenta con murales sobre los mitos y leyendas elaborados por el artista local GILMER CAÑAS.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 36 - julio 14 de 2023
DOS SERENATISTAS
Pablo Emilio Duque Restrepo
Eliécer Gómez y Echeverri Eudoro,
Un par de amigos de amistad sincera
A quienes yo sus simpatías adoro
Con amistad ingenua y verdadera,
Diéronse cita a una serenata,
Para llevar a la vecina gente,
No muy distante, en la cabaña grata,
En derroche de ambiente complaciente.
Llegaron ya, los dos serenatistas
En el hondo silencio de la noche.
Las melódicas cajas iban listas,
Y de sonatas se siguió el derroche.
Fuente:
Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo
DESPLAZADOS, POR LOS CAMINOS DE LA PAZ
Ernesto Beltrán y su familia se marcharon de su pueblo natal, el corregimiento de Montebonito, del municipio de Marulanda (Caldas), hace cuatro años, cuando guerrilleros del frente 47 de las Farc destruyeron su casa durante un hostigamiento a la Policía.
Huyeron a Manizales con otras familias del pueblo. Vivieron tres meses en una casa arrendada por la entonces Red de Solidaridad Social de Caldas y recibieron mercado gratis de la misma entidad durante ese mismo tiempo. Beltrán decidió que no volverían a Montebonito que fue atacado nuevamente por los guerrilleros de las Farc este año y que vivirían de su pensión en Manizales. Pero al vivir en carne propia el drama de los desplazados, Beltrán optó por ayudarlos. Reunió a 80 de ellos, procedentes de Montebonito y de otros municipios de Caldas, para hablar de sus derechos. Así nació la Fundación Caminantes de Paz. La gente me paró bolas y desde entonces trabajo con ellos, cuenta. HASTA DEL CHOCO Los objetivos de la asociación son brindar orientación a los desplazados y gestionar ayuda para ellos ante el Estado. Beltrán es el representante legal de la entidad, la cual tiene una junta directiva compuesta por nueve miembros, todos desplazados. En este momento Caminantes de Paz ampara a 120 familias, unas 480 personas, procedentes de varias regiones del departamento, en especial del oriente, la zona más afectada por este fenómeno del conflicto armado interno. De esas familias, la mitad vive en arriendo en Manizales y en Neira, población situada a 40 minutos de la capital de Caldas. El 50 por ciento restante obtuvo subsidios de vivienda, cada uno por 7 millones de pesos, en Manizales. Hasta el momento 60 familias desplazadas han sido beneficiadas gracias a la fundación con casa propia y 130 con subsidios para arrendamientos. La asociación cuenta con integrantes de otros departamentos: una familia desplazada del Valle, que llegó a Manizales hace dos años, y otra del Chocó que arribó este año. No nos importa de dónde provengan los desplazados. Lo que nos interesa es velar y luchar porque se respeten sus derechos, dijo Beltrán. Caminantes de Paz, que recibió el nombre por una desplazada, se sostiene con la ayuda de entidades y empresas oficiales y del sector privado. Cada año, por esta época, mandamos cartas a empresas de la región pidiendo ayuda de cualquier tipo para celebrar la Navidad. El año pasado le entregamos 550 regalos a los niños, contó Beltrán. Además, los miembros de la asociación donan lo que no necesitan a otras familias. SIN SEDE Debido a que la fundación no cuenta con sede propia para gestionar y realizar los trámites legales para ayudar a la población desplazada, el contacto con los beneficiarios es personal o telefónico. El proyecto para el próximo año es tener una casa que sirva de sede y de taller para albergar a señoras que se dediquen a la confección de ropa y a la panadería. Por ahora es una idea porque no contamos con los fondos suficientes para adquirirla, dijo Beltrán. A largo plazo la meta es que la fundación sea autosostenible con el trabajo de los desplazados. La ONG cuenta con ayuda gubernamental, pero sus integrantes se quejan de que no hay la suficiente receptividad y solidaridad de la comunidad. Frente al desplazado hay apatía, dice Beltrán, quien participa en foros donde se discuta la situación de los desplazados para llamar la atención sobre el problema en Caldas. Aunque no tiene sede, Caminantes de Paz funciona en la carrera 21 No. 21-11 de Manizales. Teléfono: 888 1915. 