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El Pensilvense
Edición No. 42 - septiembre 20 de 2023

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El Pensilvense
Edición No. 41 - agosto 25 de 2023

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MARULANDA: VIDEO INSTITUCIONAL

Marulanda,  Caldas

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1 . Apoyando la Cultura

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VÍCTOR ZULUAGA GÓMEZ

 

El historiador Víctor Zuluaga Gómez nació en la población de Marulanda; el pregrado en Historia lo realizó en la Universidad Javeriana y luego cursó la Maestría en Ciencias Políticas, en la Universidad de los Andes. Se inició como docente de educación superior en las universidades Javeriana y Santo Tomás, en Bogotá. Después, se vinculó como profesor de tiempo completo de la Universidad Tecnológica de Pereira, donde desempeñó los cargos de Decano de la Facultad de Educación y Director de la Oficina de Investigaciones de la institución.

 

Algunos de los reconocimientos recibidos: La Gran Cruz de Risaralda, otorgada por la Asamblea del Departamento; la Medalla al Mérito Educativo, de la Asociación Iberoamericana de Educación; el Poporo de Oro, de la Fundación Idea Libre de Pereira y el Mérito Educativo, de la Universidad Católica de Pereira, entre otros.

 

https://sites.google.com/view/coleccionvzuluaga/v%C3%ADctor-zuluaga-g

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A UNA VAQUITA TRISTE

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

Allá en las mangas de la cabrera

Vi una vaquita llorar de pena

Con su voz triste, tan lastimera,

que hasta mi alma de pesar llena.

 

Rodeaba el sitio donde murió

Su ternerita, ya degollada,

Y ve su sangre allí regada;

Siente de muerte su horrible olor,

Sigue afanosa doquier llamando

Con su materno y hondo dolor.

 

Siente una angustia desconocida,

Busca incesante, con aflicción,

Con voz más triste y enronquecida

Por su continua reiteración.

 

Oye un ruidito por los rastrojos,

De pajarillos en la enramada,

Como tan pronto miran sus ojos

Vuelve y le llama, y no ve nada.

 

Y ya más débil en su esperanza,

En su profunda desilusión

Vuelve a llamarla con más tardanza…

Ya no la espera, por conclusión

 

 

Fuente: Transcrito del libro: Cantos De Roblalito – Pablo Emilio Duque Restrepo

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LA BRUJA DE MARULANDA
Víctor Zuluaga Gómez

Teresa García era una mujer de vida alegre, asidua servidora en las casas de cita del Alto del diablo y de Arracachal en Marulanda Su afición por los hombres más guapos y de mejor estampa no conocía límites, no importa la edad o su condición social, y los conquistaba con zalemas y coqueteos o con maleficios. No se le escapaba ni uno. Ante los ruegos de esposas y novias el padre Melguizo intentó frenar a la "Duenda" García y lo que consiguió fue quedar en la lista de la hechicera. Teresa se la dedicó al sacerdote. Le ensuciaba la comida, no lo dejaba dormir, le rasgaba los libros, le deshilachaba la ropa y se le aparecía en pelota. Al fin el padre viajó a Medellín y consiguió el Cordón de San Nicolás con el cual logró amarrar la pelafustana en una de sus fechorías. Los feligreses quisieron quemar la bruja, pero ante sus lamentos y súplicas el padre Melguizo se conmovió y con dulces palabras consiguió el arrepentimiento de Teresa y la promesa de quemar los conjuros y tomar la senda de la virtud. Después de una confesión, parece que el diablo abandonó a la bruja Teresa y sin esa sed lujuriosa no retornó a los burdeles.

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LA MOJANA

 

¿Quién es La mojana? Una mujer de baja estatura, delgada, de cabellos dorados que llegan hasta el suelo. Tiene su vivienda hecha de piedra, ubicada debajo del mar. Allí se baña con una totuma de oro. Esta mujer rapta a los niños que entran a su terreno a bañarse y cuando ya los tiene en su poder los lleva a vivir con ella a su casa subacuática.

 

https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mojana/

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EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO

 

Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.

 

LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013

EL RECUERDO DE UN HOMICIDIO


Carlos Vidal trabaja en una pequeña finca, allí cría cerdos, tiene algunas vacas lecheras y galpones. Al preguntarle cómo está la situación en seguridad responde que "hace mucho tiempo no veo a esos señores por aquí". A los señores que se refiere es a los del noveno y 47 frentes de las Farc, que por años dominaron en este territorio.
Después recuerda "hace nueve años mataron a mi hermano Mauricio Vidal Muñoz. Sin razón llegaron y se lo llevaron y como a 100 metros de acá le metieron varios tiros. De eso nunca han investigado y el crimen se quedó así".
Milena, otra de las hermanas, también recuerda el homicidio de su familiar y dice que fueron años duros porque se vivía con el miedo de que en cualquier momento llegarían hombres armados y los matarían o les dirían que se fueran de su casa. Ambos hermanos se miran y coinciden en que en esa época les tocó aguantar porque "no había para donde irse".
Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, en ese entonces miembro del frente 47 y encargado de la seguridad del miembro del secretariado de las Farc, alias Iván Ríos, a quien asesinó y como prueba de ello anduvo con su mano hasta que se entregó a las autoridades, confesó que “había una política de que a quien fuera forastero había que matarlo, eso había que consultárselo a los jefes supremos, pero era la política”.
Carlos continúa en sus labores diarias como partir leña para el fogón y Milena en la crianza de sus dos hijos, uno de ocho y otro de dos años.
Aunque no sucedieron en Marulanda, en esta región recuerdan el secuestró de la inspectora de Policía de Samaná, cometido en un retén ilegal, y a quien liberaron ocho días después. También el asesinato de la exalcaldesa de Marquetalia, Rubiela Hoyos Loaiza, a ella primero la secuestraron y después la mataron. O los homicidios de Israel Trujillo Cardona, José Nicolás Montoya, Nelson de Jesús Orozco Valencia, quienes según la guerrilla no pagaban las denominadas vacunas.
De la mente tampoco se borra la toma al corregimiento de Montebonito, ocurrida el 4 de marzo de 2006, en la que cerca de 75 integrantes de los frentes 47 y noveno de las Farc destruyeron el 70% de la población y asesinaron a un policía y a otras tres personas, entre ellas una bebé de siete meses. Por este hecho hay 27 personas condenadas a penas de entre 40 y 60 años de cárcel, algunos se acogieron a sentencia anticipada y tuvieron rebajas en la pena.

 

https://archivo.lapatria.com/caldas/en-marulanda-caldas-recuerdan-el-conflicto-y-esperan-el-progreso-34409

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OBJETOS ARQUEOLOGICOS TIESTOS

Es en conjunto lo más importante que en materia arqueológica se ha descubierto en el Municipio de Marulanda, principalmente en el sector de la Suecia en el corregimiento, encuentran en la Casa de La Cultura del corregimiento de Montebonito; Dichas piezas no se encuentran protegidas bajo urnas que las conserven en el tiempo, lo que coloca en peligro la conservación de dichos elementos.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

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Edición No. 40 - agosto 18 de 2023

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VÍCTOR ZULUAGA GÓMEZ

 

El historiador Víctor Zuluaga Gómez nació en la población de Marulanda; el pregrado en Historia lo realizó en la Universidad Javeriana y luego cursó la Maestría en Ciencias Políticas, en la Universidad de los Andes. Se inició como docente de educación superior en las universidades Javeriana y Santo Tomás, en Bogotá. Después, se vinculó como profesor de tiempo completo de la Universidad Tecnológica de Pereira, donde desempeñó los cargos de Decano de la Facultad de Educación y Director de la Oficina de Investigaciones de la institución.

 

Algunos de los reconocimientos recibidos: La Gran Cruz de Risaralda, otorgada por la Asamblea del Departamento; la Medalla al Mérito Educativo, de la Asociación Iberoamericana de Educación; el Poporo de Oro, de la Fundación Idea Libre de Pereira y el Mérito Educativo, de la Universidad Católica de Pereira, entre otros.

 

https://sites.google.com/view/coleccionvzuluaga/v%C3%ADctor-zuluaga-g

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A UNA VAQUITA TRISTE

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

Allá en las mangas de la cabrera

Vi una vaquita llorar de pena

Con su voz triste, tan lastimera,

que hasta mi alma de pesar llena.

 

Rodeaba el sitio donde murió

Su ternerita, ya degollada,

Y ve su sangre allí regada;

Siente de muerte su horrible olor,

Sigue afanosa doquier llamando

Con su materno y hondo dolor.

 

Siente una angustia desconocida,

Busca incesante, con aflicción,

Con voz más triste y enronquecida

Por su continua reiteración.

 

Oye un ruidito por los rastrojos,

De pajarillos en la enramada,

Como tan pronto miran sus ojos

Vuelve y le llama, y no ve nada.

 

Y ya más débil en su esperanza,

En su profunda desilusión

Vuelve a llamarla con más tardanza…

Ya no la espera, por conclusión

 

 

Fuente: Transcrito del libro: Cantos De Roblalito – Pablo Emilio Duque Restrepo

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LA BRUJA DE MARULANDA
Víctor Zuluaga Gómez

Teresa García era una mujer de vida alegre, asidua servidora en las casas de cita del Alto del diablo y de Arracachal en Marulanda Su afición por los hombres más guapos y de mejor estampa no conocía límites, no importa la edad o su condición social, y los conquistaba con zalemas y coqueteos o con maleficios. No se le escapaba ni uno. Ante los ruegos de esposas y novias el padre Melguizo intentó frenar a la "Duenda" García y lo que consiguió fue quedar en la lista de la hechicera. Teresa se la dedicó al sacerdote. Le ensuciaba la comida, no lo dejaba dormir, le rasgaba los libros, le deshilachaba la ropa y se le aparecía en pelota. Al fin el padre viajó a Medellín y consiguió el Cordón de San Nicolás con el cual logró amarrar la pelafustana en una de sus fechorías. Los feligreses quisieron quemar la bruja, pero ante sus lamentos y súplicas el padre Melguizo se conmovió y con dulces palabras consiguió el arrepentimiento de Teresa y la promesa de quemar los conjuros y tomar la senda de la virtud. Después de una confesión, parece que el diablo abandonó a la bruja Teresa y sin esa sed lujuriosa no retornó a los burdeles.

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LA MOJANA

 

¿Quién es La mojana? Una mujer de baja estatura, delgada, de cabellos dorados que llegan hasta el suelo. Tiene su vivienda hecha de piedra, ubicada debajo del mar. Allí se baña con una totuma de oro. Esta mujer rapta a los niños que entran a su terreno a bañarse y cuando ya los tiene en su poder los lleva a vivir con ella a su casa subacuática.

 

https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mojana/

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EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO

 

Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.

 

LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013

EL RECUERDO DE UN HOMICIDIO


Carlos Vidal trabaja en una pequeña finca, allí cría cerdos, tiene algunas vacas lecheras y galpones. Al preguntarle cómo está la situación en seguridad responde que "hace mucho tiempo no veo a esos señores por aquí". A los señores que se refiere es a los del noveno y 47 frentes de las Farc, que por años dominaron en este territorio.
Después recuerda "hace nueve años mataron a mi hermano Mauricio Vidal Muñoz. Sin razón llegaron y se lo llevaron y como a 100 metros de acá le metieron varios tiros. De eso nunca han investigado y el crimen se quedó así".
Milena, otra de las hermanas, también recuerda el homicidio de su familiar y dice que fueron años duros porque se vivía con el miedo de que en cualquier momento llegarían hombres armados y los matarían o les dirían que se fueran de su casa. Ambos hermanos se miran y coinciden en que en esa época les tocó aguantar porque "no había para donde irse".
Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, en ese entonces miembro del frente 47 y encargado de la seguridad del miembro del secretariado de las Farc, alias Iván Ríos, a quien asesinó y como prueba de ello anduvo con su mano hasta que se entregó a las autoridades, confesó que “había una política de que a quien fuera forastero había que matarlo, eso había que consultárselo a los jefes supremos, pero era la política”.
Carlos continúa en sus labores diarias como partir leña para el fogón y Milena en la crianza de sus dos hijos, uno de ocho y otro de dos años.
Aunque no sucedieron en Marulanda, en esta región recuerdan el secuestró de la inspectora de Policía de Samaná, cometido en un retén ilegal, y a quien liberaron ocho días después. También el asesinato de la exalcaldesa de Marquetalia, Rubiela Hoyos Loaiza, a ella primero la secuestraron y después la mataron. O los homicidios de Israel Trujillo Cardona, José Nicolás Montoya, Nelson de Jesús Orozco Valencia, quienes según la guerrilla no pagaban las denominadas vacunas.
De la mente tampoco se borra la toma al corregimiento de Montebonito, ocurrida el 4 de marzo de 2006, en la que cerca de 75 integrantes de los frentes 47 y noveno de las Farc destruyeron el 70% de la población y asesinaron a un policía y a otras tres personas, entre ellas una bebé de siete meses. Por este hecho hay 27 personas condenadas a penas de entre 40 y 60 años de cárcel, algunos se acogieron a sentencia anticipada y tuvieron rebajas en la pena.