120 familias conforman la ONG Caminantes de Paz, que funciona en Manizales. Treinta años de lucha por los derechos de la mujer A mediados de los 70, en la conservadora y tradicionalista capital de Caldas, un puñado de universitarias creó la Asociación Movimiento de Mujeres de Manizales. Treinta años después, la lucha por la reivindicación de los derechos del sexo femenino en este departamento sobrevive. La fundación nació con las influencias políticas y socioculturales de los años 60 y germinó con una tendencia hacia la izquierda política, pero hoy es una organización pluralista con la misma meta: abordar la problemática de la mujer para luchar por la igualdad de oportunidades y el respeto de sus derechos. Para lograr esos sueños era primordial tener una sede propia a la que llamarían La casa de la mujer. Nos tildaron de comunistas y hasta de lesbianas, pero lo que hemos sido y seremos es esencialmente feministas, explica María Teresa Parra, su coordinadora. La asociación organiza talleres de capacitación, propicia espacios de encuentro para analizar problemáticas puntuales y asesora jurídicamente a mujeres desplazadas, víctimas del conflicto armado interno y de la violencia intrafamiliar y mujeres cabeza de familia. La asociación ha evolucionado de acuerdo con las coyunturas sociopolíticas del país, pero desde 1991 le apunta a influir en las políticas públicas, y a posicionar la política de género. El movimiento también busca participar activamente en las propuestas de paz y en las negociaciones con los grupos armados.
Fuente: https://www.portafolio.co/economia/finanzas/desplazados-caminos-paz-412450
CUENTOS DE COSIACA
Una vez se encontraron en un camino Cosiaca y Quevedo y se pusieron a hablar de las ruanas. Cada uno decía que tenía una mejor que la del otro, por vieja que estuvieran las dos. Al fin, resolvieron cambiar. Cambiaron y se despidieron. Al fin, resolvieron y llamó a Cosiaca. Y este le dijo
— Nada! Trato es trato…
–No – contestó Quevedo: -Yo no me voy a echar atrás: lo que quiero es que me explique por cuál de estos huecos se mete la cabeza…
LA ENTACONADA
“PILAS PUES MIJO QUE DE PRONTO SE LE APARECE LA MECHUDA ESA”
La advertencia nunca sobra, es una manera de alejar un peligro inminente que junto con persignarse y darle un beso a la santa cruz que se carga colgando en el cuello, aleja las malas compañías y especialmente las malas apariciones que andan siempre atentas y a la caza de incautos que se atreven a jugar con el mal sin saber que, con tanto fuego, seguro hay gran quemadura.
La entaconada o la mechuda es la representación de la belleza femenina que abunda por las montañas y ríos de la geografía colombiana, especialmente en las altas y escarpadas montañas del departamento de Antioquia, lugar en donde arrieros colonizadores sin miedo a nada, pero con fidelidad al altísimo, abrieron caminos para que el mundo que había pasado el océano, pudiese traer sus progresos a estas tierras tan creyentes pero tan alejadas de lo nuevo en épocas en todo parecía añejo.
Esos arrieros que con un brazo consentían a su amorosa ninfa y que con el otro dominaban la rula, con su valor cortaban maleza, tumbaban monte y con el hacha hacían de la madera la materia prima para su arquitectura única y amplia porque su prole nunca dejaba de ser numerosa.
Esos mismos arrieros gozaban de un tiempo de descanso luego de largas faenas de agricultura, ganadería y emprendimiento y las noches pasaban con un lento tic tac del reloj entre el tapetusa y el aguardiente, la guitarra y los cantos que comenzaban a destemplarse con el número de las copas que se alojaban entre pecho y espalda.
En medio de la alegría aguardientera se escuchaba un taconeo que lograba apaciguar la música, pero acelerar las pasiones de los hombres, entonces aparecía la mujer más hermosa jamás vista por esas tierras, una mujer que parecía ser de aquí y de allá pero que nadie podía asegurar conocer su procedencia.
¡Cuidado con la entaconada!, así vociferaban algunas viejas beatas desde los balcones mientras se daban la bendición y pedían que bajaran la música porque muy temprano en la mañana debían levantarse para la misa de seis, muchos preferían hacer oídos sordos a esas viejas cansonas y seguir disfrutando de las mieles del romance mientras rodeaban con sus brazos abridores de trochas el cuerpo delicado y provocativo de la aparición celestial.
Ya las cantinas no eran lugar para un romance más avanzado porque, aunque esos eran sitios de perdición, quienes lo frecuentaban aún sentían temor de Dios y pagando sus cuentas o poniendo su firma por lo fiado en un cuaderno, se iban para sus casas rezando por la suerte de quien con la entaconada se alejaba.
La hermosa mujer se ponía muy cariñosa con su nuevo galán pero su cuerpo comenzaba a adquirir el tamaño de una bestia, era tan demoniaca su figura que hasta el más bravo de los arrieros quedaba paralizado como animalejo en trampa montañera, entonces la macabra mujer ya no taconeaba, sus pezuñas eran las mismas patas del maligno y los incautos hombres aparecían muertos a la orilla del río o simplemente golpeados a más no poder, muchos de los que sobrevivieron, todavía pierden el control y parecen poseídos cuando escuchan el sonido de un par de tacones; eso pasa por no tener presente ese: “cuidado con la entaconada”.
https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-entaconada/
EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO
Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.
LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013
EL TEMIDO RETEN
Y era precisamente al frente de la Hacienda en donde los guerrilleros instalaban un retén ilegal. Nunca se sabía a qué hora o qué día iba a ser, por eso pasar por el lugar generaba miedo, el cual todavía tienen muchos pues prefieren no decir su nombre al referirse a temas relacionados con la guerrilla y el conflicto.
Recuerdan que un día, en el retén, los hombres armados detuvieron un campero en el que viajaban 15 personas de San Félix a Marulanda, hicieron bajar al conductor y preguntaron que si alguno de los viajeros sabía conducir, una mujer contestó que sí.
La orden fue que ella se encargara de llevar al resto de viajeros a Marulanda lo más rápido posible, además, no informar en el municipio que ellos estaban en el sector. Cuando llevaban tres minutos de camino escucharon los disparos con los que asesinaron al conductor.
Relatan que los habitantes de esta zona en la época del conflicto no tenían más camino que ayudar a los grupos armados. "A las fincas llegaban los de las Farc y había que hacer lo que ellos dijeran porque o sino lo declaraban a uno objetivo. Lo mismo pasaba con los 'paras' y uno no sabía ni que hacer. Al muchacho del yip le pasó eso, le tocaba ayudarle a los dos grupos y vea, lo mataron".
Desde el 2000 los grupos armados ilegales se empezaron a tomar a Marulanda, en el 2003 la influencia de las Autodefensas se había apropiado de terrenos, ganado y dominaban la vía desde San Félix hasta el casco urbano del municipio. Muchos habitantes se fueron por temor a la muerte y no volvieron, otros aguantaron y lloraron a sus víctimas.
Entre los muertos más recordadas está el exalcalde Rigoberto Castaño Tovar, de 60 años, asesinado en la vereda Las Peñas, a 30 minutos del casco urbano, el 14 de octubre del 2006. El mandatario iba en su carro desde Marulanda a San Félix y fue interceptado por tres guerrilleros de las Farc, quienes lo asesinaron con impactos de fusil. La Sala Penal del Tribunal Superior de Manizales condenó a los campesinos Raúl Patiño y John Patiño por ser cómplices del asesinato, además a alias Tomás y Cristian y se investigó a la extesorera del municipio, encargada al parecer de dar información al grupo guerrillero sobre los movimiento del entonces alcalde.
Desde hace cinco años no se sabe de estos hombres armados en El Páramo, allí reina la cotidianidad. Los niños van a la escuela y portan ruanas para el frío, los hombres ordeñan y se encargan de cultivar truchas que nacen en el río Guarinó, las mujeres cocinan en fogones de leña y pasar por la Hacienda Palmira es solo un recuerdo negro de historias marcadas en la mente de los habitantes de Marulanda.
CAPILLA SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Es una reliquia arquitectónica del siglo XIX que se levanta sobre un pequeño montículo en las afueras de la zona urbana. El visitante puede llegar allí luego de ascender unas escaleras de piedra que rematan en un mirador excepcional. En su interior se encuentra la reproducción de un viacrucis italiano que sobresale en su imaginería.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 35 - julio 7 de 2023
OCURRENCIAS
Pablo Emilio Duque Restrepo
A mí, una vez don Agustín Quintero
Me preguntó, quitándose el sombrero:
“Hombre Pablo, ¿Por qué tendré el cabello blanco?”