 

https://archivo.lapatria.com/caldas/en-marulanda-caldas-recuerdan-el-conflicto-y-esperan-el-progreso-34409

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OBJETOS ARQUEOLOGICOS TIESTOS

Es en conjunto lo más importante que en materia arqueológica se ha descubierto en el Municipio de Marulanda, principalmente en el sector de la Suecia en el corregimiento, encuentran en la Casa de La Cultura del corregimiento de Montebonito; Dichas piezas no se encuentran protegidas bajo urnas que las conserven en el tiempo, lo que coloca en peligro la conservación de dichos elementos.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

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Edición No. 39 - agosto 11 de 2023

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QUE NO SE ROMPA EL HILO, RETRATO DE MARULANDA
Por Sistema de Información para la Artesanía - Siart. 

jueves 7 de marzo de 2019

Este corto documental dirigido por Alexander Ruiz, hace un llamado urgente para que volvamos la mirada sobre uno de los oficios más tradicionales del país: la tejeduría en lana.

“Que no se rompa el hilo” es un documental que conecta al espectador con la cotidianidad del municipio de Marulanda, en Caldas. Desde los primeros minutos, este cortometraje atrapa con imágenes y sonidos tan comunes a cualquier colombiano, como el resonar de los cascos de un caballo que recorre las calles del pueblo, o el balido de un rebaño de ovejas que cruza el pastizal. 

Esa quietud que rodea las casas de bahareque y los campos de labranza en los pueblos colombianos; es el marco en el que Alexander Ruiz, comunicador social egresado de la Universidad del Quindío, revela la situación actual de la tejeduría en lana, oficio artesanal insigne de su pueblo, Marulanda; allí donde sólo la Cooperativa Ovina y el artesano Jesús Arango Riviera mantienen viva esta tradición. 

Allí vivió su infancia y hasta los 15 años, cuando tuvo un accidente que le dejó ciego progresivamente; Alexander grabó para siempre en su memoria y en sus retinas desprendidas por un balonazo; los colores, las melodías y los oficios de su tierra marulandeña. 

Él como otros jóvenes, viajó a Armenia y allí, mientras cursaba la clase de Televisión II, propuso dejar un archivo audiovisual que diera cuenta del tejido con lana en Marulanda. Seis meses dedicó a la realización de esta pieza; desde abril de 2015, él y aproximadamente 13 estudiantes más; se dedicaron a retratar este oficio artesanal en un documental que contó con el apoyo de la Universidad del Quindío; la Gobernación de Caldas; la Alcaldía de Marulanda y la Cooperativa Ovina del municipio. 

Para conocer la esencia de esta pieza audiovisual y sus protagonistas, conversamos con Alexander Ruiz Morales. 

¿Por qué destacar específicamente el oficio de la tejeduría en lana?
En Marulanda, la lana ha sido muy tradicional y hace parte de su historia; pero por el tema generacional y de la nueva industria, se ha ido acabando. Así que la idea era destacar ese tesoro vivo que tiene el municipio. Un tesoro que va a desaparecer en su forma artesanal; y si no lo conservan, también puede hacerlo en su forma industrial. Por eso quise retratar la situación, para que las nuevas generaciones puedan ver esa tradición de su tierra. 

¿Además de la Cooperativa Ovina de Marulanda, Jesús Arango y su esposa, Ana Obeida Patiño, son los únicos artesanos dedicados al oficio?
Sí, ellos son los únicos y creo que todavía se mantienen trabajando la lana artesanalmente. Su empresa es independiente de la Cooperativa y tejen en una escala más pequeña pero mucho más manual, porque quienes trabajaban así la lana, ya están muy viejos o han muerto. 

¿Qué sucede con el relevo generacional en el oficio?
Los pelados de allá no quieren seguir este proceso… y no sólo en la lana, también se ve en el campo en general. Las fincas de Marulanda ya no tienen quien las trabaje, porque los jóvenes están emigrando a la ciudad. 

¿Cómo fue trabajar con el artesano Jesús Arango?
Como él me conoce desde niño, conoce a mi familia y a mis padres; fue muy fácil trabajar con él. Al principio él no quería hacer el documental, nos decía: “no… pero qué van a hacer eso…”  Su esposa también era poco receptiva, pero conversando, logramos convencerlos. “Chucho” es una persona que tiene un gran conocimiento y un gran legado que lastimosamente, se va a perder en algún momento. Sólo quedarán las manos de él y de la gente del pueblo. 

¿Y cómo fue su experiencia, en el proceso de realizar el documental?
La experiencia fue muy interesante y fue un reto para mí, porque yo salí de Marulanda a los 12 o 13 años. Pero hay un elemento muy importante y es que tras quedar ciego a mis 15 años, este documental me dio la oportunidad de retratar los recuerdos de mi niñez. 

¿Cuál es el concepto de la selección musical?
El documental tiene un toque melancólico porque quiere mostrar a través de la melodía, que algo se va a perder, así que quisimos generar ese concepto y esa sensación de tristeza. La banda sonora fue hecha por estudiantes de la Universidad del Quindío y en algunos momentos, la música se torna un poco más alegre y esperanzadora, pero cuando vemos a doña Julia por ejemplo, pues se torna melancólica porque ella lloró cuando le rompieron el telar. 

¿Cómo apelar a los sentimientos, para hablar de la tejeduría en Marulanda? 
Los sonidos ambientes son muy importantes porque con ellos nos damos cuenta cómo es el pueblo, que tan solo o silencioso es. A través de estos sonidos, que nos damos cuenta cómo es el entorno de Marulanda y cómo funcionan, por ejemplo, las faenas de los recolectores de ovejos. 

Pero la fotografía también evoca sentimientos; por eso manejamos retratos, teniendo en cuenta que los rostros de los entrevistados se daban para eso. Quisimos generar expectativa, por ejemplo, con la imagen del pueblo, por eso no quisimos mostrarlo al inicio del documental y en cambio, lo dejamos para el final e hicimos un paso de tiempo (timelapse). 

¿Después de realizar el documental, cuál su percepción sobre el oficio?
Debido a las nuevas dinámicas de la economía y la tecnología, estos oficios artesanales, no solo en Marulanda sino en cualquier parte del país, tienden a desaparecer y si las técnicas o las formas de comercialización no se adaptan o actualizan, se van a perdiendo.

¿Qué le ha dicho la gente de Marulanda sobre este documental?
A las personas de Marulanda les gustó mucho, pues esta es la realidad que se vive. He recibido buenos comentarios de quienes viven y no en el municipio, porque por medio de este documental ven ese lugar que dejaron hace muchos años y recuerdan muchas cosas de su niñez, recuerdan a los paisanos como don “Chucho”, que llevan toda su vida en Marulanda.

Personas de diferentes partes del país también lo han visto; en Montes de María, Sucre y Bolívar, donde mostramos el documental, muchas tejedoras de Antioquia y del mismo Carmen de Bolívar, al ver el trabajo de don “Chucho”, quedaron asombradas y admiradas.

¿Qué le diría a Artesanías de Colombia, en pro de la preservación del oficio?
Yo le diría que apoyemos y nos preocupemos más por los artesanos que se dedican a esta labor para que no abandonen prácticas como las capacitaciones. 

¿Qué sigue ahora?
El documental ya pasó por todas sus fases y luego de presentarlo en varios festivales, lo publicamos en YouTube para que más personas puedan verlo y apreciar lo que se hace en Marulanda. Para mí lo más importante es que tenga como precedente y archivo audiovisual de la tejeduría en lana de Marulanda; por eso, quiero agradecerles a todas las personas que hicieron parte de este proyecto.

“Que no se rompa el hilo” es también un llamado de urgencia a que las nuevas generaciones marulandeñas, se animen a conocer y preservar el oficio de la tejeduría en lana, una tradición que, así como dice Alexander Ruiz, es un “tesoro vivo de Marulanda”. 

¿Ya conoce nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbase!

Si usted es artesano radicado en este departamento, recuerde que puede contactar al Laboratorio de Innovación y Diseño del Quindío, a través del correo electrónico: labquindio@artesaniasdecolombia.com.co. 

Fuente: https://artesaniasdecolombia.com.co/PortalAC/Noticia/que-no-se-rompa-el-hilo-retrato-de-marulanda_12978

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A UN TOCHECITO

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

Oh tierna avecilla que lloras la ausencia

De tus compañeros con fúnebre canto,

En cuya aflictiva fatal advertencia

Miras ya perdido tu plácido canto.

 

Ya no eres como antes que alegre y contento volabas,

Cantabas el dulce concierto;

Por eso la angustia modela tu acento

Haciendo que triste se escuche en el huerto.

 

El vuelo invisible de acérrimas balas

A los de tu especie troncharon la vida;

Por eso, en si busca, batiendo las alas,

Clamores levantas de angustia sentida

 

Fuente: Transcrito del libro: Cantos De Roblalito – Pablo Emilio Duque Restrepo

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CUENTOS DE COSIACA 

Vió Cosiaca unas mujeres muy flacas charlando en la puerta de una casa y entonces preguntó:

            — A cómo la carne?

            — Respete! –contestaron  las muchachas–.  Esto no es una carnicería.

            –Ah –respondió él–, como veo los guesos en la puerta…

 

https://jaristiz.wordpress.com/2007/10/30/cuentos-cosiaca/

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LA MANCARITA

Es una mujer despeinada, de cabello largo, tiene un solo seno en la mitad del pecho y un cuerpo muy peludo. Le gusta vivir en zonas selváticas.

Dicen que en las noches grita de una manera aguda y espeluznante, mientras se acerca a las casas de la zona, Sin embargo, le teme a los animales y a la gente, pues con solo verlos sale despavorida.

La Mancarita también está representada en un salvaje que imita el llanto de la mujer, la voz del hombre y el llanto de los niños, con el fin de llevárselos.

 

https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mancarita/

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EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO

 

Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.

 

LA PATRIA | MANIZALES

Octavio Llano Ruiz, ovinocultor, tuvo que escapar de su municipio durante tres años, pues ya no aguantaba más las extorsiones y el miedo a que algún día lo asesinaran. Hace cinco años, cuando los grupos salieron de esta parte de Caldas, vio que podía volver a su tierra.
"La idea fue volver a organizar las tierras y reestablecer nuevamente la ganadería, no solo ovina sino bovina y también hacer cultivos. Las tierras se habían olvidado y ni los trabajadores ni los dueños podían volver a sus tierras, debido a la situación que tuvimos", expresa.
Al igual que Octavio, Alfonso Patiño también expresa que la gente ha venido recuperando la confianza y que esto ha sido un proceso difícil después de tantos años de violencia e incertidumbre. "Se han establecido nuevos hatos lecheros y se han recuperado algunas tierras para los cultivos. Se hace necesario continuar el repoblamiento del sector rural, ya que muchas tierras quedaron solas ante el desplazamiento forzado de los campesinos", afirma.
LA PATRIA consultó con Alfredo Sarmiento, exdirector de la Unidad Nacional de Consolidación Territorial, sobre la oferta institucional que hay para los departamentos afectados por el conflicto armado y donde la Fuerza Pública ha tratado de retomar el control.
Según él, el Gobierno definió nueve zonas de acción entre las cuales Caldas no aparece. La razón, según fuentes cercanas a esa dependencia, es que se priorizaron las regiones que más han sido afectadas por el conflicto armado, y definieron que este departamento, en particular el oriente, no clasificaba si se comparaba con las que sí incluyeron.
Las regiones escogidas son Montes de María (municipios de Bolívar y Sucre), Catatumbo (Norte de Santander), Nudo del Paramillo (municipios de Antioquia y Córdoba), Cordillera Central (Tolima), Cauca (municipios de Cauca y Valle), Arauca, Macarena-Caguán (municipios de Meta y Caquetá), Putumayo y Tumaco.
Por otra parte, Mauricio Andrés Restrepo, alcalde de Marulanda, dice que poco a poco se viene recuperando la confianza inversionista. "Ya los campesinos están retornando normalmente a sus actividades productivas. Se respiran nuevos aires de tranquilidad, ya que nuestro pasado fue difícil tanto en la cabecera municipal como en el corregimiento de Montebonito, quienes sufrieron las inclemencias de la violencia".
También, Jorge Montoya, jefe de la Unidad de Seguridad y Convivencia de la Gobernación de Caldas, explicó que hay un plan de acción con las víctimas que se implementará este año a través del Comité de Justicia Transicional con el que se busca caracterizar a las personas golpeadas por el conflicto sobre sus necesidades ya sean productivas o de reparación.

 

Alcibíades Flórez, herrero de Marulanda, expresa que durante el conflicto se fue del municipio. Ahora retornó y realiza su oficio. 

 

https://archivo.lapatria.com/caldas/en-marulanda-caldas-recuerdan-el-conflicto-y-esperan-el-progreso-34409

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IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

Es una edificación religiosa que se ha ido deteriorando y reconstruyendo con los años, por esto conserva materiales y espacios que corresponden a distintos períodos del siglo XX. La última gran intervención se realizó en el año 2000 e incluyó la construcción de una nueva torre campanearía. Estilísticamente es una obra ecléctica con formas y detalles que recuerdan el románico y el neoclasicismo.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

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Edición No. 38 - julio 28 de 2023

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A UN TOCHECITO

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

Oh tierna avecilla que lloras la ausencia

De tus compañeros con fúnebre canto,

En cuya aflictiva fatal advertencia

Miras ya perdido tu plácido canto.