Entonces, como yo bien conocía
Cuál era la respuesta que él quería, así le respondí, burlón y franco:
“Eso será sin duda, la nobleza
Que a usted le salió por la cabeza” …
Y, al ponerse el sombrero se reía
Fuente: Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo
MÁGICA DISTRACCION
Sabina Duque
Tres de la tarde, treinta grados.
Por fin en casa.
Me libero de los tacos, la cartera, las joyas, la ropa y coloco todo sobre el sillón de la entrada.
Un duchazo, camisa fresca, moñita de bailarina de ballet y rumbo a la cocina.
¡Qué hambre!
Quiero comer algo rico y fácil de preparar…
«Pimientos salteados con cebolla roja»
-sugiere mi mente al instante-.
Troceo pimientos rojos, verdes y naranja, en julianas. La cebolla en plumillas.
La sartén caliente con un chorro de aceite de oliva y mantequilla, recibe la cebolla. Un toque de sal, una pizca de azúcar morena.
Deposito el resto de verduras y añado pimienta negra.
Revuelvo con pala de madera.
Las verduras saltan como adolescentes en un concierto de rock.
Me encanta escuchar su sonido crujiente; es como la música de un poema.
¡Huele exquisito!
Atrapo en el aire una tirita de pimiento rojo y lo saboreo como si fuera el último bocado antes de morir.
¡Mucho humo; bajo el fuego!
Unos segundos más y listo.
Bebo un sorbo de agua y cierro los ojos para marcarle la ruta.
Bebo despacio, despacísimo… quiero hidratar todos mis órganos en un acto consciente.
Ahora bebo más rápido; el agua no se agota. Es como si el vaso fuera un grifo abierto y mi garganta la tierra seca que predijo Elías en Galaad.
Se está formando un lago de agua cristalina en mi vientre. Crece, crece, crece; se desborda y empieza a ramificarse.
Mis piernas se convierten en ríos; mis brazos en arroyos, mis dedos en riachuelos.
Los ríos se funden con el mar. Ahora soy el mar y la tierra que lo sostiene.
Asumo mi nueva condición geográfica.
Al más mínimo movimiento, podría generar un choque de placas tectónicas y causar un tsunami.
Destrucción y mortandad inminentes.
Mi cabeza es una selva.
Me alegro por el oxígeno y las criaturas que la habitan.
Hay más selvas en esta tierra que soy.
Volcanes que erupcionan.
Desde el fondo del mar miro hacia arriba.
Escucho un murmullo en la superficie.
Veo descender hacia mí, una piedrecilla que va dejando un caminito de burbujas.
Tras la piedrita una voz dulce. Tras la voz, en la superficie, una carita distorsionada y unas manitas curiosas jugando con un barquito de papel.
No temo por su seguridad, soy el recipiente que sostiene el agua donde flota.
Abuelaaa, abuelaaaa… -vine por ti, súbete a mi barco.
La dulce voz de mi nieto Samuel rompe el hechizo, y el agua me devuelve la forma original.
La cocina está llena de humo; las verduras carbonizadas.
Como cuando un poema se pasa de cocción por pretenderlo perfecto, y la papelera se alegra.
CUENTOS DE COSIACA
Cosiaca le pidió limosna a un caballero, y éste le respondió:
– No tengo menuda.
Cosiaca entonces dijo:
– Esa es la carga de todos: "no teo menuda", "no teo menuda"; ¡como si a Cosiaca no le gustara la gruesa!
EL ANIMA SOLA
Cuenta la leyenda que Celestina Abdégano, una joven perteneciente a las mujeres piadosas de Jerusalén que tenían por oficio asistir a los condenados, se le asignó el viernes santo subir al Calvario con un cántaro de agua refrescante para darles de beber a los mártires del patíbulo.
Ella dio de beber a Dimas y Gestas, los dos ladrones que acompañaron a Jesús en la crucifixión, pero por temor a las represalias de los judíos no quiso darle de beber a Jesús y fue por este hecho condenada a sufrir la sed y el calor constante de las llamas del Purgatorio.
La leyenda del Ánima sola es una creencia que está todavía muy arraigada en la masa campesina colombiana. Su devoción data desde los primeros colonizadores españoles que llegaron a nuestro país. La representan como una mujer que padece tormentos en el purgatorio y recorre los caminos con las manos atadas con cadenas, asustando a todas las personas que se crucen en su camino.
EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO
Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.
LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013
Disparos y dos explosiones despertaron a los habitantes de El Páramo, en el municipio de Marulanda, una fría noche del 2007. Hombres del frente 47 de las Farc corrían por las montañas y dispararon sin cesar durante dos horas. Los pobladores solo encontraron refugio en las oraciones y debajo de sus camas.
El ataque pasó y llegó la luz del día que dejaba ver los casquillos sobre el suelo. La información que sabían los habitantes era que hombres de las Farc se habían enfrentado con los de las Auc. Días después se supo que por el sector transitaban hombres de las mismas Farc y que por error de un "campanero" se había dado el enfrentamiento entre subversivos del mismo bando. El sujeto que tenía la labor de avisar fue asesinado y dejado en la vía días después.
Esta historia la recuerdan de forma intacta los pobladores de El Páramo, quienes durante años aguantaron las extorsiones y homicidios a familiares que efectuaban hombres de los 'paras'. "A la finca llegaban guerrilleros y decían que le mandaran dos o tres kilos de pescado al patrón. No sabíamos quién era el patrón, pero le mandábamos su comida", recuerda una habitante.
Los hombres de las Autodefensas eran dueños y señores desde el corregimiento de San Félix (Salamina) hasta Marulanda. Cobraban fuertes extorsiones y hasta amenazaron a un propietario de su finca para tomar el terreno como su centro de operaciones. El lugar era conocido como la Hacienda Palmira.
LA CASA DE LA FAMILIA ECHEVERRY
Foto: casa de referencia
La casa fue construida en tapia y bahareque, consta de dos plantas con amplios corredores en su parte interna, su segundo piso está construido en bahareque y posee diferentes balcones en madera con bellos calados que son una impresionante expresión del gusto por la talla en madera de los habitantes del Municipio, la casa tiene 125 años, dentro de la casa se pueden encontrar bellas pinturas realizadas en la primer parte del siglo XX, no posee patio central ya que tiene forma de L, es una casa bellamente adornada gracias a una influencia antioqueña en donde el manejo de espacio, luz y confort es la constante.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 34 - junio 30 de 2023
EL MAÍZ PELAO: ALIMENTO, TRADICIÓN ORAL Y CULTURAL EN MONTEBONITO, CALDAS
Laura Alejandra Mendoza García
"Le gusta el maíz pelao y el yarumo sin hormigas". Esta expresión la utilizan cotidianamente los adultos mayores en Montebonito, territorio ubicado en medio de la cordillera central, perteneciente al municipio de Marulanda (Caldas). Don Patrocinio Castañeda, amenizador de convites y reuniones en su juventud, y quien alberga gran parte de la tradición oral de la zona, a través de refranes, rimas y coplas explica que esta expresión se utiliza cuando se quiere decir que a alguien le gustan las cosas fáciles y sin mayores complicaciones. Sin embargo, ¿de dónde proviene?
En este territorio desde épocas prehispánicas el maíz ha sido un alimento de vital importancia, con el que se han elaborado un sinnúmero de preparaciones. Don Bianor Giraldo, adulto mayor del corregimiento cuyos variados saberes transitan por temáticas relacionadas con la flora y fauna del territorio, la agrobiodiversidad y algunas artes y oficios, señala que de estos alimentos se sobresalen el natilla, los buñuelos, las estacas, la colada, la mazamorra, la arepa, la sopa de arepa, el machorrucio, entre otras. Con el choclo, que es el maíz biche, se hacen tortas y arepas, también sirve para calmar el hambre y la sed en las jornadas de trabajo porque "el grano es jugoso".
En Montebonito, hoy en día, algunas mujeres aún practican una forma tradicional de hacer arepas de maíz criollo, conocidas como "arepa de maíz pelao o de mote". La diferencia entre las tradicionales y la mayoría de las que se hacen actualmente radica en que para la preparación de las primeras es necesario sacar manualmente el afrecho o cáscara que recubre el maíz, es decir, pelarlo, en un procedimiento en el que se deben sumergir los granos en lejía (mezcla de agua y ceniza) y revolver constantemente mientras se calientan, en un fogón de leña.