 

Ya no eres como antes que alegre y contento volabas,

Cantabas el dulce concierto;

Por eso la angustia modela tu acento

Haciendo que triste se escuche en el huerto.

 

El vuelo invisible de acérrimas balas

A los de tu especie troncharon la vida;

Por eso, en si busca, batiendo las alas,

Clamores levantas de angustia sentida

 

Fuente: Transcrito del libro: Cantos De Roblalito – Pablo Emilio Duque Restrepo

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MARULANDA EN ANÉCDOTAS
Por Gustavo Páez Escobar

 

19 de noviembre de 2021

En la plaza de Marulanda se encuentra un monumento al fundador del pueblo, general Cosme Marulanda. En el salón del Concejo está entronizado un óleo que lo presenta vestido de pantalón oscuro, ruana de paño, camisa blanca y con los pies descalzos, como era la moda en aquella época. En el libro Mi Marulanda inolvidable (1999), Josué López Jaramillo, su autor, hace emocionada evocación de su patria chica.

Él vivió allí gratos sucesos de su niñez y adolescencia, que recoge en el texto citado y amplía en nuevo libro con el relato de sabrosas crónicas rescatadas del olvido. En la portada reluce un ensoñador parque en el que aparece, como una bandera al viento, la majestuosa palma de cera, de alto cultivo en la región y que fue adoptada por ley como el árbol nacional de Colombia.

Estamos en Marulanda, pintoresco y apacible pueblo situado en lo más alto de la geografía caldense. Su territorio es montañoso, bucólico y de clima glacial, y tiene como tradición las ovejas que pastorean en los alrededores desde tiempos remotos, las que fuera de abrigar a los habitantes y constituir el mayor renglón económico, son un memorable emblema de la región.

Según cuenta Josué López, la población solo vino a conocer la energía eléctrica en 1940, al instalarse una pequeña hidroeléctrica sobre la ribera del río Guarinó. Así comenzó el vecindario a ver el crepitar de las estufas eléctricas, abandonando los malsanos y ancestrales fogones de leña.

Años después, se notó que en la vida local ocurrían muy escasas bodas y decesos. Parecía un pueblo inerte. Para despertar a la comunidad del marasmo, el párroco planeó la visita de la Virgen de Apicalá, hecho extraordinario que llevó a los vecinos a reparar las fachadas, los portones y las ventanas de sus viviendas.

La Virgen, acompañada de una corte de asnos retozones, viajó por los escarpados caminos que desembocan en el río Hondo, y de allí se trasladó en hombro de los habitantes hasta las calles del pueblo. Y explotó el júbilo general. A su regreso, la población la despidió con pesadumbre y gratitud, y desde la distancia la vio alejarse montada a caballo, para no irse al abismo. Esa es Marulanda: precipicio y cielo.

En febrero de 1944, año bisiesto, se estrelló un avión militar en el cerro Las Tres Marías, a 3.000 metros de altura, y murieron dos asesores de la Policía en Bogotá. Días más tarde, llegaron dos pesadas losas de piedra con los nombres de los muertos. Años después, en una remodelación del cementerio desaparecieron las tumbas y las lápidas, y hoy poca gente conoce el siniestro aéreo que estremeció a la localidad.

 

Lo que no cuenta Josué es quiénes eran esas tres Marías convertidas en cerro. Hoy, hacen parte del paisaje. Para terminar, mi amigo recrea la historia de los fantasmas que tanto abundan en la zona cafetera. Debo decir que mucho he gozado con las brujas de la tía Anafeliz, todo un personaje de la mitología regional. 

escritor@gustavopaezescobar.com

Fuente:

https://www.eje21.com.co/2021/11/marulanda-en-anecdotas/

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CUENTOS DE COSIACA 

Vió Cosiaca unas mujeres muy flacas charlando en la puerta de una casa y entonces preguntó:

            — A cómo la carne?

            — Respete! –contestaron  las muchachas–.  Esto no es una carnicería.

            –Ah –respondió él–, como veo los guesos en la puerta…

 

https://jaristiz.wordpress.com/2007/10/30/cuentos-cosiaca/

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LA MANCARITA

Es una mujer despeinada, de cabello largo, tiene un solo seno en la mitad del pecho y un cuerpo muy peludo. Le gusta vivir en zonas selváticas.

Dicen que en las noches grita de una manera aguda y espeluznante, mientras se acerca a las casas de la zona, Sin embargo, le teme a los animales y a la gente, pues con solo verlos sale despavorida.

La Mancarita también está representada en un salvaje que imita el llanto de la mujer, la voz del hombre y el llanto de los niños, con el fin de llevárselos.

 

https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mancarita/

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EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO

 

Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.

 

LA PATRIA | MANIZALES

Octavio Llano Ruiz, ovinocultor, tuvo que escapar de su municipio durante tres años, pues ya no aguantaba más las extorsiones y el miedo a que algún día lo asesinaran. Hace cinco años, cuando los grupos salieron de esta parte de Caldas, vio que podía volver a su tierra.
"La idea fue volver a organizar las tierras y reestablecer nuevamente la ganadería, no solo ovina sino bovina y también hacer cultivos. Las tierras se habían olvidado y ni los trabajadores ni los dueños podían volver a sus tierras, debido a la situación que tuvimos", expresa.
Al igual que Octavio, Alfonso Patiño también expresa que la gente ha venido recuperando la confianza y que esto ha sido un proceso difícil después de tantos años de violencia e incertidumbre. "Se han establecido nuevos hatos lecheros y se han recuperado algunas tierras para los cultivos. Se hace necesario continuar el repoblamiento del sector rural, ya que muchas tierras quedaron solas ante el desplazamiento forzado de los campesinos", afirma.
LA PATRIA consultó con Alfredo Sarmiento, exdirector de la Unidad Nacional de Consolidación Territorial, sobre la oferta institucional que hay para los departamentos afectados por el conflicto armado y donde la Fuerza Pública ha tratado de retomar el control.
Según él, el Gobierno definió nueve zonas de acción entre las cuales Caldas no aparece. La razón, según fuentes cercanas a esa dependencia, es que se priorizaron las regiones que más han sido afectadas por el conflicto armado, y definieron que este departamento, en particular el oriente, no clasificaba si se comparaba con las que sí incluyeron.
Las regiones escogidas son Montes de María (municipios de Bolívar y Sucre), Catatumbo (Norte de Santander), Nudo del Paramillo (municipios de Antioquia y Córdoba), Cordillera Central (Tolima), Cauca (municipios de Cauca y Valle), Arauca, Macarena-Caguán (municipios de Meta y Caquetá), Putumayo y Tumaco.
Por otra parte, Mauricio Andrés Restrepo, alcalde de Marulanda, dice que poco a poco se viene recuperando la confianza inversionista. "Ya los campesinos están retornando normalmente a sus actividades productivas. Se respiran nuevos aires de tranquilidad, ya que nuestro pasado fue difícil tanto en la cabecera municipal como en el corregimiento de Montebonito, quienes sufrieron las inclemencias de la violencia".
También, Jorge Montoya, jefe de la Unidad de Seguridad y Convivencia de la Gobernación de Caldas, explicó que hay un plan de acción con las víctimas que se implementará este año a través del Comité de Justicia Transicional con el que se busca caracterizar a las personas golpeadas por el conflicto sobre sus necesidades ya sean productivas o de reparación.

 

Alcibíades Flórez, herrero de Marulanda, expresa que durante el conflicto se fue del municipio. Ahora retornó y realiza su oficio. 

 

https://archivo.lapatria.com/caldas/en-marulanda-caldas-recuerdan-el-conflicto-y-esperan-el-progreso-34409

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IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

Es una edificación religiosa que se ha ido deteriorando y reconstruyendo con los años, por esto conserva materiales y espacios que corresponden a distintos períodos del siglo XX. La última gran intervención se realizó en el año 2000 e incluyó la construcción de una nueva torre campanearía. Estilísticamente es una obra ecléctica con formas y detalles que recuerdan el románico y el neoclasicismo.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

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El Pensilvense
Edición No. 37 - julio 21 de 2023

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A UNOS OJOS NEGROS

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

Si en el negro profundo de tus ojos

Hay un haz de dormidas inquietudes

Y en una floración de laxitudes

Son palacios tus tímidas cabañas.

 

También hay en tus trémulas pestañas

Los sonrientes ensueños de la vida,

Y otra vez, de senda florecida

Son palacios tus tímidas cabañas.

 

Fuente:

Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo

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MARULANDA EN ANÉCDOTAS
Por Gustavo Páez Escobar

 

19 de noviembre de 2021

En la plaza de Marulanda se encuentra un monumento al fundador del pueblo, general Cosme Marulanda. En el salón del Concejo está entronizado un óleo que lo presenta vestido de pantalón oscuro, ruana de paño, camisa blanca y con los pies descalzos, como era la moda en aquella época. En el libro Mi Marulanda inolvidable (1999), Josué López Jaramillo, su autor, hace emocionada evocación de su patria chica.

Él vivió allí gratos sucesos de su niñez y adolescencia, que recoge en el texto citado y amplía en nuevo libro con el relato de sabrosas crónicas rescatadas del olvido. En la portada reluce un ensoñador parque en el que aparece, como una bandera al viento, la majestuosa palma de cera, de alto cultivo en la región y que fue adoptada por ley como el árbol nacional de Colombia.

Estamos en Marulanda, pintoresco y apacible pueblo situado en lo más alto de la geografía caldense. Su territorio es montañoso, bucólico y de clima glacial, y tiene como tradición las ovejas que pastorean en los alrededores desde tiempos remotos, las que fuera de abrigar a los habitantes y constituir el mayor renglón económico, son un memorable emblema de la región.

Según cuenta Josué López, la población solo vino a conocer la energía eléctrica en 1940, al instalarse una pequeña hidroeléctrica sobre la ribera del río Guarinó. Así comenzó el vecindario a ver el crepitar de las estufas eléctricas, abandonando los malsanos y ancestrales fogones de leña.

Años después, se notó que en la vida local ocurrían muy escasas bodas y decesos. Parecía un pueblo inerte. Para despertar a la comunidad del marasmo, el párroco planeó la visita de la Virgen de Apicalá, hecho extraordinario que llevó a los vecinos a reparar las fachadas, los portones y las ventanas de sus viviendas.

La Virgen, acompañada de una corte de asnos retozones, viajó por los escarpados caminos que desembocan en el río Hondo, y de allí se trasladó en hombro de los habitantes hasta las calles del pueblo. Y explotó el júbilo general. A su regreso, la población la despidió con pesadumbre y gratitud, y desde la distancia la vio alejarse montada a caballo, para no irse al abismo. Esa es Marulanda: precipicio y cielo.

En febrero de 1944, año bisiesto, se estrelló un avión militar en el cerro Las Tres Marías, a 3.000 metros de altura, y murieron dos asesores de la Policía en Bogotá. Días más tarde, llegaron dos pesadas losas de piedra con los nombres de los muertos. Años después, en una remodelación del cementerio desaparecieron las tumbas y las lápidas, y hoy poca gente conoce el siniestro aéreo que estremeció a la localidad.

 

Lo que no cuenta Josué es quiénes eran esas tres Marías convertidas en cerro. Hoy, hacen parte del paisaje. Para terminar, mi amigo recrea la historia de los fantasmas que tanto abundan en la zona cafetera. Debo decir que mucho he gozado con las brujas de la tía Anafeliz, todo un personaje de la mitología regional. 

escritor@gustavopaezescobar.com

Fuente:

https://www.eje21.com.co/2021/11/marulanda-en-anecdotas/

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CUENTOS DE COSIACA

Pillaron a Cosiaca sentao en media calle haciendo una necesidá y lo llevaron a la alcaldía.

            El alcalde, que sabía lo pobre que era Cosiaca, le puso una multa de cinco centavos.

            –Tome –dijo Cosiaca– ai tan sus cinco, y cinco más.

            — De qué son estos cinco? –preguntó el alcalde.

            –¿Ah, Y es que la orinada no la cobran?

 

https://jaristiz.wordpress.com/2007/10/30/cuentos-cosiaca/

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LA MANO PELUDA

Ay de ti chiquillo si no entraste al baño antes de ir a dormir, será mejor que ruegues para que la noche pase rápido porque si se te ocurre abandonar tu cama para desocupar tu vejiga, seguramente no podrás volver a ella.

No causa terror si se tratase de un extraño monstruo o una figura bestial, no lleva cuernos, cola ni lanza fuego, pero su elemental figura horripilante hace que todo aquel que se la encuentre a su paso desee no haber nacido, es la mano peluda, esa que cuando la encuentras camino al baño, en la penumbra de la madrugada, desmiente que solo es una leyenda porque te hará vivir el infierno en la tierra.

Varios chicos han visto un puño de terror debajo de su cama, pues al buscar sus pantuflas, estas han cambiado de lugar y al agacharse para tomarlas bajo las tablas, sus propios ojos no pueden dar crédito a lo que ven y sus cuerpos simplemente quedan petrificados por el horror que esa cosa sin nombre que los ataca inmisericordemente causa, no con la intención de asustarlos para que vuelvan a la cama sino para acabar con sus jóvenes existencias.

Lo que originalmente era una advertencia de los padres para que sus hijos no se fuesen a dormir sin entrar al baño, se convirtió en relatos de niños y progenitores aterrados por la presencia cada vez más frecuente de una mano del doble del tamaño normal de la de un adulto, cubierta de pelos de alguna extraña fiera, con uñas largas, afiladas y horrendas pero humana, sí, muy humana.

Inicialmente se escondía bajo las camas pero se le ha visto en grandes ventanales, resguardando tras las puertas e incluso en los baños, por eso muchas veces esa mano deja a su paso un rastro de agua; cuando la mano aprieta, hace sentir un hielo mortal que al imprimirle una fuerza sobrenatural puede sumergir lo que agarra en una lava de volcán infernal.

arios niños desaparecieron luego de que la mano peluda los atrapó, chicos insolentes que desafiaron la autoridad y ahora derivan en el limbo; otros pocos a los que la mano apretó, lograron zafarse con una dificultad teñida de sangre, sus extremidades fueron lisiadas seriamente y marcadas con una impronta del más allá.

Dicen que la mano peluda gusta de los lugares cercanos al desierto de La Candelaria en el departamento de Boyacá, muy cerca de Ráquira y Villa de Leyva, varios conventos de la zona se encuentran como sus escondites predilectos y cuando hiere a un niño, se debe tratar igual que un ataque de feroz serpiente, si no se atiende pronto puede cegar la vida de su infante víctima.

Hoy o mejor, esta misma noche, muchos chiquillos pedirán a sus hermanos mayores compañía para ir al baño, ese lugar al que rebeldemente renunciaron antes de ir bajo las cobijas y cuyo acto es motivo de profundo arrepentimiento. Muchos niños han presentado problemas renales debido a que han preferidos soportar horas y horas con sus tripas a punto de estallar que tener que ir a un pequeño viaje de unos cuantos pasos, pero con una agonía larga como camino al infierno.

 

https://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/leyendas/la-mano-peluda/

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EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO

 

Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.

 

LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013

EN CALDAS*
Los siguientes grupos armados ilegales tuvieron influencia en el departamento:

Autodefensas (240 integrantes)
- Frente Cacique Pipinta
- Frente Ómar Isaza

ELN  (120 integrantes)
- Frente Cacique Calarcá
- Frente Martha Elena Baron

EPL (25 integrantes)
- Frente Óscar William Calvo

Farc (600 integrantes)
- Frente Aurelio Rodríguez
- Frente Leonardo Posada

* Datos del diagnóstico regional de la situación de derechos humanos en Caldas, realizado por la Vicepresidencia de la República. Desde el 2008 estos grupos dejaron de tener presencia en el departamento.

 

https://archivo.lapatria.com/caldas/en-marulanda-caldas-recuerdan-el-conflicto-y-esperan-el-progreso-34409

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CASA DE LA CULTURA

Edificación hecha en bahareque, sirvió como casa de habitación del General Cosme Marulanda y posteriormente, sirvió como hotel del Municipio hasta los años 80 , siendo sus propietarios, la familia Granada, posteriormente al inicio de los años noventa un voraz incendio, la dejo en muy mal estado, hora es propiedad de La 19 Alcaldía Municipal quien la convirtió en lo que hoy es la Casa de la Cultura, donde se concentran todas las actividades culturales; además cuenta con murales sobre los mitos y leyendas elaborados por el artista local GILMER CAÑAS.

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El Pensilvense
Edición No. 36 - julio 14 de 2023

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DOS SERENATISTAS

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

Eliécer Gómez y Echeverri Eudoro,

Un par de amigos de amistad sincera

A quienes yo sus simpatías adoro

Con amistad ingenua y verdadera,

 

Diéronse cita a una serenata,

Para llevar a la vecina gente,

No muy distante, en la cabaña grata,

En derroche de ambiente complaciente.

 

Llegaron ya, los dos serenatistas

En el hondo silencio de la noche.

Las melódicas cajas iban listas,

Y de sonatas se siguió el derroche.

 

 Fuente:

Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo

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DESPLAZADOS, POR LOS CAMINOS DE LA PAZ

Ernesto Beltrán y su familia se marcharon de su pueblo natal, el corregimiento de Montebonito, del municipio de Marulanda (Caldas), hace cuatro años, cuando guerrilleros del frente 47 de las Farc destruyeron su casa durante un hostigamiento a la Policía.

 

Huyeron a Manizales con otras familias del pueblo. Vivieron tres meses en una casa arrendada por la entonces Red de Solidaridad Social de Caldas y recibieron mercado gratis de la misma entidad durante ese mismo tiempo. Beltrán decidió que no volverían a Montebonito –que fue atacado nuevamente por los guerrilleros de las Farc este año– y que vivirían de su pensión en Manizales. Pero al vivir en carne propia el drama de los desplazados, Beltrán optó por ayudarlos. Reunió a 80 de ellos, procedentes de Montebonito y de otros municipios de Caldas, para hablar de sus derechos. Así nació la Fundación Caminantes de Paz. “La gente me paró bolas y desde entonces trabajo con ellos”, cuenta. HASTA DEL CHOCO Los objetivos de la asociación son brindar orientación a los desplazados y gestionar ayuda para ellos ante el Estado. Beltrán es el representante legal de la entidad, la cual tiene una junta directiva compuesta por nueve miembros, todos desplazados. En este momento Caminantes de Paz ampara a 120 familias, unas 480 personas, procedentes de varias regiones del departamento, en especial del oriente, la zona más afectada por este fenómeno del conflicto armado interno. De esas familias, la mitad vive en arriendo en Manizales y en Neira, población situada a 40 minutos de la capital de Caldas. El 50 por ciento restante obtuvo subsidios de vivienda, cada uno por 7 millones de pesos, en Manizales. Hasta el momento 60 familias desplazadas han sido beneficiadas gracias a la fundación con casa propia y 130 con subsidios para arrendamientos. La asociación cuenta con integrantes de otros departamentos: una familia desplazada del Valle, que llegó a Manizales hace dos años, y otra del Chocó que arribó este año. “No nos importa de dónde provengan los desplazados. Lo que nos interesa es velar y luchar porque se respeten sus derechos”, dijo Beltrán. Caminantes de Paz, que recibió el nombre por una desplazada, se sostiene con la ayuda de entidades y empresas oficiales y del sector privado. “Cada año, por esta época, mandamos cartas a empresas de la región pidiendo ayuda de cualquier tipo para celebrar la Navidad. El año pasado le entregamos 550 regalos a los niños”, contó Beltrán. Además, los miembros de la asociación donan lo que no necesitan a otras familias. SIN SEDE Debido a que la fundación no cuenta con sede propia para gestionar y realizar los trámites legales para ayudar a la población desplazada, el contacto con los beneficiarios es personal o telefónico. “El proyecto para el próximo año es tener una casa que sirva de sede y de taller para albergar a señoras que se dediquen a la confección de ropa y a la panadería. Por ahora es una idea porque no contamos con los fondos suficientes para adquirirla”, dijo Beltrán. A largo plazo la meta es que la fundación sea autosostenible con el trabajo de los desplazados. La ONG cuenta con ayuda gubernamental, pero sus integrantes se quejan de que no hay la suficiente receptividad y solidaridad de la comunidad. “Frente al desplazado hay apatía”, dice Beltrán, quien participa en foros donde se discuta la situación de los desplazados para llamar la atención sobre el problema en Caldas. Aunque no tiene sede, Caminantes de Paz funciona en la carrera 21 No. 21-11 de Manizales. Teléfono: 888 1915. 120 familias conforman la ONG Caminantes de Paz, que funciona en Manizales. Treinta años de lucha por los derechos de la mujer A mediados de los 70, en la conservadora y tradicionalista capital de Caldas, un puñado de universitarias creó la Asociación Movimiento de Mujeres de Manizales. Treinta años después, la lucha por la reivindicación de los derechos del sexo femenino en este departamento sobrevive. La fundación nació con las influencias políticas y socioculturales de los años 60 y germinó con una tendencia hacia la izquierda política, pero hoy es una organización pluralista con la misma meta: abordar la problemática de la mujer para luchar por la igualdad de oportunidades y el respeto de sus derechos. Para lograr esos sueños era primordial tener una sede propia a la que llamarían ‘La casa de la mujer’. “Nos tildaron de comunistas y hasta de lesbianas, pero lo que hemos sido y seremos es esencialmente feministas”, explica María Teresa Parra, su coordinadora. La asociación organiza talleres de capacitación, propicia espacios de encuentro para analizar problemáticas puntuales y asesora jurídicamente a mujeres desplazadas, víctimas del conflicto armado interno y de la violencia intrafamiliar y mujeres cabeza de familia. La asociación ha evolucionado de acuerdo con las coyunturas sociopolíticas del país, pero desde 1991 le apunta a influir en las políticas públicas, y a posicionar la “política de género”. El movimiento también busca participar activamente en las propuestas de paz y en las negociaciones con los grupos armados.

Fuente: https://www.portafolio.co/economia/finanzas/desplazados-caminos-paz-412450

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CUENTOS DE COSIACA

Una vez se encontraron en un camino Cosiaca y Quevedo y se pusieron a hablar de las ruanas.  Cada uno decía que tenía una mejor que la del otro, por vieja que estuvieran las dos.  Al fin, resolvieron cambiar. Cambiaron y se despidieron.  Al fin, resolvieron y llamó a Cosiaca.  Y este le dijo

          — Nada! Trato es trato…

            –No – contestó Quevedo: -Yo no me voy a echar atrás: lo que quiero es que me explique por cuál de estos huecos se mete la cabeza…

 

https://jaristiz.wordpress.com/2007/10/30/cuentos-cosiaca/

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LA ENTACONADA

 

“PILAS PUES MIJO QUE DE PRONTO SE LE APARECE LA MECHUDA ESA”

 

La advertencia nunca sobra, es una manera de alejar un peligro inminente que junto con persignarse y darle un beso a la santa cruz que se carga colgando en el cuello, aleja las malas compañías y especialmente las malas apariciones que andan siempre atentas y a la caza de incautos que se atreven a jugar con el mal sin saber que, con tanto fuego, seguro hay gran quemadura.

 

La entaconada o la mechuda es la representación de la belleza femenina que abunda por las montañas y ríos de la geografía colombiana, especialmente en las altas y escarpadas montañas del departamento de Antioquia, lugar en donde arrieros colonizadores sin miedo a nada, pero con fidelidad al altísimo, abrieron caminos para que el mundo que había pasado el océano, pudiese traer sus progresos a estas tierras tan creyentes pero tan alejadas de lo nuevo en épocas en todo parecía añejo.

 

Esos arrieros que con un brazo consentían a su amorosa ninfa y que con el otro dominaban la rula, con su valor cortaban maleza, tumbaban monte y con el hacha hacían de la madera la materia prima para su arquitectura única y amplia porque su prole nunca dejaba de ser numerosa.

 

Esos mismos arrieros gozaban de un tiempo de descanso luego de largas faenas de agricultura, ganadería y emprendimiento y las noches pasaban con un lento tic tac del reloj entre el tapetusa y el aguardiente, la guitarra y los cantos que comenzaban a destemplarse con el número de las copas que se alojaban entre pecho y espalda.

 

En medio de la alegría aguardientera se escuchaba un taconeo que lograba apaciguar la música, pero acelerar las pasiones de los hombres, entonces aparecía la mujer más hermosa jamás vista por esas tierras, una mujer que parecía ser de aquí y de allá pero que nadie podía asegurar conocer su procedencia.

¡Cuidado con la entaconada!, así vociferaban algunas viejas beatas desde los balcones mientras se daban la bendición y pedían que bajaran la música porque muy temprano en la mañana debían levantarse para la misa de seis, muchos preferían hacer oídos sordos a esas viejas cansonas y seguir disfrutando de las mieles del romance mientras rodeaban con sus brazos abridores de trochas el cuerpo delicado y provocativo de la aparición celestial.

Ya las cantinas no eran lugar para un romance más avanzado porque, aunque esos eran sitios de perdición, quienes lo frecuentaban aún sentían temor de Dios y pagando sus cuentas o poniendo su firma por lo fiado en un cuaderno, se iban para sus casas rezando por la suerte de quien con la entaconada se alejaba.

La hermosa mujer se ponía muy cariñosa con su nuevo galán pero su cuerpo comenzaba a adquirir el tamaño de una bestia, era tan demoniaca su figura que hasta el más bravo de los arrieros quedaba paralizado como animalejo en trampa montañera, entonces la macabra mujer ya no taconeaba, sus pezuñas eran las mismas patas del maligno y los incautos hombres aparecían muertos a la orilla del río o simplemente golpeados a más no poder, muchos de los que sobrevivieron, todavía pierden el control y parecen poseídos cuando escuchan el sonido de un par de tacones; eso pasa por no tener presente ese: “cuidado con la entaconada”.

 

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EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO

 

Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.