Las arepas de maíz pelao, en palabras de la señora Mercedes Gómez, conocedora de la cocina tradicional, "son ricas, más ricas que cualquier otra por el sabor especial que les da la ceniza. Sin embargo, hoy en día casi no se preparan por la facilidad de conseguir el grano trillado (o pelado) por máquinas, en las tiendas locales".
Cuando los adultos mayores de Montebonito hablan sobre diversidad de alimentos y preparaciones culinarias que se han perdido, se refieren a la tendencia que se tiene actualmente de hacerlo todo más rápido, de conseguir las cosas cada vez más fácil ("el maíz pelao y el yarumo sin hormigas"). Es por esto, señala la señora Mercedes, que ya no se pela el maíz con lejía, que la gente ha olvidado que se puede mercar en la finca y se ha acostumbrado a adquirir las cosas listas en la tienda "Hoy la vida es más dura, más costosa, porque todo es comprado, la gente hace años todo lo hacía".
Así, la expresión "le gusta el maíz pelao y el yarumo sin hormigas", que hace parte de la tradición oral de la comunidad rural y cafetera del Corregimiento hace explícita una forma de entender el mundo que se encuentra en constante relación con los recursos naturales de su territorio y su aprovechamiento. Es una metáfora que evidencia a través de los saberes alrededor de la biodiversidad un valor exaltado por las comunidades campesinas (descendientes del proceso de la colonización antioqueña), el valor del trabajo, que les permitió en épocas anteriores la adaptación a las complejas condiciones que imponen los Andes colombianos.
Don Patrocinio Castañeda, Don Bianor Giraldo y Doña Mercedes Gómez son algunos de los adultos mayores que participan con sus saberes y memorias del proyecto "Niños y adultos recorriendo saberes entre montañas", promovido desde la Biblioteca Nacional en el marco de la pasantía en Bibliotecas Públicas y acogido por la Biblioteca Pública Pablo Emilio Restrepo, de Montebonito, a través del cual se propician y generan reflexiones en torno a temas como la conservación de fauna y flora, la soberanía alimentaria, los oficios tradicionales y el patrimonio arqueológico del territorio.
El proyecto también ha vinculado también a niños y niñas del corregimiento con los que se han realizado actividades, algunas de ellas en la biblioteca, basadas en los saberes de los mayores y su vivencia del territorio, como la siembra y el reconocimiento de árboles para el agua, la ilustración de alimentos que no son tan frecuentes en las comidas diarias, la degustación de los mismos, y la elaboración de sellos inspirados en motivos indígenas, entre otros.
Los conocimientos y memorias de los adultos mayores quedarán registrados en un mapa, ilustrado en su mayoría por los niños y niñas que participan del proyecto, que busca promover un turismo dentro del territorio basado en los saberes transmitidos por sus habitantes, de generación en generación, de manera experiencial y oral.
POEMA
Pablo Emilio Duque Restrepo
¡Qué hermoso es vivir en verano
Despertar con templando la aurora
Y dar gracias a Dios soberano
¡Que nos da la luz bienhechora!
Fuente: Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo
CASA DE JULIO MOLINA
La propiedad que nos ocupa es grande, amplia, de dos plantas, cada una con sus respectivas dependencias y cuartos lo que es motivo de admiración, puesto que cada una es independiente de la otra, igualmente cuenta con todos los servicios, Es una casa que fue construida en 1890 de bahareque, tapia de estilo de la colonización antioqueña sus puertas y ventanas tienen hermosos calados, amplios corredores y elaborados barandales, remodelada en los años 80 debido a que presentó deficiencias en su Estructura debido al terremoto sucedido en 1979.
https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf
El Pensilvense
Edición No. 33 - junio 23 de 2023
ORALITURA Y TEJIDOS DE OVINOCULTURA MARULANDEÑA
Michel Giraldo Buitrago
Marulanda, un municipio tejido en la Oralidad de la lana.