 

LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013

EL TEMIDO RETEN
 

Y era precisamente al frente de la Hacienda en donde los guerrilleros instalaban un retén ilegal. Nunca se sabía a qué hora o qué día iba a ser, por eso pasar por el lugar generaba miedo, el cual todavía tienen muchos pues prefieren no decir su nombre al referirse a temas relacionados con la guerrilla y el conflicto.
Recuerdan que un día, en el retén, los hombres armados detuvieron un campero en el que viajaban 15 personas de San Félix a Marulanda, hicieron bajar al conductor y preguntaron que si alguno de los viajeros sabía conducir, una mujer contestó que sí.
La orden fue que ella se encargara de llevar al resto de viajeros a Marulanda lo más rápido posible, además, no informar en el municipio que ellos estaban en el sector. Cuando llevaban tres minutos de camino escucharon los disparos con los que asesinaron al conductor.
Relatan que los habitantes de esta zona en la época del conflicto no tenían más camino que ayudar a los grupos armados. "A las fincas llegaban los de las Farc y había que hacer lo que ellos dijeran porque o sino lo declaraban a uno objetivo. Lo mismo pasaba con los 'paras' y uno no sabía ni que hacer. Al muchacho del yip le pasó eso, le tocaba ayudarle a los dos grupos y vea, lo mataron".
Desde el 2000 los grupos armados ilegales se empezaron a tomar a Marulanda, en el 2003 la influencia de las Autodefensas se había apropiado de terrenos, ganado y dominaban la vía desde San Félix hasta el casco urbano del municipio. Muchos habitantes se fueron por temor a la muerte y no volvieron, otros aguantaron y lloraron a sus víctimas.
Entre los muertos más recordadas está el exalcalde Rigoberto Castaño Tovar, de 60 años, asesinado en la vereda Las Peñas, a 30 minutos del casco urbano, el 14 de octubre del 2006. El mandatario iba en su carro desde Marulanda a San Félix y fue interceptado por tres guerrilleros de las Farc, quienes lo asesinaron con impactos de fusil. La Sala Penal del Tribunal Superior de Manizales condenó a los campesinos Raúl Patiño y John Patiño por ser cómplices del asesinato, además a alias Tomás y Cristian y se investigó a la extesorera del municipio, encargada al parecer de dar información al grupo guerrillero sobre los movimiento del entonces alcalde.
Desde hace cinco años no se sabe de estos hombres armados en El Páramo, allí reina la cotidianidad. Los niños van a la escuela y portan ruanas para el frío, los hombres ordeñan y se encargan de cultivar truchas que nacen en el río Guarinó, las mujeres cocinan en fogones de leña y pasar por la Hacienda Palmira es solo un recuerdo negro de historias marcadas en la mente de los habitantes de Marulanda.

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CAPILLA SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Es una reliquia arquitectónica del siglo XIX que se levanta sobre un pequeño montículo en las afueras de la zona urbana. El visitante puede llegar allí luego de ascender unas escaleras de piedra que rematan en un mirador excepcional. En su interior se encuentra la reproducción de un viacrucis italiano que sobresale en su imaginería.

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El Pensilvense
Edición No. 35 - julio 7 de 2023

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OCURRENCIAS

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

A mí, una vez don Agustín Quintero

Me preguntó, quitándose el sombrero:

“Hombre Pablo, ¿Por qué tendré el cabello blanco?”

Entonces, como yo bien conocía

Cuál era la respuesta que él quería, así le respondí, burlón y franco:

“Eso será sin duda, la nobleza

Que a usted le salió por la cabeza” …

Y, al ponerse el sombrero se reía

 

Fuente: Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo

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MÁGICA DISTRACCION
Sabina Duque

Tres de la tarde, treinta grados.

Por fin en casa.

Me libero de los tacos, la cartera, las joyas, la ropa y coloco todo sobre el sillón de la entrada.

Un duchazo, camisa fresca, moñita de bailarina de ballet y rumbo a la cocina.

¡Qué hambre!

Quiero comer algo rico y fácil de preparar… 

«Pimientos salteados con cebolla roja»

-sugiere mi mente al instante-.

Troceo pimientos rojos, verdes y naranja, en julianas. La cebolla en plumillas.

La sartén caliente con un chorro de aceite de oliva y mantequilla, recibe la cebolla. Un toque de sal, una pizca de azúcar morena.

Deposito el resto de verduras y añado pimienta negra.

Revuelvo con pala de madera.

Las verduras saltan como adolescentes en un concierto de rock.

Me encanta escuchar su sonido crujiente; es como la música de un poema.

¡Huele exquisito!

Atrapo en el aire una tirita de pimiento rojo y lo saboreo como si fuera el último bocado antes de morir.

¡Mucho humo; bajo el fuego!

Unos segundos más y listo. 

Bebo un sorbo de agua y cierro los ojos para marcarle la ruta.

Bebo despacio, despacísimo… quiero hidratar todos mis órganos en un acto consciente.

Ahora bebo más rápido; el agua no se agota. Es como si el vaso fuera un grifo abierto y mi garganta la tierra seca que predijo Elías en Galaad.

Se está formando un lago de agua cristalina en mi vientre. Crece, crece, crece; se desborda y empieza a ramificarse.

Mis piernas se convierten en ríos; mis brazos en arroyos, mis dedos en riachuelos.

Los ríos se funden con el mar. Ahora soy el mar y la tierra que lo sostiene.

Asumo mi nueva condición geográfica.

Al más mínimo movimiento, podría generar un choque de placas tectónicas y causar un tsunami.

Destrucción y mortandad inminentes.

Mi cabeza es una selva.

Me alegro por el oxígeno y las criaturas que la habitan.

Hay más selvas en esta tierra que soy.

Volcanes que erupcionan.

Desde el fondo del mar miro hacia arriba.

Escucho un murmullo en la superficie.

Veo descender hacia mí, una piedrecilla que va dejando un caminito de burbujas.

Tras la piedrita una voz dulce. Tras la voz, en la superficie, una carita distorsionada y unas manitas curiosas jugando con un barquito de papel.

No temo por su seguridad, soy el recipiente que sostiene el agua donde flota.

Abuelaaa, abuelaaaa…  -vine por ti, súbete a mi barco.

La dulce voz de mi nieto Samuel rompe el hechizo, y el agua me devuelve la forma original.

La cocina está llena de humo; las verduras carbonizadas.

Como cuando un poema se pasa de cocción por pretenderlo perfecto, y la papelera se alegra.

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CUENTOS DE COSIACA

 

Cosiaca le pidió limosna a un caballero, y éste le respondió:
– No tengo menuda.
Cosiaca entonces dijo:
– Esa es la carga de todos: "no teo menuda", "no teo menuda"; ¡como si a Cosiaca no le gustara la gruesa!

https://jaristiz.wordpress.com/2007/10/30/cuentos-cosiaca/

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EL ANIMA SOLA

 

Cuenta la leyenda que Celestina Abdégano, una joven perteneciente a las mujeres piadosas de Jerusalén que tenían por oficio asistir a los condenados, se le asignó el viernes santo subir al Calvario con un cántaro de agua refrescante para darles de beber a los mártires del patíbulo.

Ella dio de beber a Dimas y Gestas, los dos ladrones que acompañaron a Jesús en la crucifixión, pero por temor a las represalias de los judíos no quiso darle de beber a Jesús y fue por este hecho condenada a sufrir la sed y el calor constante de las llamas del Purgatorio.

 

La leyenda del Ánima sola es una creencia que está todavía muy arraigada en la masa campesina colombiana. Su devoción data desde los primeros colonizadores españoles que llegaron a nuestro país. La representan como una mujer que padece tormentos en el purgatorio y recorre los caminos con las manos atadas con cadenas, asustando a todas las personas que se crucen en su camino.

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EN MARULANDA (CALDAS) RECUERDAN EL CONFLICTO Y ESPERAN EL PROGRESO

 

Habitantes cuentan sobre homicidios y extorsiones. El retorno y poder trabajar, el punto positivo. Relatos.

 

LA PATRIA | MANIZALES
Domingo, mayo 26, 2013

Disparos y dos explosiones despertaron a los habitantes de El Páramo, en el municipio de Marulanda, una fría noche del 2007. Hombres del frente 47 de las Farc corrían por las montañas y dispararon sin cesar durante dos horas. Los pobladores solo encontraron refugio en las oraciones y debajo de sus camas.
El ataque pasó y llegó la luz del día que dejaba ver los casquillos sobre el suelo. La información que sabían los habitantes era que hombres de las Farc se habían enfrentado con los de las Auc. Días después se supo que por el sector transitaban hombres de las mismas Farc y que por error de un "campanero" se había dado el enfrentamiento entre subversivos del mismo bando. El sujeto que tenía la labor de avisar fue asesinado y dejado en la vía días después.
Esta historia la recuerdan de forma intacta los pobladores de El Páramo, quienes durante años aguantaron las extorsiones y homicidios a familiares que efectuaban hombres de los 'paras'. "A la finca llegaban guerrilleros y decían que le mandaran dos o tres kilos de pescado al patrón. No sabíamos quién era el patrón, pero le mandábamos su comida", recuerda una habitante.
Los hombres de las Autodefensas eran dueños y señores desde el corregimiento de San Félix (Salamina) hasta Marulanda. Cobraban fuertes extorsiones y hasta amenazaron a un propietario de su finca para tomar el terreno como su centro de operaciones. El lugar era conocido como la Hacienda Palmira.

https://archivo.lapatria.com/caldas/en-marulanda-caldas-recuerdan-el-conflicto-y-esperan-el-progreso-34409

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LA CASA DE LA FAMILIA ECHEVERRY

Foto: casa de referencia

La casa fue construida en tapia y bahareque, consta de dos plantas con amplios corredores en su parte interna, su segundo piso está construido en bahareque y posee diferentes balcones en madera con bellos calados que son una impresionante expresión del gusto por la talla en madera de los habitantes del Municipio, la casa tiene 125 años, dentro de la casa se pueden encontrar bellas pinturas realizadas en la primer parte del siglo XX, no posee patio central ya que tiene forma de L, es una casa bellamente adornada gracias a una influencia antioqueña en donde el manejo de espacio, luz y confort es la constante.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

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El Pensilvense
Edición No. 34 - junio 30 de 2023

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EL MAÍZ PELAO: ALIMENTO, TRADICIÓN ORAL Y CULTURAL EN MONTEBONITO, CALDAS

Laura Alejandra Mendoza García

"Le gusta el maíz pelao y el yarumo sin hormigas". Esta expresión la utilizan cotidianamente los adultos mayores en Montebonito, territorio ubicado en medio de la cordillera central, perteneciente al municipio de Marulanda (Caldas). Don Patrocinio Castañeda, amenizador de convites y reuniones en su juventud, y quien alberga gran parte de la tradición oral de la zona, a través de refranes, rimas y coplas explica que esta expresión se utiliza cuando se quiere decir que a alguien le gustan las cosas fáciles y sin mayores complicaciones. Sin embargo, ¿de dónde proviene?

En este territorio desde épocas prehispánicas el maíz ha sido un alimento de vital importancia, con el que se han elaborado un sinnúmero de preparaciones. Don Bianor Giraldo, adulto mayor del corregimiento cuyos variados saberes transitan por temáticas relacionadas con la flora y fauna del territorio, la agrobiodiversidad y algunas artes y oficios, señala que de estos alimentos se sobresalen el natilla, los buñuelos, las estacas, la colada, la mazamorra, la arepa, la sopa de arepa, el machorrucio, entre otras. Con el choclo, que es el maíz biche, se hacen tortas y arepas, también sirve para calmar el hambre y la sed en las jornadas de trabajo porque "el grano es jugoso".  

En Montebonito, hoy en día, algunas mujeres aún practican una forma tradicional de hacer arepas de maíz criollo, conocidas como "arepa de maíz pelao o de mote". La diferencia entre las tradicionales y la mayoría de las que se hacen actualmente radica en que para la preparación de las primeras es necesario sacar manualmente el afrecho o cáscara que recubre el maíz, es decir, pelarlo, en un procedimiento en el que se deben sumergir los granos en lejía (mezcla de agua y ceniza) y revolver constantemente mientras se calientan, en un fogón de leña.

Las arepas de maíz pelao, en palabras de la señora Mercedes Gómez, conocedora de la cocina tradicional, "son ricas, más ricas que cualquier otra por el sabor especial que les da la ceniza. Sin embargo, hoy en día casi no se preparan por la facilidad de conseguir el grano trillado (o pelado) por máquinas, en las tiendas locales".

Cuando los adultos mayores de Montebonito hablan sobre diversidad de alimentos y preparaciones culinarias que se han perdido, se refieren a la tendencia que se tiene actualmente de hacerlo todo más rápido, de conseguir las cosas cada vez más fácil ("el maíz pelao y el yarumo sin hormigas"). Es por esto, señala la señora Mercedes, que ya no se pela el maíz con lejía, que la gente ha olvidado que se puede mercar en la finca y se ha acostumbrado a adquirir las cosas listas en la tienda "Hoy la vida es más dura, más costosa, porque todo es comprado, la gente hace años todo lo hacía".   

Así, la expresión "le gusta el maíz pelao y el yarumo sin hormigas", que hace parte de la tradición oral de la comunidad rural y cafetera del Corregimiento hace explícita una forma de entender el mundo que se encuentra en constante relación con los recursos naturales de su territorio y su aprovechamiento. Es una metáfora que evidencia a través de los saberes alrededor de la biodiversidad un valor exaltado por las comunidades campesinas (descendientes del proceso de la colonización antioqueña), el valor del trabajo, que les permitió en épocas anteriores la adaptación a las complejas condiciones que imponen los Andes colombianos.

Don Patrocinio Castañeda, Don Bianor Giraldo y Doña Mercedes Gómez son algunos de los adultos mayores que participan con sus saberes y memorias del proyecto "Niños y adultos recorriendo saberes entre montañas", promovido desde la Biblioteca Nacional en el marco de la pasantía en Bibliotecas Públicas y acogido por la Biblioteca Pública Pablo Emilio Restrepo, de Montebonito, a través del cual se propician y generan reflexiones en torno a temas como la conservación de fauna y flora, la soberanía alimentaria, los oficios tradicionales y el patrimonio arqueológico del territorio.

El proyecto también ha vinculado también a niños y niñas del corregimiento con los que se han realizado actividades, algunas de ellas en la biblioteca, basadas en los saberes de los mayores y su vivencia del territorio, como la siembra y el reconocimiento de árboles para el agua, la ilustración de alimentos que no son tan frecuentes en las comidas diarias, la degustación de los mismos, y la elaboración de sellos inspirados en motivos indígenas, entre otros.

Los conocimientos y memorias de los adultos mayores quedarán registrados en un mapa, ilustrado en su mayoría por los niños y niñas que participan del proyecto, que busca promover un turismo dentro del territorio basado en los saberes transmitidos por sus habitantes, de generación en generación, de manera experiencial y oral.

Fuente: https://bibliotecanacional.gov.co/es-co/actividades/noticias/en-la-rnbp/maiz-pelao-en-montebonito-caldas 

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POEMA

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

¡Qué hermoso es vivir en verano

Despertar con templando la aurora

Y dar gracias a Dios soberano

¡Que nos da la luz bienhechora!

 

Fuente: Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo

 

 

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CASA DE JULIO MOLINA

La propiedad que nos ocupa es grande, amplia, de dos plantas, cada una con sus respectivas dependencias y cuartos lo que es motivo de admiración, puesto que cada una es independiente de la otra, igualmente cuenta con todos los servicios, Es una casa que fue construida en 1890 de bahareque, tapia de estilo de la colonización antioqueña sus puertas y ventanas tienen hermosos calados, amplios corredores y elaborados barandales, remodelada en los años 80 debido a que presentó deficiencias en su Estructura debido al terremoto sucedido en 1979.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

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El Pensilvense
Edición No. 33 - junio 23 de 2023

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ORALITURA Y TEJIDOS DE OVINOCULTURA MARULANDEÑA
Michel Giraldo Buitrago

Marulanda, un municipio tejido en la Oralidad de la lana.

1.1 Planteamiento del problema:

Encontrarse en un municipio como Marulanda genera a simple vista algunas dudas acerca de la cultura y las diferentes formas de vida de sus habitantes, las calles solitarias y paisajes campestres configuran un espacio acogedor y familiar. Al tratarse de un municipio que se encuentra a 165 kilómetros de la capital caldense, el desplazamiento hacia él se da desde dos vías intermunicipales principales, la primera opción es cruzar la carretera del municipio de Salamina en un bus que solamente sale de la capital caldense en horarios estrictos: 09:30 am y 11:30 am, con una duración de seis horas de trayecto. La segunda opción invita a rodear el municipio de Manzanares y llegar en chiva o jeep al municipio, después de cruzar algunos bosques de pino y cascadas; ambas vías de acceso tienen 9 carreteras sin pavimentar, lo que genera dificultades en la movilidad. Existe una tercera vía de acceso llamada “Cementos Caldas”, que acorta el camino cruzando un páramo a 3.671 m.s.n.m, sin embargo, esta vía no cuenta con transporte público y por ello es una “trocha” poco transitada (a excepción de ciclo rutas desde Manizales hasta el corregimiento de San Félix). Las dificultades de ingreso al municipio se hacen aún mayores en la temporada de invierno, ya que hay obstrucciones en las montañas de la vía. Este es uno de los factores por los cuales el municipio actualmente lucha por ser reconocido a nivel turístico en Caldas. Las oportunidades de empleo y estudio en el municipio son reducidas, así que muchos de sus habitantes optan por trasladarse a otros lugares del país; hoy Marulanda cuenta con un número total de 2.589 Habitantes (Terridata, 2022), según el análisis que se basó en el último censo realizado por el DANE. Adicionalmente es posible analizar en dicho aproximado que la mayor parte de su población se encuentra entre un rango de adultos y adultos mayores. Este dato genera gran preocupación en el aspecto cultural debido a que la tradición oral depende esencialmente de que los relatos sean comunicados correctamente de generación en generación y aunque la juventud marulandeña procure arraigarse a sus tradiciones, se hace preciso dotar de significado los lugares que tienen gran simbolismo, no solo en la literatura y el turismo, sino también en la historia, para que los menores de la comunidad repliquen la voz popular y se sientan los ecos del tejido que se ha conservado en el tiempo. Teniendo esta información en cuenta, la presente investigación se realiza en La Institución Educativa Efrén Cardona Chica1 , esta es la única sede urbana ubicada en la cabecera 1 Llamada así en honor a un famoso docente de la Institución, quien también sería rector de la Normal de Caldas. Padre de Germán Cardona Gutiérrez, quien sería ministro de Transporte durante el gobierno de Juan Manuel Santos. 10 municipal y se encarga de brindar educación básica primaria, básica secundaria y media vocacional. Además, cuenta con 6 sedes ubicadas en la zona rural, encargadas de la orientación de educación básica primaria a partir de aulas múltigraduales en las zonas más alejadas del municipio. Pese a ello y debido al bajo número de natalidad del municipio, estas sedes rurales no superan (cada una) los 10 estudiantes en el año escolar. Gran parte de la población marulandeña obtiene la mayor parte de sus ingresos de la agricultura y la ganadería ovina y bovina; debido a esto los estudiantes habitan un ambiente netamente campestre, enfocado en su mayor parte hacia la producción y recolección de alimentos como: la papa, la zanahoria y los lácteos. Por esta razón es común ver a los estudiantes trabajando en el campo durante sus tiempos libres, especialmente con sus padres y abuelos. El municipio de Marulanda estuvo durante algunos años catalogado como “zona roja” 2. Resguardados en sus elevadas montañas se encontraban algunos frentes de las FARC y las autodefensas, quienes en años atrás se encargaron de sembrar terror en el municipio, extorsionar y amenazar a pobladores; razón por la cual gran parte de la población se encuentra en los registros nacionales como desplazados por el conflicto armado. Según cifras proporcionadas por la alcaldía municipal, hoy en la Institución Educativa, 70 de los 220 estudiantes inscritos en el SIMAT, tanto de jóvenes y adolescentes como los pertenecientes al programa de educación para adultos, reciben el subsidio otorgado por el gobierno nacional para las víctimas del conflicto armado y desplazamiento forzado. Debido a esta época de violencia que atravesó el país, en el municipio se produjo una disminución de la población y un abandono a las diferentes vías de acceso a los municipios, 2 El municipio de Marulanda estuvo rodeado de algunos campamentos de las FARC y las autodefensas aproximadamente entre los años 2000 y 2008, a causa de la presencia de estos grupos armados, las vías de acceso al municipio se volvieron intransitables, hecho que detuvo el crecimiento y turismo en el municipio. 11 hecho que afectó, por ejemplo, el aspecto de potencial turístico de Marulanda. En el periódico La Patria, hacia el año 2013, se publicó un artículo donde se relatan algunas de las memorias de la violencia padecidas en el municipio: “Desde el 2000 los grupos armados ilegales se empezaron a tomar a Marulanda, las Autodefensas se apropiaron de terrenos, ganado y dominaban la vía al municipio. Muchos habitantes se fueron por temor a la muerte y no volvieron”. (La Patria, 2013) Algunos de los hechos que la comunidad marulandeña recuerda con mayor tristeza son el asesinato de uno de sus exalcaldes, el señor Rigoberto Castaño Tovar, a quien se le quitó la vida mientras transitaba las vías interdepartamentales que conducen del municipio de Marulanda al de Salamina. También se recuerda a un conductor de servicio público, el cual fue extraído del vehículo que conducía en un retén ilegal por las disidencias y asesinado en la vía que conduce de Marulanda a Manizales. El corregimiento de Marulanda, Montebonito, también recuerda con dolor algunos de los hechos más desgarradores: “De la mente tampoco se borra la toma al corregimiento de Montebonito, ocurrida el 4 de marzo de 2006, en la que cerca de 75 integrantes de los frentes 47 y noveno de las Farc destruyeron el 70% de la población”. (La Patria, 2013) Narrar la historia de la violencia en Caldas implica recordar los muertos, entre ellos un policía y una bebé de 7 meses, que perdieron cruelmente la vida durante los ataques y que marcaron un antes y un después en la vida de los habitantes del municipio. La resignificación de la literatura y la comprensión de los relatos de voz popular permiten reconocer desde una mirada del perdón la historia de la violencia en el municipio y que se halla latente en los adultos mayores que sufrieron en carne propia el conflicto armado y que hoy, se atreven a contarla a las nuevas generaciones. 12 A raíz de las características contextuales ya mencionadas y a las cuestiones demográficas del municipio, se ha evidenciado que uno de los mayores inconvenientes que enfrenta la Institución Educativa, yace en la deserción escolar; debido a la falta de empleo y oportunidades de trabajo para los padres y acudientes, que los obliga a emigrar en búsqueda de mejores oportunidades. En otros casos los estudiantes optan por generar ingresos para sí mismos y sus familias a través del trabajo en el campo y deciden, eventualmente, posponer sus actividades académicas. Por otro lado, al interior del centro educativo se realiza una revisión de los documentos institucionales se puede deducir que las muestras de identidad cultural se resumen a las protocolarias izadas de bandera y actos conmemorativos, asimismo los diferentes planes de área y planeaciones escolares no reflejan que se tenga en cuenta el contexto cultural y la memoria histórica regional, en la que se hallan inmersos los estudiantes. Al comprender estos vacíos educativos que permanecen en la Institución, se visibiliza una de las razones por las cuales actualmente los espacios son frecuentemente no lugares: carecen de un reconocido sentido histórico y pertenencia. Dicha razón conduce a una tarea específica: resaltar a este municipio de costumbres arraigadas, con el fin de acompañar a sus nuevas generaciones y lograr que se visibilice con orgullo la tradición que ha tratado de permanecer latente por décadas. A su vez, evidenciar lugares de mitos y leyendas, para revivir en los jóvenes la cultura y la identidad, es una de las metas propuestas en este proyecto de investigación, que puede ser alcanzada a través de un proceso donde se busca revivir la memoria histórica y cultural, por medio de la aplicación de la oralitura y fomentando el interés por la indagación de la literatura regional. 13 Para ello, es indispensable conocer los relatos que han acompañado por largas generaciones a la población marulandeña y darle una nueva oportunidad de ser escuchados, para mantenerlos vivos en las futuras generaciones.

Fuente: https://repositorio.ucaldas.edu.co/bitstream/handle/ucaldas/18127/Michel_GiraldoBuitrago_2022.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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A UN AMIGO

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

Eso es ropa y posada y alimento y todo,

Y aún más cosas… Don Ángel Antonio,

Que atiente a este pobre y fugaz peregrino,

Y es cual un oasis, allá en el camino.

Pues él ya me tiene con gran sentimiento,

Muy alto merece mi agradecimiento.

 

Un amigo de estos, tan noble y sincero,

Si él no me atiende con estas bondades,

Duro sería esto al ignoto viajero,

Porque él ha suplido mis necesidades.

 

Lo conocí joven. De gentes muy buenas.

Yo no pensé nunca, que un día de mi existencia,

Más tarde tuviera su benevolencia

Y horas me brindara suaves y serenas

 

Fuente: Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo

A UN AMIGO

Pablo Emilio Duque Restrepo

 

Eso es ropa y posada y alimento y todo,

Y aún más cosas… Don Ángel Antonio,

Que atiente a este pobre y fugaz peregrino,

Y es cual un oasis, allá en el camino.

Pues él ya me tiene con gran sentimiento,

Muy alto merece mi agradecimiento.

 

Un amigo de estos, tan noble y sincero,

Si él no me atiende con estas bondades,

Duro sería esto al ignoto viajero,

Porque él ha suplido mis necesidades.

 

Lo conocí joven. De gentes muy buenas.