1.1 Planteamiento del problema:
Encontrarse en un municipio como Marulanda genera a simple vista algunas dudas acerca de la cultura y las diferentes formas de vida de sus habitantes, las calles solitarias y paisajes campestres configuran un espacio acogedor y familiar. Al tratarse de un municipio que se encuentra a 165 kilómetros de la capital caldense, el desplazamiento hacia él se da desde dos vías intermunicipales principales, la primera opción es cruzar la carretera del municipio de Salamina en un bus que solamente sale de la capital caldense en horarios estrictos: 09:30 am y 11:30 am, con una duración de seis horas de trayecto. La segunda opción invita a rodear el municipio de Manzanares y llegar en chiva o jeep al municipio, después de cruzar algunos bosques de pino y cascadas; ambas vías de acceso tienen 9 carreteras sin pavimentar, lo que genera dificultades en la movilidad. Existe una tercera vía de acceso llamada “Cementos Caldas”, que acorta el camino cruzando un páramo a 3.671 m.s.n.m, sin embargo, esta vía no cuenta con transporte público y por ello es una “trocha” poco transitada (a excepción de ciclo rutas desde Manizales hasta el corregimiento de San Félix). Las dificultades de ingreso al municipio se hacen aún mayores en la temporada de invierno, ya que hay obstrucciones en las montañas de la vía. Este es uno de los factores por los cuales el municipio actualmente lucha por ser reconocido a nivel turístico en Caldas. Las oportunidades de empleo y estudio en el municipio son reducidas, así que muchos de sus habitantes optan por trasladarse a otros lugares del país; hoy Marulanda cuenta con un número total de 2.589 Habitantes (Terridata, 2022), según el análisis que se basó en el último censo realizado por el DANE. Adicionalmente es posible analizar en dicho aproximado que la mayor parte de su población se encuentra entre un rango de adultos y adultos mayores. Este dato genera gran preocupación en el aspecto cultural debido a que la tradición oral depende esencialmente de que los relatos sean comunicados correctamente de generación en generación y aunque la juventud marulandeña procure arraigarse a sus tradiciones, se hace preciso dotar de significado los lugares que tienen gran simbolismo, no solo en la literatura y el turismo, sino también en la historia, para que los menores de la comunidad repliquen la voz popular y se sientan los ecos del tejido que se ha conservado en el tiempo. Teniendo esta información en cuenta, la presente investigación se realiza en La Institución Educativa Efrén Cardona Chica1 , esta es la única sede urbana ubicada en la cabecera 1 Llamada así en honor a un famoso docente de la Institución, quien también sería rector de la Normal de Caldas. Padre de Germán Cardona Gutiérrez, quien sería ministro de Transporte durante el gobierno de Juan Manuel Santos. 10 municipal y se encarga de brindar educación básica primaria, básica secundaria y media vocacional. Además, cuenta con 6 sedes ubicadas en la zona rural, encargadas de la orientación de educación básica primaria a partir de aulas múltigraduales en las zonas más alejadas del municipio. Pese a ello y debido al bajo número de natalidad del municipio, estas sedes rurales no superan (cada una) los 10 estudiantes en el año escolar. Gran parte de la población marulandeña obtiene la mayor parte de sus ingresos de la agricultura y la ganadería ovina y bovina; debido a esto los estudiantes habitan un ambiente netamente campestre, enfocado en su mayor parte hacia la producción y recolección de alimentos como: la papa, la zanahoria y los lácteos. Por esta razón es común ver a los estudiantes trabajando en el campo durante sus tiempos libres, especialmente con sus padres y abuelos. El municipio de Marulanda estuvo durante algunos años catalogado como “zona roja” 2. Resguardados en sus elevadas montañas se encontraban algunos frentes de las FARC y las autodefensas, quienes en años atrás se encargaron de sembrar terror en el municipio, extorsionar y amenazar a pobladores; razón por la cual gran parte de la población se encuentra en los registros nacionales como desplazados por el conflicto armado. Según cifras proporcionadas por la alcaldía municipal, hoy en la Institución Educativa, 70 de los 220 estudiantes inscritos en el SIMAT, tanto de jóvenes y adolescentes como los pertenecientes al programa de educación para adultos, reciben el subsidio otorgado por el gobierno nacional para las víctimas del conflicto armado y desplazamiento forzado. Debido a esta época de violencia que atravesó el país, en el municipio se produjo una disminución de la población y un abandono a las diferentes vías de acceso a los municipios, 2 El municipio de Marulanda estuvo rodeado de algunos campamentos de las FARC y las autodefensas aproximadamente entre los años 2000 y 2008, a causa de la presencia de estos grupos armados, las vías de acceso al municipio se volvieron intransitables, hecho que detuvo el crecimiento y turismo en el municipio. 