Yo no pensé nunca, que un día de mi existencia,

Más tarde tuviera su benevolencia

Y horas me brindara suaves y serenas

 

Fuente: Transcrito del libro: CANTOS DE ROBLALITO – Pablo Emilio Duque Restrepo

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LAVADEROS PUBLICOS

El lavadero comunal era el sitio de reunión de las señoras de la época, en el cual, lavaban la ropa mientras hacían comentarios de la región. Estos lavaderos se Construían a orillas de quebradas o ríos debido a la carencia de servicio de acueducto, posee un valor colectivo popular ya que este sitio se convirtió en el sitio de reunión de las mujeres del pueblo.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

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El Pensilvense
Edición No. 32 - junio 12 de 2023

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MARULANDA Y LA BELLEZA DE VIVIR ENTRE BOSQUES DE NIEBLA​

Entre imponentes montañas de distintos tonos de verde se encuentra la tierra de Marulanda, Caldas, un pueblo que se extiende sobre el bosque de niebla con un encanto natural. Este municipio guarda entre sus senderos los secretos de la Palma de Cera en el bosque nativo, de los dulces típicos y del ingenio de los artesanos que trabajan la lana de oveja. Gracias a estos ingredientes tan atractivos, Marulanda fue reconocido como uno de los Pueblos que Enamoran de nuestro país.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

El Pensilvense
Edición No. 31 - junio 5 de 2023

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JUDAS HABLA

Adrián Primo Varón

 

Ella viene de Magdala.

Sé que es descendiente de la Casa de Benjamín, sé que tiene el aroma de todas las flores silvestres metidas en su cuerpo, sé que mis ojos y mi corazón la contemplan en el absoluto silencio...

Ella se sienta con Él a su derecha, toma de la misma copa el vino de la vid que une. Pedro parece odiarla porque no pierde oportunidad para reclamar; siente que Él la ama más que a nosotros, que le transfiere el poder de la palabra, pero ella es digna de ese amor y de esa palabra, aunque a mí se me desprenda el alma; ella es digna porque es buena con todos, porque es la primera en sufrir, en sentir los golpes de los enemigos cuando atacan la verdad.

Vienes de Magdala y vas hacia el Reino. Yo no voy a ninguna parte, acaso donde tú vas, como una sombra errabunda. Mi amor es ya una cruz antes del paraíso, mi amor que sobrevive a las tormentas del desierto. Pero esa cruz pesa demasiado para mi débil cuerpo. No soporto cuando Él te besa y te llama compañera, cuando quedas sola en su aposento y tu aliento apaga la lumbre.

No se diga entonces que mi entrega del hijo del hombre es por unas monedas. Es el amor el que me motiva, es ella, María, María de Magdala, toda ella con su imperecedera luz que remueve piedras.

Es esta tarde entonces, en los campos de Getsemaní, que le daré a Él mi último beso, y mi cuerpo se inclinará bajo las ramas del árbol a las afueras del paraíso.
 

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LA POCIMA DE LA VENGANZA
Sabina Duque

El día que Serafín se mudó a la casa donde vivía Gordis, aún conservaba su espeso cabello oscuro, su estatura de uno punto setenta, el fuego de sus ojos azabache. Ojos que sabían muy bien, como mirar a una muchachita vulnerable.

Han pasado tantos años… y tragedias, desde cuando halló a la niña (Gordis) de blonda cabellera, y ojos grises como nubes de invierno.

La adolescente había aprendido de su padre, en vida, la colaboración desinteresada a cualquier extraño que lo necesitara; sobre todo, a los nuevos inquilinos que llegaban a ocupar cuartuchos, que parecían cajas de fósforos.

Ese día, “Gordis”, (no soporto este nombre); la llamaré Sonrisa de ángel.

¿Qué culpa tiene la niña que en la alacena de su casa solo hubiera pan blanco, salsas de todos los colores y viandas con arroz para comer cada vez que sintiera hambre?

El día que Serafín parqueó su caballo endeble con sus pertenencias, frente a su nuevo habitáculo, Sonrisa de ángel empezó a cargar bártulos a la par con él hasta formar una pirámide que llegaba hasta el techo. 

El tipo le dio las gracias y le pasó unas monedas. -Ella sonrió y salió corriendo.

Al principio, el hombre trató de disimular y se negó a aceptar su ayuda; pero al observar su piel fresca y su sonrisa angelical, sus pensamientos cambiaron de color y su cuerpo empezó a tener sobresaltos.

Pasados unos meses, y ya con más confianza, el tipo tocó la puerta de la muchacha de cabellos rubios; sabía que estaba sola. Su mamá salía todos días a las cuatro de la mañana, con termos llenos de café caliente, para vender en la estación de buses.

– ¿Se quiere ganar la sopa de hoy, niña?

-! Sí¡, sí don Serafín; pero cuando vuelva del colegio.

– ¡Vamos!, ¿cuánto hace que no se come un helado de maracuyá?

– Ummm… se me hizo agua la boca; ¿qué tengo que hacer?

-Por ahora, tendamos la cama; coja de esa punta. Y le tendió una sábana raída que ella agarró con afán. Después hay que recoger esos chiros y embutirlos en ese cajón. -señaló con el dedo huesudo, sin desprender la mirada de las rollizas piernas de la muchacha.

En un arrebato irreflexivo, el tipo la agarró por la espalda, la besuqueó y la arrojó a la cama levantándole la falda. De nada sirvió el forcejeo de la niña; la tenía inmovilizada y con la boca tapada.

Lo que no sabía Serafín, es que la madre de la niña vendió los tintos antes de lo previsto, y regresó sin hacer ruido. Al echarla de menos, caminó en silencio por el estrecho pasillo de tierra amarilla y paredes agrietadas, para buscarla.

Quizá estaría en casa de alguna vecina colaborándole, como era habitual, antes de ir al colegio.

“Que tiempos… ahí es donde uno se da cuenta lo útil que es el invento del celular.”

Al pasar por la habitación del nuevo inquilino que quedaba a escasos metros de la suya, le pareció oír la voz amordazada de su hija. Se detuvo un instante para escuchar mejor…  Aterrada, confirmó que los sonidos guturales provenientes del habitáculo de Serafín eran de Sonrisa de ángel, la niña de sus ojos.

Temblando y a punto de sufrir un desmayo, se abalanzó contra la puerta. Quería derribarla a puños y estrangular al maldito con sus propias manos.

El escándalo de la madre atrajo una turba de vecinos enfurecidos dispuestos a linchar al sádico.

Llamaron a la policía, y en un santiamén, la roída puerta de madera fue derribada al unísono por la embestida de todos.

Con los nudillos ensangrentados, la madre inspeccionaba a su hija por todas partes. Al ver las manchas de sangre en sus muslos se fustigaba en voz alta por haberla dejado sola. En su interior sabía que no la habían instruído para prever ningún peligro.

En un ataque de llanto y desesperación, madre e hija se fundieron en un abrazo, mientras los vecinos acorralaban al miserable.

La policía aún no llegaba. Un joven que casi atrapa al tipo antes de saltar por la ventana trataba de liberarse de un embrollo de alambre de púas, que este le arrojó por los pies para poder escapar.

Serafín tampoco sabía que la abuela de Sonrisa de ángel era curandera y había dejado un legado familiar, antes de abrir sus alas para siempre al infinito.

Eso sí, el depositario(a) del secreto, tenía que reunir ciertos requisitos difíciles de poseer y cumplir:  Prudencia y dominio propio. Ser mayor de edad y haber formado una familia. Lealtad inquebrantable, entre otros.

¡Ah…!, y tenía que firmar un documento ante notario, donde constaba que la pócima, únicamente podía ser administrada a un individuo de cualquier sexo, cuyos órganos sexuales hubieran sido utilizados para violentar a una persona o animal.

El elegido, fue el tío de Sonrisa de ángel que reúne los requisitos, y trabaja de cocinero en la prisión de Guacalí.

Usted agarra mijo, tres gramos de semillitas de… siete hojitas medianas de… -y que estén secas- y un puñadito de… Todo esto lo muele y lo mezcla muy bien. Coloque una pizca en su comida todos los días; poco a poco, el victimario empezará a perder su lívido para siempre.

Nunca nadie, hasta ahora, ha logrado sacarle la famosa receta al cocinero. Pero sí ha colaborado con familias que han sufrido casos similares comprobados.

Ni siquiera Sonrisa de ángel, que tuvo tres intentos de suicidio con monóxido de carbono antes de las terapias y de graduarse como sicóloga.

Lo que sí le contó el tío, a medias, fue el resultado de la venganza, mas no la receta.

Quizá ella sea la elegida del legado, en un futuro.

Serafín frota su pene jabonoso bajo la ducha que apenas suelta escasas gotas de agua para lavarse.

Trata de lograr una erección, de las que hace mucho no tiene memoria.

Sus ojos negros, que antes fueran su mayor atractivo, parece que se esconden avergonzados en sus cuencos oscuros, como túneles infinitos.

Hoy es su último día en prisión; se lo ve demacrado, triste.  Las pocas hebras de cabello que le quedan lucen enmarañadas.

-El cocinero es lo único bueno de este puto antro -reflexiona. Nunca me faltó con la tragantina, ni aunque hubiera motín… ni con estas putas revistas, que no me han servido pa’ un culo.

Destroza la revista y la arroja al sifón.

Las gotas de agua empiezan a represarse.

Serafín ve las imágenes sumergidas en el agua y vuelve a frotarse sin ninguna respuesta.

Lo estruja con violencia; se lastima. Maldice su vida y recuerda a Sonrisa de ángel.

Crespa sus manos huesudas. Aprieta los puños y emite un rugido salvaje que hace disparar las alarmas de la prisión.

Se siente como macho recién castrado y cae sin fuerzas en el pequeño lago de agua.

Llora. Llora incontrolable y se enrosca como cuando estaba en el vientre de su madre. La tibieza del líquido “amniótico” lo relaja.  Y las gotas de agua caen como caricias maternales sobre su cuerpo enjuto.

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LEYENDA DE MARÍA LA PARDA Y JUAN BERMUDEZ

Nos encontramos en el punto culminante de Herveo la línea de separación de las aguas, el río Guarinó que iba al Magdalena y el río pozo que iba al Cauca. Nos alojamos en una infeliz cabaña hecha de troncos de árboles especie de chalet que nos pareció un palacio; una mujer habitaba la cabaña pobre, manca cuya mano se había triturado entre los molinos de un trapiche; vivía sola en el páramo para vigilar el ganado que traían a cebar de las regiones calientes. Como toda persona que vivía en el aislamiento, esta mujer hablaba excesivamente cuando se le visitaba y tan alto que difícilmente se le podía soportar su conversación; esto sucede a las personas que viven al aire libre. (Memorias de busigoth 1824-1830 Banco de la Republica). Los varones se arriesgan a profanar las peñas de Bermúdez (José López Jaramillo, 1999) La tía Ana Félix con más de 70 años llena de energía daba por terminado del día cuando eran las 7 de la noche, vestía siempre de falda que daba a los tobillos generalmente de color negro, formaba un contraste con su larga cabellera blanca que a veces recogía con una moña detrás de su cuello. Se nota el vaivén por las subidas y bajadas por la montaña, dicen que es un ánima en pena que debe descansar sus pasos dejando detrás un raro olor a azufre. Los perros cuando la ven corren a esconderse erizados y aullando de manera lastimera y los trabajadores que se han llenado con sus propios miedos van desfilando mudos hacia su dormitorio. Sobrecogidos por el miedo, los sobrinos tratan de acomodarse a los pies de la tía cuando el silencio casi se oye, y en las demás habitaciones se apagan los candiles y el fogón de leña de la cocina ya no tiene más que el rescoldo para juntar el fuego de la mañana. ¿Sí vieron la luz anoche?, preguntó a la hora del desayuno, no tía no vimos nada, ¡pero si sentimos aullar los perros y el trote de los peones cuando se fueron a acostar como si hubiera visto un espanto, y esta mañana había un resguardo de colillas por todas partes y un fastidioso olor a cigarrillo. Al caer la noche la tía reinicio su relato, pues la luz paso por la cerca del patio y por eso el ruido de los trabajadores y los aullidos de los perros, pero siguió hasta el alto de cabras pero ya iba acompañada de una cabalgata de jinetes que son las animas de hombres malos que purgan sus penas en el infierno, pero tenían la 11 obligación de venir todos los viernes a espiar sus pecados subiendo y bajando montañas y corrían desde la Quebrada como si fuera poco se inventaron que pasaba por encima de las cercas y por entre las palmeras sin hacerse daño. Las jaculatorias habían dado resultado, pero la bruja de la luz con su compañía se adentró en el monte que hay cerca de la Quebrada de Mollejones, que se encontraron amarradas. A los árboles unas pailas de cobre llenas de sal, enemiga mortal de las brujas y por eso no más las vieron; pero querían oír otras historias de la bruja de la luz. Entonces la bruja de la luz que temía a la luna llena porque cuando pasaba en frente de ella, todos podían verla acaballada en su escoba y eso no le gustaba; ya muy entrada la noche, completamente oscura, con sus acompañantes pasó el rió muy cerca de la finca de La Grecia, donde también habían rezado con devoción el rosario, y sus moradores trancaron las puertas, pues empezaron a sentir que los pueblos aullaban ansiosos señal de que la bruja de la luz se acercaba; las bestias y el ganado estaban nerviosos y a la expectativa, pues los irracionales parecen prever cuando algo malo les va a pasar. Pero la tenebrosa caravana no se detuvo, pues ya era muy tarde y la bruja que no podía dejarse coger del día llego con su tropel hasta la cueva que para vivir con su esposo Juan Bermúdez les había asignado el demonio. Apenas comenzaba a amanecer el enjambre de murciélagos y búhos encargados de vigilar la entrada, y evitar que cualquier otro ser vivo habitará en ella, regreso a la cueva para acompañar a la bruja de la luz quedaría a la espera de otro viernes para repetir su travesía Los sobrinos ya seguros de que la bruja de la luz no saldrá de su cueva, y que la tía Ana Félix había terminado su historia, quedaron dormidos y también ellos plácidamente.

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CONCENTRACION ESCOLAR “COSME MARULANDA”

Su estructura es en bahareque y madera, con amplios corredores, toma su nombre en honor al colonizador General Cosme Marulanda. Debido a sus grandes dimensiones, en el Municipio es catalogado como uno de los grandes "dinosaurios del bahareque"

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EL PENSILVENSE

Edición No. 30 -mayo 29 de 2023 

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CRÓNICA DEL RETORNO

Adrián Primo Varón

Poemas en prosa

Tuvimos suerte, sí, de no morirnos todos en la manigua, de no extraviarnos para siempre en sus dominios, de no quedar petrificados en sus pantanos invisibles.

Al comienzo creímos que todo era parte de la aventura: los reptiles venenosos colgados de los árboles como frutos gigantes, las tormentas con su furia inagotable reclinando las cumbres, la ausencia del fuego que sirviera de incienso o de verano, el aullido de animales salvajes rasgándonos la espalda, las raíces que consumíamos contra todos los escrúpulos pretendiendo alimentarnos.


Pero de pronto todo cambió como sucede en mi país hace más de cincuenta años: ya no nos producía asombro aquella tierra que cada vez parecía internarnos más en sus tinieblas, pues sólo sabíamos que era de día por uno que otro rayo de sol que lograba transgredir los ramajes; el hambre comenzó a hacer estragos en nuestros cuerpos hasta dejarnos débiles y torpes de espíritu, y el recuerdo de las familias se hizo más latente en cada desvarío.


Tuvimos suerte, sí, de que esos expedicionarios nos encontraran cuando el abismo nos ofrecía ya sus fauces, de estar ahora contando estas cosas cuando en las casas nos habían levantado una sepultura a punta de lágrimas.


Sin embargo, es doloroso que sólo regresemos dos después de que éramos cinco, que se los haya tragado esa vastedad entre sus altas fiebres tropicales, entre el terror de su espesura que de noche congrega todos los misterios, entre el dolor de unas heridas que no dieron un minuto de sosiego.


Regresar vivo de la manigua, como usted dice, es un milagro. Pero insisto en que quedan los muertos nuestros y a ellos de nada les sirve que nosotros creamos en milagros, que no podamos traerlos de vuelta para regar sus cenizas sobre el asfalto.

 

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HASTA QUE LA MUERTE…
Sabina Duque

Tres de la tarde, treinta grados.

Por fin en casa.

Me libero de los tacos, la cartera, las joyas, la ropa y coloco todo sobre el sillón de la entrada.

Un duchazo, camisa fresca, moñita de bailarina de ballet y rumbo a la cocina.

¡Qué hambre!

Quiero comer algo rico y fácil de preparar… 

«Pimientos salteados con cebolla roja»

-sugiere mi mente al instante-.

Troceo pimientos rojos, verdes y naranja, en julianas. La cebolla en plumillas.

La sartén caliente con un chorro de aceite de oliva y mantequilla, recibe la cebolla. Un toque de sal, una pizca de azúcar morena.

Deposito el resto de verduras y añado pimienta negra.

Revuelvo con pala de madera.

Las verduras saltan como adolescentes en un concierto de rock.

Me encanta escuchar su sonido crujiente; es como la música de un poema.

¡Huele exquisito!

Atrapo en el aire una tirita de pimiento rojo y lo saboreo como si fuera el último bocado antes de morir.

¡Mucho humo; bajo el fuego!

Unos segundos más y listo. 

Bebo un sorbo de agua y cierro los ojos para marcarle la ruta.

Bebo despacio, despacísimo… quiero hidratar todos mis órganos en un acto consciente.

Ahora bebo más rápido; el agua no se agota. Es como si el vaso fuera un grifo abierto y mi garganta la tierra seca que predijo Elías en Galaad.

Se está formando un lago de agua cristalina en mi vientre. Crece, crece, crece; se desborda y empieza a ramificarse.

Mis piernas se convierten en ríos; mis brazos en arroyos, mis dedos en riachuelos.

Los ríos se funden con el mar. Ahora soy el mar y la tierra que lo sostiene.

Asumo mi nueva condición geográfica.

Al más mínimo movimiento, podría generar un choque de placas tectónicas y causar un tsunami.

Destrucción y mortandad inminentes.

Mi cabeza es una selva.

Me alegro por el oxígeno y las criaturas que la habitan.

Hay más selvas en esta tierra que soy.

Volcanes que erupcionan.

Desde el fondo del mar miro hacia arriba.

Escucho un murmullo en la superficie.

Veo descender hacia mí, una piedrecilla que va dejando un caminito de burbujas.

Tras la piedrita una voz dulce. Tras la voz, en la superficie, una carita distorsionada y unas manitas curiosas jugando con un barquito de papel.

No temo por su seguridad, soy el recipiente que Premio de Relato Corto 2020, del Taller de Escritura Creativa del Instituto Cervantes de Tel Aviv).

Me atrevo a creer que papá intentó salirse de la caja mortuoria, para consolar a sus nietos.

El féretro de mi padre, en hombros de cuatro hijos, se abrió paso entre el río humano que rompía el infinito con la canción «Hermano del Alma», de Roberto Carlos.

Mamá estaba sumida en un salpicón de emociones: grandes lágrimas, como bolas de granizo, rodaban por sus mejillas constantes. Segundos después la vi sonreír; me pareció que recordaba el primer beso con papá.

Qué recordaba la primera serenata que él le llevó y ella mirándolo por grietas sin atreverse a salir. Sus dedos largos bailando en el diapasón de la guitarra. Su mirada verde como espada, empujando su ventana. Su canto varonil penetrando en sus lugares secretos.

Qué recordaba el «Sí quiero» y la lluvia de arroz sobre sus cabezas. Los primeros gemidos del amor, amordazados entre frazadas de montaña fría. Las velas apagadas y cucuyos espiando por rendijas con sus linternas.

Me pareció que se veía junto a él, correteando ovejas para esquilarlas. Ordeñando vacas. Cosechando frutos frescos en la huerta.

Que recordaba su mirada asombrada, cuando hacía de partero y le ponía la criatura ensangrentada sobre el pecho. La algarabía cuando escuchábamos el llanto de nuestro nuevo hermanito, traído por la «cigueña».  La habitación impregnada de isodine. Velas encendidas y la vacinica echando llamas hasta el techo. 

De repente, mamá exhaló un suspiro; la atacó el llanto… «Hasta que la muerte nos separó», despertó.

Vi su dolor desnudo; sin gafas, ni chalinas, ni sombreros. Sin más pañuelo que el torso de su mano blanca.

Las mujeres, menos puras que nuestra madre; apretamos nuestro dolor entre párpados. De vez en cuando resbalaban lágrimas.

Los hombres fruncían su ceño y miraban la muerte con ojos vengativos.

Pero el llanto desgarrador de sus pequeños nietos, decididos a meterse con el abuelo dentro de la fosa hambrienta, estremeció hasta los muertos más insensibles…

Vestidos de blanco, con antorchas encendidas, se levantaron de sus tumbas y saludaron a mi padre con una venia.

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LA MADREMONTE

Los campesinos describen a la Madremonte de diferentes formas: A veces aparece como una mujer musgosa y putrefacta, enraizada en los pantanos, que vive en los nacimientos de los riachuelos y cerca de grandes piedras. Generalmente aparece en zonas de marañas y maniguas, con árboles frondosos y en regiones selváticas. Algunos la describen con ojos brotados como de candela, colmillos grandes como los de los saínos, con manos largas y una impresionante expresión de furia, vestida siempre con chamizos, hojas y bejucos. Otros la describen como una mujer alta, corpulenta, elegante y vestida de ramajes, hojas frescas, frondas, bejucos y de musgo verde y con un sombrero alón cubierto con hojas y plumas verdes; su cabello está cubierto con lianas y musgo que no le dejan ver el rostro, y también, por que el sombrero con tantas ramas opaca la cara. A veces aparece en los rastrojos convertida en una zarza tupida en movimiento que observa con rabia a los humanos que pasan por la selva o los montes La Madremonte ataca cuando hay grandes tempestades, vientos e inundaciones y borrascas que acaban con los sembrados, las cosechas y los ganados. Los campesinos cuentan que oyen sus bramidos y gritos infernales en noches tempestuosas y oscuras. A veces escuchan un quejido agudo, profundo y penetrante, el cual se expande misteriosamente en la manigua, en medio de los truenos, rayos y centellas. Algunos campesinos creen que las inundaciones y borrascas de los ríos se deben a que la Madremonte se está bañando en el nacimiento de las quebradas; así esta agua se enturbia. Las múltiples descripciones encontradas nos muestran la riqueza fantástica con que pintan a este legendario ser que tiene una relación con el espíritu ecológico de nuestros campesinos, hasta hace algunos años cuando aún no se había despertado su afán desmedido de acabar con la selva para convertirla en inmensos caturrales o cultivos de pasto, donde los árboles dejaron de iluminar el paisaje con la soberbia de sus follajes reverdecidos.

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EDIFICIO DE TELECOM

Construcción moderna, que conserva los lineamientos arquitectónicos del estilo de colonización Antioqueña, utilizando materiales como el cemento combinado con tejas de barro, así como los balcones exteriores y una iluminación que resalta la fachada del edificio

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EL PENSILVENSE

Edición No. 29 -mayo 12 de 2023

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MI PROPIO ALEPH
Sabrina Duque Aristizábal


(Inspirado en un cuento de J. L. Borges)

Vi hundirse el musgo húmedo, con las pisadas de los venados,
cuando el silbido del viento los llamó a cenar.

Vi a mi padre dar un concierto de guitarra, en el Teatro Real de Madrid.
Vi el abrazo de mi hijo infante correr a mi encuentro.
Vi a Alfonsina Storni cabalgando en un caballito de mar.

Vi un racimo de niños en las nubes haciendo un columpio con el arco iris.
Vi un gatito saludarme por la pequeña ventana de madera.
Vi aparearse a las ballenas sin la amenaza del hombre.

Vi la sonrisa de mi madre el día de mi nacimiento.
Vi las alacenas llenas, no había niños hambrientos y
vi a Dios arrojar las armas nucleares en un agujero negro.

Vi danzar a la tierra con sus colores vibrantes.
Vi las manos de los hombres izar banderas blancas.

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EL MOHÁN, MOJÁN O MUAN

El Mohán a veces aparece como un hombre gigantesco con barba y cabellera abundantes, ojos rojizos de intenso brillo como brazas encendidas, boca grande, dientes de oro, tez quemada de indio viejo, y en general un aspecto muy demoníaco. Aparece bastante juguetón, enamorado, muy obsequioso y serenatero. Persigue a las muchachas lavanderas; por el río Magdalena, dicen los campesinos que lo han visto bajar en balsa, tocando guitarra o flauta. Se le juzga el creador de la música de torbellino, bambuco, pasillo, múcura, etc., y se le ve y se le oye tocar el tiple, el requinto, las maracas, al estilo antiguo. Su canto no es conocido, no se le atribuyen ‘coplas’, ni se le reconoce un lenguaje poético. Los campesinos creen que el Mohán es antropófago, pues le gusta la sangre de los niños de pecho, a quienes después de sacársela, se los come asados en hogueras de hojarasca. Le gustan las mujeres bella y jóvenes, principalmente las muchachas casaderas, a quienes persigue para llevarlas a los ríos. Alrededor de los charcos y en los peñascos donde vive, gusta custodiar sus tesoros en oro, piedras preciosas, alhajas, brazaletes, narigueras y numerosas joyas. Algunos dicen que tiene un palacio subterráneo con muchos tesoros, oro y piedras preciosas. El Mohán es travieso, andariego, embaucador, brujo y libertino.

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MARULANDA, CULTURA ENTRE LANA EN CALDAS
Escrito por María Alejandra Duque Zuluaga

 

Marulanda, un pequeño municipio de Caldas a casi 3000 metros de altura, es la viva muestra de la fuerza y la determinación de los campesinos colombianos. Después de muchos años azotado por la violencia que dejó el conflicto armado del país, el pueblo de las ovejas surge entre las montañas y el arte de aquellos que producen las famosas ruanas y cobijas de Marulanda. El lugar resalta sobre una historia triste como la de muchos otros territorios olvidados por el Estado en el país, pero con todo el potencial para convertirse en un destino turístico.

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HOSPÌTAL SAN JOSE

Fundado en 1952 es una construcción moderna donde se presta una asistencia en salud básica.

https://site.caldas.gov.co/media/pdf/2014/infomunicipios/INFORMACION%20DE%20MARULANDA.pdf

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