11 hecho que afectó, por ejemplo, el aspecto de potencial turístico de Marulanda. En el periódico La Patria, hacia el año 2013, se publicó un artículo donde se relatan algunas de las memorias de la violencia padecidas en el municipio: “Desde el 2000 los grupos armados ilegales se empezaron a tomar a Marulanda, las Autodefensas se apropiaron de terrenos, ganado y dominaban la vía al municipio. Muchos habitantes se fueron por temor a la muerte y no volvieron”. (La Patria, 2013) Algunos de los hechos que la comunidad marulandeña recuerda con mayor tristeza son el asesinato de uno de sus exalcaldes, el señor Rigoberto Castaño Tovar, a quien se le quitó la vida mientras transitaba las vías interdepartamentales que conducen del municipio de Marulanda al de Salamina. También se recuerda a un conductor de servicio público, el cual fue extraído del vehículo que conducía en un retén ilegal por las disidencias y asesinado en la vía que conduce de Marulanda a Manizales. El corregimiento de Marulanda, Montebonito, también recuerda con dolor algunos de los hechos más desgarradores: “De la mente tampoco se borra la toma al corregimiento de Montebonito, ocurrida el 4 de marzo de 2006, en la que cerca de 75 integrantes de los frentes 47 y noveno de las Farc destruyeron el 70% de la población”. (La Patria, 2013) Narrar la historia de la violencia en Caldas implica recordar los muertos, entre ellos un policía y una bebé de 7 meses, que perdieron cruelmente la vida durante los ataques y que marcaron un antes y un después en la vida de los habitantes del municipio. La resignificación de la literatura y la comprensión de los relatos de voz popular permiten reconocer desde una mirada del perdón la historia de la violencia en el municipio y que se halla latente en los adultos mayores que sufrieron en carne propia el conflicto armado y que hoy, se atreven a contarla a las nuevas generaciones. 12 A raíz de las características contextuales ya mencionadas y a las cuestiones demográficas del municipio, se ha evidenciado que uno de los mayores inconvenientes que enfrenta la Institución Educativa, yace en la deserción escolar; debido a la falta de empleo y oportunidades de trabajo para los padres y acudientes, que los obliga a emigrar en búsqueda de mejores oportunidades. En otros casos los estudiantes optan por generar ingresos para sí mismos y sus familias a través del trabajo en el campo y deciden, eventualmente, posponer sus actividades académicas. Por otro lado, al interior del centro educativo se realiza una revisión de los documentos institucionales se puede deducir que las muestras de identidad cultural se resumen a las protocolarias izadas de bandera y actos conmemorativos, asimismo los diferentes planes de área y planeaciones escolares no reflejan que se tenga en cuenta el contexto cultural y la memoria histórica regional, en la que se hallan inmersos los estudiantes. Al comprender estos vacíos educativos que permanecen en la Institución, se visibiliza una de las razones por las cuales actualmente los espacios son frecuentemente no lugares: carecen de un reconocido sentido histórico y pertenencia. Dicha razón conduce a una tarea específica: resaltar a este municipio de costumbres arraigadas, con el fin de acompañar a sus nuevas generaciones y lograr que se visibilice con orgullo la tradición que ha tratado de permanecer latente por décadas. A su vez, evidenciar lugares de mitos y leyendas, para revivir en los jóvenes la cultura y la identidad, es una de las metas propuestas en este proyecto de investigación, que puede ser alcanzada a través de un proceso donde se busca revivir la memoria histórica y cultural, por medio de la aplicación de la oralitura y fomentando el interés por la indagación de la literatura regional. 13 Para ello, es indispensable conocer los relatos que han acompañado por largas generaciones a la población marulandeña y darle una nueva oportunidad de ser escuchados, para mantenerlos vivos en las futuras generaciones.
A UN AMIGO
Pablo Emilio Duque Restrepo
Eso es ropa y posada y alimento y todo,
Y aún más cosas… Don Ángel Antonio,
Que atiente a este pobre y fugaz peregrino,
Y es cual un oasis, allá en el camino.
Pues él ya me tiene con gran sentimien